Cómo comprar, pagar un electrodoméstico en Salta y no morir en el intento de llevarse el producto a su casa, reclamar por un producto fallado o lo que es peor, no recibir nunca el producto. Esta nota aborda la cuestión de derechos del cliente y una novedad en la Ley de Defensa del consumidor: «Los daños punitivos».
Una denuncia involucra a la gerencia de Garbarino del Alto Noa Shopping (Av. Virrey Toledo 702). De paso, todo lo que un cliente debe saber sobre la gestión del reclamo formal, jurídico, multa por daños punitivos, resarcimiento moral, perjuicios.
Los grandes negocios de venta de electrodomésticos en Salta están segundos en la lista de empresas más denuncias, luego de las telefónicas. Ellas acumulan centenares de expedientes que esperan una resolución en la Secretaría de Defensa del Consumidor (Belgrano 1349).
El “bamboardeo” publicitario de las casas de electrodomésticos, su «Garantía de confianza» no condice en los mejores casos de idoneidad, garantía y atención al cliente. He aquí un caso insólito de una denuncia a Garbarino del Alto Noa Shoping, por “olvidarse” de entregar un producto.
Pague y no reclame
Este es un caso testigo de cliente salteño (este medio se reserva la identidad), entre miles que se atreven a denunciar a las grandes empresas de electrodomésticos. Que nadie le cuente a él, que los negocios como de electrodomésticos como Garbarino están en crisis. Es mentira o por lo menos así parece.
Todos vemos a diario la maquinaria publicitaria en diarios, canales y radios. Esto debe generar sobreabundancia de clientes, al punto que “se olvidan” de entregar los productos a domicilio. Le pasó a la sucursal Garbarino, ubicado en Alto Noa Shopping que se «olvidó» de entregar un microondas, luego de varios meses de haber sido abonado.
Este hecho podría derivar en un hecho policial por estafa, más daños punitivos y morales, si la audicencia de conciliación por resarcimiento no prospera ante la Secretaría de Defensa al Consumidor de Salta, que se ocupa de acercar las partes para un arreglo o tramitar la denuncia.
El daño punitivo
A partir de investigar este caso Salta Libre descubrió una nueva herramienta jurídica para consumidores caratulada “daño punitivo”, la que le abre una interesante opción de reclamo para los clientes defraudados por empresas como Garbarino.
La Ley 24.240 de Defensa del Consumidor no preveía una acción jurídica tan contundente. En una reciente modificación se incluyó el Artículo 52 Bis, llamado “Daño punitivo”.
Así que ahora, cuando el proveedor no cumpla sus obligaciones legales o contractuales con el consumidor, a instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil a favor del consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del hecho y demás circunstancias del caso, independientemente de otras indemnizaciones que correspondan.
Cuando más de un proveedor sea responsable del incumplimiento responderán todos solidariamente ante el consumidor, sin perjuicio de las acciones de regreso que les correspondan.
Valiosa herramienta legal
Otro caso testigo similar, ocurrió el 13 de junio último, cuando el diario Clarín publicó la noticia “Obligan a abonarle al damnificado 30 mil pesos por daño moral, más otros 30 mil por multa civil”. Fue un fallo inédito sostiene que por primera vez, la Justicia de Primera y Segunda Instancia condenó a una empresa a pagar al damnificado una indemnización adicional por “daño punitivo”.
Esta nueva herramienta juridica sirve de mucho para clientes que reclaman un hecho como el que nos ocupa. Se trata de una figura en la legislación argentina, que no fue muy difundida por los medios, pero es una valiosa arma legal que ya está a mano de miles de damnificados.
La modificación en la Ley de Defensa al Consumidor fue introducida en abril del año pasado en una reforma, cuando su aplicación ya es añeja en mercados de EUA o Europa. En esos países las empresas ya no se burlan de los consumidores.
Sirve además para casos de discriminación, estafas, productos fallados, garantías no cumplidas, como por ejemplo del cliente salteño que no recibió en su domicilio un microondas que abonó de contado. Por ello debe haber una reparación o indemnización por el daño causado. Es asi que esta multa civil condena la displicencia de la empresa el menosprecio por los derechos individuales o colectivos.
¿Pagar y morir?
Normalmente el cliente compra un producto y no quiere problemas, es cierto. Pero esta actitud es aprovechada por las empresas. No así cuando sucede al revés. El cliente que no paga su cuota, recae sobre su cabeza sin piedad todos los intereses por mora, afectación de la firma, etc. Entonces si se conoce el alcance de esta ley ¿por que no accionar?
La gerenta Leyla Paola Sandoval de la sucursal Garbarino de Alto NOA Shopping, cierto día, más bien tarde, se enteró que expedición no entregó el producto a su dueño. ¿Qué hacer?
Harto de esperar respuestas convincentes, el cliente damnificado tramitó la denuncia para un resarcimiento y posible daño punitivo. Lo decidirá el área jurídica de la Secretaría de Defensa del Consumidor, presidida por el Dr. Oscar Rocha Alfaro.
La denuncia figura bajo el expediente N° 231/1840. A meses del hecho, luego de abrir un expediente, hoy el damnificado está a la espera de alguna reacción convicentes de Garbarino o los resultados de la denuncia efectuada.
Garbarino Salta está al tanto de todo. Se trata de un cliente claramente identificado por varias compras. El microondas fallado fue devuelto a la empresa hace meses. Su garantía le hizo peregrinar, llevarlo de un lado a otro para su posible arreglo o devolución. Así pasaron días, semanas y meses de amargura por no poder disfrutar de un producto que pagó de contado y aun no lo puede disfrutar.
Entrega inmediata
A pesar de toda la modernidad informática, luego más de una semana, la orden de cambio llegó de Buenos Aires. El cliende decidió comprar otro microondas de primera marca. Por él, abonó de contado la diferencia. «Mañana a primera hora se lo enviamos», le dijeron. A meses de ese contrato de compraventa, el producto no llegó a su domicilio.
Fue así que el cliente en cuestión decidió experimentar hasta donde llegaba la desidia de la gerencia de Garbarino Salta. Luego optó por la denuncia a la casa central de Buenos Aires, sin resultados.
Finalmente a semanas del hecho, En Salta se dieron por enterados de lo sucedido. El cliente recibió llamadas de la gerencia Salta, solo con las disculpas y excusas tales como: «fue un olvido» o “pensábamos que estaba entregado».
Hasta la fecha de esta nota el cliente no tiene en su casa el microondas, ni el dinero abonado de contado. En Garbarino están convencidos que no importan los daños causados. Asi le ofrecieron entregarle el producto adquirido hace tiempo o devolverle su dinero. Tan simple como eso.
¿Para ellos nada pasó?. Ahora la verdadera pregunta es: ¿El cliente debe aceptar eso y nada más? ¿Garbarino no tiene la culpa de ser tan enorme y tener tantos clientes? ¿Puede sin más, olvidarse de entregar un producto?