Mujeres desde una posición católica burguesa y de sumisión femenina de este sistema patriarcal, flagelador, asesino de mujeres, mostraron en Salta su lógica ofensa contra una tetas al viento, torsos semi desnudos, protestas frente a una iglesia o pintadas.
La Marcha del Encuentro del domingo 12 de octubre, tuvo dos posiciones contrastantes. Una que eligió el camino de la manifestación pacífica, y otro muy minúsculo de mujeres que fue al choque contra grupos católicos ortodoxos. El resultado de este episodio fue que sacó a la luz, el odio y el resentimiento contra el prójimo a quien se pregona amar.
La política de la Iglesia Católica no estuvo ausente, ni el gobierno bipolar que apoyó ambas posturas. El obispado hizo su juego con sus tentativas provocadoras, con una campaña de miedo y mentiras para generar estos minúsculos incidentes.
La reacción se hizo esperar y no fue otra cosa que un acto de rebelión contra el sistema que las mata, las acosa a diario en este país y en el mundo. La lucha que persiguen es en lógica defensa como ser humano, por la supervivencia, la precarización laboral, contra la violencia de género y la impunidad en todas sus formas y por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Las mujeres católicas explotaron en las redes sociales. Todas, incluso colegas del medio periodístico mostraron su peor costado católico repudiando un reclamo legítimo, mas allá del artificio mediático, político conservador, feudal que se vendió y enfrentó a mujeres contra mujeres.
Se caen las caretas porque hoy vimos que no son sólo hombres los misóginos.
Celebro este resultado del encuentro porque visibiliza la problemática que excede al machismo imperante. El odio viene también de su propio género según los lacerantes comentarios que se pueden leer bajo las fotos publicadas por medios clandestino para enfrentar y generar odio.
Lo bueno es que ahora sabemos quienes están cómodamente adaptadas al sistema machista y régimen católico imperante y que no quieren ningún cambio.
Ahora sabemos quienes son el/las que eligieron quedarse en la anécdota, de las tetas, las pintadas o la ofensa católica. Son quienes les importa un carajo la cruel realidad que vive la mujer y eligen santificarse cuando ven una mujeres desnudas o besándose.
Por suerte son muchas más las que eligieron la lucha; eligieron rebelarse como sea y contra lo que sea que les impida vivir libres; eligieron no vivir más en un sistema machista con el temor diario a morir, a ser quemadas vivas, a la violación, a la discriminación y otros peores flagelos que le suceden a diario!
Valoro la lucha como una valiente decisión por su supervivencia, que no es poco.
- José Acho
Periodista
- Foto Marcos Valdiviezo
de Nuevo Diario