Haciendo un somero análisis de los últimos acontecimientos de la realidad nacional, surge invariablemente un halo de desconcierto por la naturalización con la que la generalidad de los argentinos observan las cosas que están ocurriendo.
El concepto de natural es muy claro: Se califica de normal todo aquello que se encuentra en su medio natural. Lo que se toma como norma o regla social, es decir, aquello que es regular y ordinario para todos. Normal también es un término estadístico, que hace referencia al promedio aceptado. Lo que tienen en común las tres acepciones, es que se refieren a algo no anormal, raro o socialmente no aceptado.
Por eso me pregunto una y otra vez ¿cómo es posible que los ciudadanos de la Argentina no se expresen de manera negativa ante la retahíla de sucesos anormales, que sorprendentemente –por ahora por lo menos- son tomados tan irresponsablemente como naturales?
Veamos como ejemplo que a dos semanas exactas de asumir la presidencia, Mauricio Macri, tomó sus primeras vacaciones en Villa La Angostura desde el 25 de diciembre, para descansar de nuevo a partir del 08 de enero de 2016 por una hipotética fisura de costilla, y tomar su tercer descanso la primera semana de febrero en Estancia La Paz, en el Camino Real cordobés, que fuera de propiedad de Julio A. Roca –para sentirse en ambiente- lo que lleva a concluir que en los primeros sesenta días de gestión, tomó quince de licencia. ¡Y…todo bien!
Como un agravante de estas anormalidades que todos toman con normalidad, el descanso de Villa La Angostura se tomó bajo la excusa de que las elecciones habían sido agotadoras, cuando desde el 22 de noviembre se había definido el ballotage, con unas vacaciones en la Estancia El Colibrí, en Santa Catalina también en inmediaciones de Ascochinga que se extendieron hasta la primera semana de Diciembre. ¡Y…todo bien!
Miremos también cómo el presidente “MAU” fue a la reunión de Davos a codearse con los hiper-multimillonarios, explotadores, especuladores, financistas, usureros, desestabilizadores y monopolistas para asegurarles que en Argentina podrán ser más multimillonarios, explotadores, usureros, etc. ¡Y…todo bien!
Comprobemos asimismo cómo el 11 de febrero de 2016 se conoció el incremento a jubilados, AUH y Ayuda Escolar en orden al 15,35% y los funcionarios macristas insisten con techo salarial de paritarias del 25%, y al mismo tiempo se otorgó el aumento al Poder Ejecutivo Nacional –el descansado presidente MAU- del 30%. Es verdad que su sueldo es uno y los otros millones, pero como JAURETCHE decía con sapiencia: “Es pa´todos la cobija, o es pa´todos el invierno”. ¡Y…todo bien!
Sigamos mirando asimismo cómo apenas regresado de las paradisíacas vacaciones rurales, se firmó otro DNU para girarle a la Provincia de Jujuy 500 millones más que se suman a la cifra que se otorgara el 27 de Enero pasado, premiando con dinero público, sin tapujos y en la cara del resto de los provincianos igualmente empobrecidos, la obsecuencia rastrera del gobernador Gerardo Morales, y haciendo gala de un federalismo selectivo. ¡Y … todo bien!
Del mismo modo, y por la devaluación operada en el último mes de 2015, elípticamente llamada “salida del cepo cambiario” ingresaron a la estadística nacional un millón más de pobres, y con la proyección inflacionaria del 40% para este año ingresarán dos millones más. ¡Y…todo bien!
Siguiendo con este recuento, se advierte que los más beneficiados durante años y años por las exportaciones de bienes primarios con alta cotización de comodities, fueron beneficiados con quitas de retenciones a las exportaciones y con dólar 40% más alto, pero solamente liquidaron la mitad de las divisas esperando un dólar de $ 17. Total tienen espaldas millonarias para esperar y mientras, dosifican el asado a $ 140.- en el mercado interno ¡Y..todo bien!
Como efecto inmediato de este acto de especulación delictiva, el Banco Central se quedó con el 50% del incremento de reservas esperado, y entonces aparecieron los “bancos benefactores” siempre listos para hacer leña del árbol caído, y colocaron sus propias reservas a cambio de jugosos títulos de deuda con altísima tasa. ¡Y…todo bien!
Por otro lado, la quita de subsidios en energía implicará un aumento del 350% promedio en las facturas que empezarán a llegar en Febrero de 2016, el índice inflacionario de Diciembre fue del 5,2% -el más alto registrado desde la hecatombe de 2002- y la canasta de útiles aumentó en promedio el 70%. ¡Y..no pasa nada!
Para no aburrir al hipotético lector de esta nota, solamente citaré que 1.800 posiciones arancelarias han dejado de tener vigencia, es decir que un número igual de productos importados antes restringidos, ahora van ingresar libremente al país, con dumping social de salarios vietnamitas o coreanos, y van a destruir –literalmente- la industria local.
Un síntoma claro de este panorama es que las tres cadenas de formadores de precios mayoristas en Argentina –Censosud-Jumbo; Wall Mart y Carrefour– suspendieron todos los pedidos textiles y de calzados para la temporada invernal que antes compraban a industrias nacionales, especulando con la importación desenfrenada. Camisetas baratas de Indonesia a cambio de pérdida de puestos de trabajo genuino. ¡Y…no pasa nada!
Así las cosas, todo parece encaminarse a una reedición de las medidas neoliberales de la década infame de La Rata, y es increíble que la población de mi país, conociendo los efectos nefastos de esas recetas, mantenga una calma lindante con la inconsciencia.
Es una actitud tan impensable, como si un veraneante de playa se enterara que se avecina un tsunami, y como el mar a sus ojos aparece calmo y el horizonte del atardecer bello de sol y luna, se quedara refrescándose en la arena.
Con la diferencia que la fuerza de la naturaleza es inevitable, pero la oposición organizada al avasallamiento de derechos básicos y el ponerle fin -más temprano que tarde- a la fiesta liberal, no sólo es evitable sino posible e impostergable.
Como solía deleitarnos el hoy silenciado amigo Raly Barrionuevo en “El Circo de la Vida: está en nosotros”.
–Daniel Tort, abogado y periodista
tdaniel@arnet.com.ar