El cáncer «no positivo» diagnosticado a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, abrió un debate inesperado sobre el error de la apreciación medica inicial y las innumerables conjeturas políticas tejidas antes y después que se descubriera que la jefa de Estado no padecía esa enfermedad. Entre la enorme cantidad de articulos publicados sobre el tema, figura uno firmado por Gustavo Cirelli, en el ultra kirchnerista Tiempo Argentino.
Alli se criltica al diario Clarin por abordar la cuestion en base a «conjeturas, especulación rancia, con un fin claro: confundir, construir un relato que dañe la credibilidad sobre lo ocurrido y, por ende, a los argentinos; salpicar de incertidumbre con una vulgaridad tal que podría traducirse en algo por estilo (sic): «Si el gobierno es capaz de engañarnos sobre la salud de la presidenta qué queda, entonces, para el resto de los asuntos del Estado.»
No es intencion del autor de esta columna abordar en su regreso a esta sección luego de una prolongada ausencia, el tema de la salud presidencial. Como se vera, el objetivo es una observación puntual sobre la batalla mediática trenzada entre uno de los medios ultra oficialistas y los que -por no ser obsecuentes con las politicas publicas- son tildados de «opositores» y hasta de «desestabilizadores y golpistas».
Tiempo Argentino no es decididamente un diario de consulta obligada ni pasara por la historia como el oráculo periodístico nacional. Seguramente quedara relegado a los anaqueles menos requeridos de las hemerotecas y a los ganchos mas accesibles de las verdulerias. Su pagina web no especifica la cantidad de visitas diarias que recibe, cuando es facilmente comprobable que Clarin y La Nacion, tienen un promedio de 500 mil visitas diarias.
Un repaso por su staff de periodistas tampoco remite a un escritorio de plumas calificadas. Su diseño es clasico y poco atractivo desde lo estético. Esta a años luz de Pagina 12, que pese a su conversion al kirchnerismo y a la consiguiente perdida de lectores, sigue siendo un espejo de creatividad y calidad literaria. Aun asi, queda claro que la forzada inserción de TA entre los medios graficos, no es por ser una especie de Cenicienta, llena de buenas intenciones y necesitada de hadas madrinas para sobrevivir. Es, al igual que la señal de cable CN23, un mediocre propalador de los intereses del Gobierno, sin lugar a criticas ni cuestionamientos.
Entre las bases de su fundacion, Tiempo Argentino, segun las palabras de su director, Eduardo Caballero, aspira a ser «un diario generalista, plural, progresista, democratico y comprometido». Sin embargo, algunas lineas mas abajo de la descripcion publicada en Wikipedia, Caballero parece contradecirse cuando afirma que Tiempo Argentino «no sera un medio independiente» y agrega que «nosotros estamos comprometidos con la verdad y el equilibrio.
Actualmente -afirma el editor- la mayoria de los diarios del sistema tradicional le esta faltando el respeto a la gente. Cambiaron la agenda periodística por sus intereses comerciales y se convirtieron en partidos políticos». Caballero concluye asegurando que estos medios «manipulan la información en extremo».
El actual Tiempo Argentino, no tiene vinculacion alguna con el homónimo que circulo durante los años del gobierno de Raul Alfonsin y que cerro poco después por problemas de financiamiento debido entre otras cosas a su bajo nivel de ventas. A pesar de tener una bajisima tirada -36 mil ejemplares semanales- TA no deberia tener los mismos problemas que el original. Forma parte del virtual multimedios creado con el beneplacito del gobierno nacional y por supuesto con el suculento y generoso aporte de la pauta oficial, cuyo gasto, ascenderia actualmente a 2 millones de pesos diarios.
En esa grilla se incluyen el eufemismo llamado Televisión Publica y su nave de vanguardia, 6,7,8 y los otros canales estatales Encuentro, INCA TV y Paka-Paka, que funcionan bajo el presupuesto oficial. A ellos habría que sumarle el espacio del fútbol que pagan todos, que invade la pantalla con latosa y repetida propaganda oficial. Estas señales integran el listado de la Television Digital, un sistema de transmisión por aire, cuyos decodificadores son entregados «gratuitamente» por el Gobierno Nacional en franca competencia con el sistema tradicional de cable.
Y para disipar que a esa nueva tecnologia acceda cualquier atisbo de pensamiento independiente, el Estado diseño una estrategia que se presenta como de apoyo y aliento a las producciones locales. Sin embargo parece esconder intención: aspira a llenar esos espacios de «contenidos» regionales a través de concursos para producir documentales, series y ficciones, cuyos autores terminarian pasando al redil oficialista ya que nadie se atreveria a morder la mano de quien les permite publicar sus proyectos.
El caso de TA, esta dentro de un multimedios privado, cuyo titular es el empresario Sergio Szpolski, quien desde su aparicion en el escenario ultra oficilialista habria recibido un caudal publicitario cercano a los 100 millones de pesos. Una cifra que no se condice con el escaso nivel de ventas y el raquitico porcentaje de audiencia de sus espacios audio visuales.
Solo entre 2009 y 2010, el grupo Szpolski, según la organización Poder Ciudadano, recibio casi 35 millones de pesos. A eso hay que sumarle, según un articulo publicado por Miguel Winasky, la pauta recibida por Radio América y FM Aspen comprados por Szpolski a principios de 2009 y las sumas recibidas por Electroingenieria, una de las empresas top de la obra publica kirchnerista, propietaria de Radio del Plata, en la cual SS es director comercial.
Previamente, había comprado el paquete mayoritario de la revista Veintitrés, creada por Jorge Lanata un par de años antes y con un estilo editorial diametralmente opuesto al que le impuso su nuevo dueño. Szpolsky también adquirió otros medios como la agencia de noticias Infosic y termino comprando el paquete accionario de Infobae, habiendo sido socio minoritario de Daniel Hadad, otro empresario acostumbrado a cobijarse bajo el calor oficialista, sin reparar demasiado en su perfil ideológico. Se apoderó del histórico y emblemático Buenos Aires Herald, para luego venderlo a los actuales propietarios de Ambito Financiero.
En 2008 creo sucesivamente nuevos medios como el diario de distribución gratuita El Argentino y el semanario Miradas al Sur, en cuyas paginas desbordan, según los analistas del sector, las operaciones favorables al Gobierno, fustigando a periodistas o politicos que no son funcionales a la casa Rosada.
Szpolsky tambien aparece vinculado a una denuncia formulada por el ex fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, contra el ex secretario de Medios, Enrique Albistur, por la distribucion irregular de la pauta oficial. La denuncia apunta al ex director general de Comunicaciones, Gustavo Fernández Russo, quien se sumo a una sociedad que creo la empresa Periodismo Universitario, cuyo gerente era precisamente Szpolsky.
Según Garrido, esta empresa, responsable del periodico «La U» con distribución en las universidades, recibió entre 2004 y 2007, casi siete millones y medio de pesos de publicidad oficial. Garrido denuncio a Fernández Russo por «negociaciones incompatibbes con la funcion publica, para favorecer su propio interes y los de un tercero».
Szpolski habia tenido problemas mas severos aun como directivo del Banco Patricios y como tesorero de la AMIA, cuyos empleados perdieron todos sus ahorros cuando la entidad financiera quebro en medio de un escándalo mayúsculo en 1998. El empresario estuvo procesado por estafa en el marco de la causa que investigó su quiebra fraudulenta, junto a Hector Kleiman y los hermanos Alberto y Elio Szpolsky.
Un fallo judicial establecio que hubo un eventual manejo fraudulento cometido por los directivos del Banco Patricios en operatorias con empresas vinculadas. Una resolucion similar emitio el entonces juez Gabriel Cavallo, para quien la operatoria crediticia del Patricios «representó un manifiesto lucro (indebido) para los beneficiarios de tales préstamos, a los cuales, de haberse adoptado todos los recaudos del caso, no hubieran podido acceder». Fue uno de los pocos miembros expulsados de la organizacion, aunque luego volvio a ser admitido.
Sobre esta situacion se le adjudican a Szpolski expresiones peyorativas y desubicadas sobre el patrimonio de las victimas de la explosion sufrida por la entidad judia. Sin embargo, al pertenecer al ambito de comentarios anonimos, no seria valido reproducirlas aqui, aunque su contenido de ser cierto, no pueden menos que provocar repugnancia e indignación.
Sea como fuere, es evidente que el crecimiento patrimonial y mediatico de Sergio Spolski, se genero en la epoca kirchnerista, que al igual que otros empresarios o grupos como Rudy Ulloa o Vila-Manzano, se expandieron bendecidos con la suculenta pauta oficial. Juan Domingo Peron acuño una frase que tal vez resuma el humor electoral y la verdadera injerencia de los medios en la opinion publica cuando dijo «gane con todos los medios en contra y perdí con todos los medios a favor».
Si se mide por la escasa circulación de los medios gráficos ultra oficialistas o por los bajísimos niveles de audiencia de las propaladoras radiales y televisivas propias y afines, jamas podria atribuirse el abultado triunfo electoral a su influencia periodistica. Sin duda fueron otros factres con mucho mayor grado de convencimiento que los halagos y obsecuencias con que se construye el relato oficial.
Aun asi para el kirchnerismo obtener la hegemonía de los medios de prensa no solo parece un objetivo sino mas bien una obsesion. Tiempo Argentino es solo un experimento pasajero y descartable, pero muy caro para los miles y miles de lectores que ni siquera saben que existe.
- Héctor Alí
Periodista