En la película ‘Volver al futuro’ , el ‘doc’ (con mirada de chiflado como caracterizan a un científico), le preguntaba a su amigo que había venido del futuro. ¿Y en 1985 quién es el presidente?
Le responden Ronald Reagan. ¿Y el vice quién es? ¿Jerry Lewis? Le vuelve a preguntar con ironía. Ambos habían sido actores muy conocidos de Hollywood.
Lo que habría que subrayar es que Reagan antes había sido gobernador de California en 1966. Luego tuvo un ‘detente’ ante el avance de Nixon.
Vuelve en 1980 elegido por el partido republicano como presidente de los EEUU, ya que no tenían otra figura ante el escándalo del Watergate. Esta historia de la política norteamericana no estaba muy lejos de lo que sucedería en Argentina diez años después. Había que buscar políticos, fuera de su propia casta. Una renovación que se realizaría entre figuras del espectáculo y el deporte, alguien que atraiga a la gente, que tenga fama.
Esta nueva clase política que conduce el país vienen de ser CEOs (y volverán a serlo) y empresarios. Fue el ‘menemato’ quien trajo a la arena política a los Reutemans, los Scioli, los Ortega (Palito fue gobernador de Tucumán y candidato a Vicepresidente, y un hermano intendente) y muchos se salvaron de tenerlos como gobernadores o intendentes (actores, humoristas, cantantes de cumbia).
Otros más vivos solo aspiraron a diputados o senadores (caso de Nito Artaza por Corrientes). La política dejaba de ser exclusividad de abogados, sindicalistas y profesionales- ‘punteros’. ¿Esa gente que se incorporaba a ser funcionarios, sabía de qué se trataba?; No pedíamos que tuvieran licenciaturas o alguna maestría en ciencias económicas o políticas, solo era conocer antecedentes de su experiencia en el plano de la administración y la gestión.
Los votantes de “alikate”
Cuando el ‘cabezón de Bolivar’ – como se lo conoce en su ‘mundo feliz’ de la TV, en lo exitoso que ha sido como empresario (hay que recordar que comenzó como ‘movilero’ y comentarista de deportes), en la importancia que pasó a tener para la ‘clase política’, desde la sátira que hacía y de cómo medía altos puntos de rating, uno puede pensar que ahí está el por qué fue convocado. Hubo un candidato que ganó por las imitaciones en el programa de Tinelli donde solo decía: ‘alika, alikate’ . Nadie se preguntaba qué proponía o qué traía para mejorar la economía. En sus actos- por lo menos en el Gran Bs AS- se lo escuchaba repetir ‘alika, alikate’ y con eso efervecía a su seguidores. Esos votantes luego se fueron con Mazza, que ponía cara de indignado y empezó a aparecer como Randazzo cerca de las elecciones Primarias, Abierta, Simultáneas, Obligatorias (PASO). Este último no pudo negociar su 5% de votantes que le quedan.
Un candidato en política no se hace solo: puede tener un carisma, pero necesita una gran estructura que lo acompañe. El liderazgo solamente no alcanza. Solo la gente tiene que preguntarse cuánto sale poner un candidato en órbita (en costos de dinero) y ahí se enterará- sino tiene un blindaje mediático- para quién juega. ¿Cuestión de ideología? Eso es algo que es interesante comenzar a debatir. ¿Cuestión de principios? Eso es lo que falta en muchos de los dirigentes: que lo poco que dicen lo cumplan.
La experiencia de Jair Bolsonaro en Brasil sigue siendo el mejor ejemplo de cómo las clases medias votan en ‘defensa propia’. En nuestro país esta frase fue contundente: “En Capital hace 4 años caceroleaban indignados porque el 1% de la sociedad no podía comprar dólares. Ahora que el 40 % no puede comprar leche las cacerolas no se escuchan”. Las clases medias representaban las cacerolas.
Tinelli con Urtubey
Tinelli recorrió varias provincias, San Juan, Santiago del Estero, Salta y ahí prometió que a partir de mitad de año transmitirá su programa desde allí. Pareció que su gira por la argentina no era por política, sino para «buscar contribuyentes’» para su Súper bailando (auspicios de gobernantes, empresarios, productores).
En Salta Tinelli fue recibido por el gobernador e hizo declaraciones ´políticamente correctas’: “Hablar de cargos me parece una falta de respeto a la gente que la está pasando mal”. Las fotos los muestran como dos empresarios dispuestos a hacer negocios. Bertolt Brecht decía: “La política es la continuación de los negocios”
Hay que recordar que cuando intentó ingresar en el mundo del fútbol, Tinelli empezó como vice presidente de San Lorenzo. Luego aspiró a ser presidente de la AFA, cuando creía que había reglas de juego limpias y se olvidó- o no sabía- que dónde se juega mucho dinero, hay una fuerte apuesta en la disputa por el poder. Como en las ´joditas’ que él armaba, o las cámaras ocultas de los 90, en esa elección se observó el humor pesado de quienes manejan desde hace muchos años la AFA (los discípulos de Grondona). Esa elección terminó en un empate, pero había menos cantidad de votantes. Se dijo que se fue de esta experiencia muy enojado. Luego con el cambio de gobierno el presidente lo cita en la Casa Rosada. Al tiempo nos enteramos, que la productora que lo había contratado (en los millones que se mueven y que la gente desconoce) tenía embargado su capital.
Por los medios del espectáculo se generó durante unos meses esa intriga de que estaba quebrado y que tal vez no volvía a la TV. Luego volvió con una productora nueva, y con sus fieles clowns que lo veneran.
Los encuentros Maza-Lavagna
Los encuentros con Mazza, Lavagna y todo aquel que lo invitara para una foto aumentaron más las expectativas: decían que se tiraba a gobernador, vice y hasta presidente. Los movileros de la farándula no pierden ocasión en preguntar en sus notas “si lo votarían a Tinelli” . Es una prueba fuerte, para los actores, actrices, modelos, ‘gatos’ etc, ya que deben poner en consideración no solo su inteligencia, sino su conocimiento político. Se escuchaban frases como: “no ganamos un político, perdemos un productor del espectáculo”. Otros ponzoñosos agregan: “no juega para ningún partido, él es tinellista”.
Finalmente se acusan de ser envidiosos, y esto tiene el tufillo de otro de la década menemista: Sofovich. Quien había llegado al cargo de director del canal de la TV pública, y manejaba la pauta oficial y todo lo que su productora facturaba (porque ahí está el negocio de llegar por los cargos políticos).
El creador de ‘Polémica en el bar’ y ‘La peluquería de Don Mateo’ (que vuelven y vuelven) se jactaba de la nueva moral del liberalismo en esa década. ‘Le tenían envidia porque era exitoso’. Y eso suena a otra frase que se puso en boga en estos últimos 3 años: ‘Tiene plata así que no va a robar’…la gente cree en esas frases, que son aún menos certeras que las de las divas de TV.
Susana Giménez, reconoce que ‘las cosas están mal’ pero que lo volvería a votar a Macri; sus últimas declaraciones nos advierte y tienen ese contundente slogan que puede hacer cualquier político descerebrado de derecha: “le tengo miedo al populismo, al comunismo, a la zurda” .
Carlos Liendro
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