Alina Varela después de sobreponerse a un accidente, que le produjo una amputación cuando estaba embarazada, llegó a ganar el premio PROPULSAR a la Microemprendedora del año 2017 y hoy se encuentra en una desesperante situación. Está por quedarse en la calle y sin casa por una deuda de $67.000.
En el año 2012 el emprendimiento fue declarado de interés provincial para su inclusión en el fondo Provincial de Inversiones y accedió a un préstamo por parte de la Provincia de $80.000, con lo que compró maquinaria y elementos muebles para llevar adelante la producción de pastas frescas naturales, sin conservantes ni aditivos.
En el enero del 2013 reciben el desembolso de dinero y en la tercer semana de marzo, Alina sufre un accidente con la maquina raviolera, estando embarazada de 9 semana, y después de 2 operaciones no pudieron salvar uno de sus dedos de la mano derecha, más allá de este duro golpe psicológico y una sucesión de problemas de salud derivados del accidente, la familia siguió adelante aunque esto provocó que los pagos de devolución sean salteados hasta caer en morosidad.
Los intentos por una refinanciación fueron en vano, tras múltiples intentos con el estudio privado de abogados que llevan adelante la cobranza por parte de la provincia, quienes hicieron oídos sordos a la intervención del ministerio de la Producción, que entendieron la situación y la voluntad de pago de la emprendedora.
Al día de hoy la situación está judicializada y la provincia de Salta le embargó la casa única familiar con una clara intención de llevar la casa a remate. Parece un contrasentido que el propio Estado Provincial, que le otorgó el crédito en el marco de un programa de apoyo a emprendedores, ahora insista con rematarles la casa, sin haber hasta el momento aceptado propuestas de pago.
Hace unos días Alina y su madre artesana que subsiste de trabajar en la elaboración de pastas y la venta en ferias, como codeudora, presentaron ante la justicia un pedido para que se llame a una audiencia de conciliación a fin de poder ofrecer un plan de pago que les permita salvar la vivienda de la familia, sin pretender que se les regale nada.
Si la provincia de Salta insiste en su postura, terminará mandando a remate la vivienda de esta familia, que intenta salir adelante en base al esfuerzo y trabajo genuino.