La diputada nacional chaqueña fue la primera en anunciar que “esta vez no le iban a hacer lo mismo que en el 2001”. En medio de las declaraciones exclusivas que solo realiza para medios concentrados, este año tuvo algunos contratiempos. Pero en esa declaración sintetizaba todo un programa del gobierno de Cambiemos.
Diciembre del 2001, a la distancia se puede ver que todo lo que venían padeciendo los sectores postergados, los desocupados, los pobres estructurales en los noventa, como consecuencia de las políticas liberales del menemismo, algunos lograron integrarse a las organizaciones sociales y armar merenderos, comedores y salir a la calle.
Se los conocía como ‘piqueteros’, los que cortaban las rutas y los puentes. Esto siguió creciendo hasta que Cavallo (ministro de economía llamado como salvador de la Alianza) instauró ‘el corralito’, y las clases medias cayeron en la emboscada: no podían retirar sus dólares.
La muerte del ex presidente Fernando De la Rúa volvió a traer todos estos recuerdos. Circuló en una extraña coincidencia, que falleció el 9 de julio: como Bernardo Neustadt un ‘7 de junio’ el día del periodista y Augusto Pinochet el ‘10 de diciembre’, Día internacional de los Derechos Humanos.
Paradojas del destino. Lo cierto es que por los medios se comenzaban a escuchar las voces del poder oficial; y una cuestión era recordar la trayectoria de un demócrata que hacían algunos radicales, pero por el otro ya era ponerlo como ‘héroe de la resistencia’.
Porque para algunos ‘la caída’ (que era una renuncia, con esa imagen del helicóptero que se elevaba sobre la Casa Rosada) había sido propagada por los peronistas. Jamás tenían en cuenta qué sucedió con los fondos que facilitaba el FMI, hasta que se plantó y dijo: no se presta más. El estado de sitio que decretó y que trajo la gran represión en la Plaza de mayo y alrededores, más las muertes en Santa Fe.
Los radicales tienen esa virtud: de recordar solo lo que les conviene. Hace poco por el programa ‘Gorilas sueltos’ que va a la noche, el ex legislador Fredy Storani, contaba su visión de los 70, las universidades, la coordinadora, su apoyo a Alfonsín.
Cuando se le preguntó por los sindicatos, los montoneros, las organizaciones armadas, daba su respuesta como si eso no hubiese existido nunca. Esta especie de ‘autismo’ político es propio de una clase dirigente que cree que son ellos solo los elegidos para gobernar en ‘la cosa pública’.
No pueden ver la historia con sus múltiples causas y especialmente con sus consecuencias; por eso luego no pueden o no quieren hacerse cargo de nada.
Así se comprende porque los radicales han dado el apoyo a un presidente como —Mauricio Macri, sosteniéndolo en el interior del país como nunca se ha visto al partido de Alem e Irigoyen. Han nacido de las clases medias, hijos de inmigrantes, pero ahora sostienen a los dueños de este país que sus tatarabuelos habían combatido.
Los archivos de videos aún siguen siendo algo para comprender como podría reforzarse la memoria colectiva. Las imágenes de Ricardo Alfonsín hablando en la Sociedad Rural y en medio de silbidos decirles lo que hacían y hace nuestra rancia oligarquía.
Ese mismo hijo de gallegos, hablándole a Ronald Reagan presidente de la mayor potencia mundial en un encuentro de presidentes en EE.UU. Donde luego se supo que tenía un discurso y luego lo cambio ante los acontecimientos de la política internacional del Imperio.
Reagan lo miraba sin entender nada. Algo se había salido del libreto en estos republicanos que acceden porque las corporaciones y empresas los colocan. Algo tan parecido en el modelo de dominio, control y poder concentrado de los neoliberales en Latinoamérica, preocupados por el retorno del populismo.
La ‘internacional republicana’, se ha expandido por el mundo solo que ahora se sostiene aún más en el poder financiero. Ese es el corolario de tanto préstamo del FMI para el actual gobierno: llegar seguros a octubre.
Ahí está la explicación pragmática de la diputada Carrió sobre que no se iban a ir eyectados del gobierno. Por eso algunos de la ‘patria panelista’ en TV encuentran como un gran mérito que un gobierno no- peronista llegue a completar su mandato de seis o cuatro años. Y no se cuestionan o informan qué sucedió en materia económica con los sectores trabajadores, los jubilados, la infancia mal alimentada.
Cuando Macri hablaba en una de sus giras (era en Japón) le contaba al mundo que somos un país que puede alimentar a 400 millones del planeta, pero no a 40 millones que somos los argentinos. Esto había causado demasiada indignación, pero rápidamente ya vino otra cosa. Siguen y seguirán en su modelo mental y económico de tener un país para pocos.
Su modelo es Australia (y dejamos que el lector se pregunte cuántos habitantes tiene y qué modelo económico aplican); por eso también en esa ‘internacional del mal’ ponderan a Chile, porque no tienen sindicatos y la educación no es totalmente pública.
Por último en estas cuestiones internacionales, fue ‘Lilita’, la pitonisa, quien tiró el último avance de ‘fake news’ (noticias falsas) para entretener y causar temor: la ex presidenta cuando va a Cuba a visitar a su hija (que está en tratamiento médico, se reúne con los rusos.
‘Putín está interesado en nuestras elecciones’ afirma. No es un delirio más. Ella sabe a quién le deja este mensaje para cumplir órdenes. Los políticos y los economistas siempre saben más de lo que dicen.
Lo primero que debería saber un niño en la escuela primaria luego que adquiere la lecto- escritura es aprender a descifrar los medios de comunicación y distinguir las noticias falsas de las verdaderas.
Lo manejan todo desde la publicidad, ya han experimentado bastante en Argentina y con este ex presidente de club e intendente lo ha logrado bastante.
Carlos Liendro
pulsacion21@gmail.com
