Más de 1.200 millones de personas se encuentran en situación de miseria en el planeta según estimaciones realizadas por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) de los cuales el 70% son mujeres y niños. Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay son países integrantes del Mercosur, progresivamente han abierto sus mercados a los Agro negocios, promoviendo, aupando la regulación permisiva de sus gobiernos apoyándose en sus legislaciones complacientes con las grandes multinacionales como Monsanto. Argentina se posiciona como el tercer productor mundial de soja transgénica para reducir el uso de combustibles fósiles después de Brasil y Estados Unidos.
Actualmente se estima que 20% de la humanidad es víctima del ciclo de la miseria y sobreviven con un (1) dólar o menos de un (1) dólar por día – El 20% de la humanidad sobrevive con 4,30 Bs por día o menos, es decir, el 20% de la población mundial no tendría ingresos diarios suficientes para comprar una botella de agua de 500 ml. Ya que su precio máximo de venta al público en Venezuela es de 5 Bs o (1,16) dólares –. Sumado a esto 2.800 millones de personas viven con menos de 2 dólares por día es decir aproximadamente el 60% de la humanidad se encuentra en situación de miseria como consecuencia de un sistema capitalista que legitima desigualdades, donde, el 20% de la población mundial posee el 90% de las riquezas.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) plantean reducir a la mitad la proporción de personas que sufren hambre en el mundo para 2015, sin embargo estos objetivos desarrollados por las Naciones Unidas constituyen condiciones necesarias pero no suficientes para luchar contra la miseria, ya que ignoran completamente las profundas causas de los problemas.
Cerca de 60 mil personas mueren de hambre cada día en el planeta. La crisis mundial evidencio en 2010 uno de sus puntos más álgidos debido al incremento de más del 150% en el precio de los alimentos, casualmente en los rubros de primera necesidad .El mercado globalizado de los Agro negocios –representado por multinacionales como Monsanto– siguen registrando superávit anuales producto de la creación de nuevos monopolios, oligopolios, la explotación desmedida de los recursos naturales, latifundios, y la explotación de hombres, mujeres, adultos mayores, niños y niñas.
Monsanto es una empresa que provee de productos para la agricultura, originaria de EEUU que produce el 91 % de las semillas genéticamente modificada –las semillas transgénicas– líder en el mercado globalizado de monocultivos a gran escala. Monsanto ha financiado y financia las campañas electorales de Barack Obama, entre otros. Monsanto por más de un siglo ha venido construyendo un vasto proyecto hegemónico que pretende apropiarse de las semillas de mundo y, por lo tanto, de la comida del mundo, amenazando la seguridad alimentaria de la humanidad como el equilibrio ecológico del planeta.
Sumado a esto en los últimos años se promocionan los Biocombustibles –Combustible Verde– con el fin de enfrentar los problemas del calentamiento global y como una alternativa para la sustitución de los combustibles fósiles –Petróleo– .Según un informe de la Organización Worldwatch, para llenar el tanque de un automóvil usando combustible verde se necesita una cantidad de granos suficientes para alimentar una persona por un año.
América Latina es la región del mundo donde más se han expandido los Biocombustibles y las semillas transgénica en la última década. Al mismo tiempo, el 2% de la Población posee el 70% de las tierras cultivables. Actualmente la soberanía alimentaria de nuestros pueblos se debate entre los Organismos Genéticamente Modificados o semillas transgénicas y los Sistemas Agrícolas Sustentables.
Colombia, México, Perú, EEUU, Canadá, Chile, Panamá, Costa Rica entre otros, países que integran e integraron el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), han destruido la vida campesina de sus pueblos y sus bosques –los Monocultivos a gran escala que emplean semilla transgénica, solo necesitan de (1) una persona para cultivar 25 hectáreas de tierra, mientras que para cultivar la tierra usando sistemas sustentables, se necesitan en promedio (5) cinco personas por cada hectárea cultivada– es decir, estos países usan sus territorios para producción a gran escala de los Monocultivos que simplemente multiplican el hambre, la exclusión y la devastación de la biodiversidad. Ignorando por completo la importancia estratégica de la región para el planeta y la humanidad.
El instituto Colombiano Agropecuario (ICA), avala el uso de semillas transgénicas. La ex senadora Colombiana Piedad Córdoba anuncio que demandara a la multinacional Monsanto por empobrecer a los suelos y afectar cerca de (7) siete mil cultivadores de la región. En Chile el Senado vendió a Monsanto la semilla campesina e indígena en el 2011. Durante la Dictadura Militar y hasta la fecha –Gobierno de Sebastián Piñera– el Pueblo Mapuche sigue resistiendo la invasión mortal de Monsanto a pesar de la represión Gubernamental.
En Haití el 57% de su población se encuentra desnutrida. Luego del terremoto del 2010 que devastó a Puerto Príncipe y la invasión –humanitaria– de los EEUU. Monsanto en conjunto con la embajada de Estados Unidos, a través del Proyecto WINNER mina sus tierras fértiles con más de 130 toneladas de semilla transgénica, abonos y pesticidas, para seguir esclavizando y condenando a su pueblo a la perpetua miseria.
La manipulación genética de los alimentos envenena progresivamente a la humanidad. Por más de un siglo ha causado y sigue causando daños irreparables a millones de personas, como: terribles daños neurológicos, ceguera, visión borrosa, dolores de cabeza, convulsiones, abortos, malformaciones fetales, resistencia a los antibióticos, cáncer, tumores, mutación de la flora intestinal, infertilidad y hasta la muerte.
El Alba tiene las mayores reservas de petróleo en el mundo. Los países que integran La Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe, como: Cuba, Bolivia, Ecuador, y Venezuela han implementado o están implementando políticas públicas para la protección de la Soberanía Alimentaria de sus pueblos y el resguardo del medio ambiente en busca de un nuevo camino. Bolivia en junio del 2011 promulgo una Ley que prohíbe los alimentos transgénicos y exige que los productos importados lleven etiquetas especiales cuando incluyan los componentes transgénicos de igual forma el Presidente Chávez en el 2004 prohibió la entrada de semilla transgénicas a Venezuela.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) confirma que Cuba es el único país de América Latina sin desnutrición infantil. Cuba tampoco permite el uso de semillas transgénicas. Sin duda la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA), representa un nuevo modelo, un camino que garantiza la Soberanía Alimentaria de nuestros pueblos, es capaz de erradicar la miseria y nos permite vivir en armonía con el medio Ambiente.
- Por Aymara Gerdel
aymaraucv@gmail.com
- Especial de la Agencia Barómetro Internacional, para Salta Libre