Los conductores Grande, Peña, Matus y Cia. publicistas ahora dueños de medios enriquecidos durante la gestión Romerista, están cortados con la misma tijera. Lejos de su pasión folclórica por el Chaqueño hoy se quedaron sin argumentos legítimos ante la noticia del procesamiento conocido ayer contra el Chaqueño. Se limitaron a leer entre líneas esos dudosos mensajes de oyentes que refieren a una ridícula venganza porque se bajó de un recital de apoyo al Gobierno K o algo por el estilo que no convencen a los salteños que conocemos muy bien al Chaqueño.
Los hechos indican que no es solo el Chaqueño está procesado, sino también los dueños de la concesionaria en cuestión y embargados por la misma millonaria cifra. Palavecino había comprado una camioneta de origen militar estadounidense, todoterreno Hummer, importada por una diplomática uruguaya. El juez Brugo no le creyó sus explicaciones y le dictó el procesamiento y un embargo sobre sus bienes por casi un millón de pesos. Esta es la realidad.
Los comunicadores en cuestión, a los que se sumaron otros mediáticos oportunistas, utilizaron el fallo en primera instancia para denostar, injuriar y discriminar laboralmente a quien escribe esta nota. Cuando se trata simplemente de un periodista salteño que lo denunció por supuestos actos ilegales e ilegitimos. Pero cierta prensa romerista me tildó de delicuente o condenado por un fallo teñido de parcialidad política. En realidad estaban encubriendo sus propios intereses y de un protegido de la era Romerismo y de una corte provincial adicta norteña de las más politizada en la Argentina.
Este primer fallo por supuesto que aun no está firme. El abogado defensor Dr. Fernando Chamorro, realizó los trámites correspondientes de apelación ante el Tribunal de Casación. Aunque la deliberada ignorancia ciertos acusadores insisten en utilizar la palabra “condenado” “o delincuente”, cuando en realidad este fallo hasta la fecha aun no está firme e incluso su resultado contrario no implica que sea un “delincuente”. A este proceso aun le quedan dos instancias más de apelación: el Tribunal Superior de Justicia de Salta y la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Mi abogado Chamorro dice que fue un primer fallo en suspenso por calumnias e injurias, donde además de resarcimiento económico, el folclorista pide prisión, por haberlo dañado en su “buen nombre y honor”. La lógica me dice que a los verdaderos delincuentes son aquellos que roban, estafan, violan o cobran publicidades desproporcionadas de un gobierno corrupto.
Mi proceso político mas que judicial, resultado de una corte integrada de jueces netamente Romeristas, la misma que condenó a Sergio Poma, lo cual para mi termina siendo un verdadero honor. Y las condiciones fueron las mismas, una audiencia de debate acelerada y abrupta, llena de nulidades juridicas y un fallo en tiempo record de un juez Marcelo Torres Galvez, acostumbrado a condenar periodistas salteños por no haber negociado periodísticamente con el régimen.
El proceso por contrabado agravado lo tiene cercado debido a la compra dudosa de una camioneta de origen militar estadounidense, 4×4 Hummer H2 que alguna vez compró, al parecer ilicitamente, para alimentar su actual soberbia de poderoso patrón de estancia que saltan a la vista.
La defensa social como objetivo
Primero la acusación como terrateniente o dueños de tierras en el Chaco salteño, no implica un delito y la forma de la denuncia sobre el alambrado está basado en pruebas (aunque otros no quieran ver los hechos para desprestigiar o perjudicarme como periodista).
La realidad hoy está a la vista. Se logró tambien un objetivo social, como fue la de frenar al Chaqueño y otros terratenientes de ciertos intentos de apropiación indebida de tierras fiscales y de alambrados de tierras del Chaco Salteño que perteneces a sus propios hermanos wichis y que actualmente están litigio internacional.
Sobre las condenas a periodistas en Salta y en el país por calumnias e injurias tienen fallos contrarios ejemplares que contrarrestan esta carátula por considerar que coarta la libertad de expresión y de información. También las cortes internacionales se pronunciaron en contra. Hoy los fallos están a favor del recurso a exageraciones y/o provocaciones como parte de la “libertad periodística”.
Denuncia de interés publico
Cortes internacionales afirman que “la condena de un periodista por difamación ya es considerada “una injerencia en su libertad de expresión” y solo debe justificarse en casos específicos y si “es necesaria para la democracia”. Esta sentencia fue de una corte suprema de Estrasburgo, a propósito de la nota de un periodista griego. El fallo explica: “una afirmación en un artículo de un diario que critica las posiciones políticas del destinatario no se considera difamación” y que el deber de los jueces no es limitarse a establecer si una nota “puede causar perjuicio a la personalidad y reputación del destinatario, tanto más cuando éste es un personaje público” sino “evaluar en el caso concreto si el interés del público y el intento del periodista justifican el eventual recurso de provocaciones y exageraciones”.
Y curiosamente cuando un proceso nacional indica lo contrario, fue éste el recurso utilizado por el abogado del Chaqueño Palavecino al someter a juicio de la corte romerista mi articulo sobre el cual se sintió ofendido en su “buen nombre y honor”; cuando basado en pruebas, testimonios y artículos en diarios nacionales denuncié públicamente que El Chaqueño mientras cantan “Chaco mío…” en Rancho El Ñato, en el Lote 55 y 14, de Santa Victoria Este, donde nació el folclorista, se sigue alambrando tierras fiscales, talando árboles y llevándose toda la madera del lugar. Denuncias que más tarde fueron corroboradas por la Organización de Familias Criollas (OFC) y la Asociación de Comunidades Indígenas Lhaka Honhat.
Nombre y honores por el piso
Actualmente tras una etapa en su encendida defensa mediática local y nacional sobre su “buen nombre y honor”, resulta que sus titulos nobiliarios tiene que buscalos por el piso. Hoy Oscar “El Chaqueño” Palavecino, está duramente procesado con embargo preventivo en 906.740 pesos por “encubrimiento de contrabando agravado” en la compra de ese vehículo.
La decisión la tomó el juez en lo penal económico Jorge Brugo en el marco de la causa que investiga el ingreso al país de vehículos con franquicia diplomática que luego fueron vendidos de manera ilegal.
“Caminos barrosos”
Según lo que se publicaron los medios porteños, el magistrado dijo en su fallo que Palavecino “al menos, debió presumir que el rodado provenía de un contrabando”. Descreyó, así, de la versión que el Chaqueño dio a Brugo hace un par de semanas, cuando dijo que la compró de “buena fe”; seducido por sus virtudes para “transitar los caminos barrosos” del norte del país.
El Chaqueño hace años que viene transitando por “caminos barrosos” y no precisamente por viajar a menundo al Chaco Salteño como dice. Nada más lejano que eso para los que habitamos en Salta. Y a la mentira hay que darle tiempo porque caerá por su propio peso. De la filosofía se desprende “si mientes y afirmas mentir, a la vez mientes y dices la verdad” (Eubúlides) Y el carácter de la mentira del Chaqueño dista mucho del derecho a mentir por amor a la humanidad, sino por orden de conveniencia.
Y este argumento también involucra a aquellos que esgrimieron aviesos argumentos y defensas mediáticas basados en intereses creados, despechos varios, venganzas, broncas acumuladas y no en la verdad de los hechos, sino por venganza veladas por las denuncias realizadas desde este sitio, sobre ciertos teje y manejes de la publicidad oficial durante la década de corrupta del régimen romerista.
Lejos de la pasión
Y el juez no le creyó que Palavecino, como muchos aqui en Salta no le cremos su supuesta bondad con sus hermanos Wichis. El juez no le creyó que el Chaqueño pudiera no haber estado al tanto del origen de la operación de contrabando. Todo lo contrario afirmó que “su participación en los distintos tramos de la adquisición del automotor fue fundamental”. Brugo le recordó a Palavecino que “había comprado con anterioridad vehículos importados”. El Chaqueño había explicado ante el juez que “el contador manejó el tema de la operación”. La Justicia no le creyó.
El fallo fue mas lejos aun. Argumenta que el Chaqueño firmó un formulario para autos usados, cuando se trataba de un cero kilómetro, y que, incluso, se llevó la camioneta antes de firmar la transferencia: para eso, debió hacerse cargo de los daños que pudiesen surgir de cualquier accidente, ya que la Hummer aún estaba a nombre de Pastori. “No pudo desconocer que la compraba a un diplomático”, aseguró, contundente, el juez Brugo.
Al margen de mi pasión por la música y el carisma del Chaqueño, sigo convencido de que mi denuncia contra su accionar, aun a pesar de un fallo adverso en mi contra, tuvo y tendrá efectos sociales positivos para las comunidades originarias del Chaco.
Truducido a nuestra argentinidad reafirmo los dichos del gran musico Frank Zappa: “Nunca me ha importado que millones de personas puedan pensar que estoy equivocado. Tambien el mismo número de personas pensaban que la dictadura tenía razón, lo que no prueba que estuviesen en lo cierto”.
- José Acho, periodista
mail: j.acho@saltalibre.local
(Acusado de “Calumnias e Injurias” por el Chaqueño Palavecino.
En instancia de apelación por un fallo en contra del juez Marcelo Torres Galvez).