En la Justicia de Salta se registró un fallo inédito. Un juez se basó en la “justicia divina” para fundamentar su rechazó a una demanda contra Laura Mercedes Sierra de Klix Cornejo, la mujer que atropelló a una niña de seis años con un Ford Falcon verde que en los papeles figuraba a nombre del Juez Esteban Dubois. En la resolución de este caso, que ya lleva 11 años, el juez en lo Civil y Comercial de 5ª Nominación Federico Augusto Cortés consideró que su muerte se trato “de una aleccionadora de la ira de Dios”.
María Graciela Oviedo, abogada de de José Manuel Tabarcachi y Sandra Lucía Ríos, padres de Melisa Macarena, Tabarcachi, se mostró indignada en una entrevista realizada en el programa “La Madre que las parió” de FM Noticias. Allí leyó algunos párrafos textuales del fallo y afirmó que “le dio vergüenza ajena” informarles a los padres este resultado.
“Como se puede tratar a una niña de seis años que murió atropellada de ‘ardillona’ es una burla, un insulto que trate a la niña como un animal y en forma despectiva” y subrayó que “de la simple lectura del fallo se puede diferir que es una aberración jurídica”. La abogada dijo que además de que apeló el fallo, anticipó que pedirá un Jury de enjuiciamiento para destituir el juez Federico Augusto Cortéz.
“De Dios nadie se burla, él entregó a su hijo para redimir nuestros miserables e inmundos pecados”. “Toda la situación planteada en este juicio ¿No podrá ser una corrección aleccionadora de la dignísima ira de Dios?” (sic), dice el juez en su veredicto.
En estos términos (entre otros fundamentos basados en creencia del catolicismo), fundamentó el juez en lo Civil y Comercial de 5ª Nominación, Federico Augusto Cortés, un fallo por el cual rechazó el juicio de embargo preventivo, por daños y perjuicios, de los padres de una niña fallecida en el 2000 tras un accidente de tránsito.
Este rechazó que efectuó el juez, fundamentado en la Justicia Divina, entre otros términos ya fue apelado por la representante legal, de la familia de la pequeña Melisa Tabarcachi, víctima de un accidente de tránsito, ante la Cámara de Acusación, donde espera desde el 2009 una resolución.
La niña Melisa Tabarcachi fue atropellada el 26 de mayo del año 2000 a las 12.30 cuando regresaba de la escuela, y descendió del colectivo en el kilómetro 98 de la ruta 28, falleciendo por las heridas producidas. Los hechos se produjeron cuando al bajar del colectivo la pequeña cruzó la ruta, siendo atropellada por un Ford Falcón verde, conducido por Laura Mercedes Sierra de Klix Cornejo.
Aun falta también determinar la responsabilidad que le cabe al dueño de ese Falcon verde que atropelló y mató a la niña. Hace 11 años ese auto figuraba a nombre de otro cuestionado juez de la Corte de Justicia de Salta, Juan Esteban Dubois. Ese auto que le pertenecía a un magistrado, pasó de mano en mano de manera informal, sin la documentación legal de venta.
“Quienes perdieron a su hija es gente que vive de su trabajo y son una familia humilde, no así los demandados quienes luego del fallo de este juez demostraron que tienen poderosas influencias”, argumentó la abogada de la familia de la víctima.
La señora Laura Mercedes Sierra de Klix Cornejo está representada en este juicio por el abogado Gustavo López Arias, hermano del legislador nacional Marcelo López Arias, de quien es además cuñada, aparentemente llevó a buen puerto este litigio con la familia Tabarcachi, tras extenderlo 11 años.
Una familia de doble apellido y evidentemente relacionada con el poder político en Salta, Ante tamaña diferencia social no es difícil entender las dilaciones a través del tiempo que sufrió este juicio y tampoco el insólito fallo del juez.
La parte letrada de la familia de la víctima basó su demanda elevada al juez, que el vehículo iba a una velocidad superior a la establecida que según un cartel señalaba 60 Km. por hora, atropellando a la nena. El juicio se inició en ese entonces. Así pasaron 11 años del hecho ocurrido el 26 de mayo del 2000.
Luego de este fallo, hace casi dos años que se espera una resolución definitiva, luego que la parte demandante apeló este fallo en la Sala II de la Cámara de Apelaciones.