Sobre el llamativo nombre elegido, cabe recordar que el general Roca Roca fue el principal impulsor de la campaña conocida como la Conquista del Desierto. Su objetivo era expandir el territorio argentino hacia el sur, principalmente en la Patagonia. Pero no eran los únicos. Tenía también motivos estratégicos y económicos. Quería tomar el control argentino sobre estas tierras y, al mismo tiempo, eliminar la resistencia indígena.
Por las características similares, estas nuevas acciones militares de las Fuerzas Armadas al mando de Milei, sería como una segunda incursión que todos esperamos que no tenga los mismos fines, como la persecución, la matanza y el apoderamiento de las tierras de las comunidades originarias.
Según los planes del Gobierno la incursión que se inició el 27 de agosto, se extenderá hasta el 15 de diciembre de 2025. El supuesto objetivo actual es la vigilancia y el control de áreas no urbanas y pasos fronterizos no habilitados.
El despliegue autorizado por la Resolución 727/2025, se realiza en coordinación con el Ministerio de Seguridad Nacional, fuerzas federales y provinciales, bajo la supervisión del Comando Conjunto Subordinado Zona de Frontera 1/25.
La Gendarmería y Finca Karina
La puesta en marcha de las FF.AA. para este operativo es un hecho que se superpone a las obligaciones correspondientes atribuidas a las fuerzas de Gendarmería Nacional, bajo la órbita de Patricia Bullrich. Al parecer esta fuerza curiosamente hizo la vista gorda a sus obligaciones, sobre todo por lo ocurrido con «Finca Karina» en Aguas Blancas, que hasta hace pocas semanas, funcionaba a cielo abierto con una «aduana paralela».
Mucho antes, mientras y después del anuncio de la construcción del famoso «cerco perimetral» en Aguas Blancas, varios medios locales y nacionales ya denunciaban la existencia de Finca Karina, pero no se hizo nada. Al mismo tiempo se hizo un acto público al cual concurrió la propia Bullrich, quien con bombos y platillos se sacó la foto poniendo un poste inaugural.
Ese peaje ilegal fronterizo en Aguas Blancas según los cálculos movía más de $4 millones por día en la frontera Salta–Bolivia y funcionaba desde principio de año hasta incluso los primeros días de agosto.
Es decir, mientras a 2 kilómetros se hacía el acto la construcción del alambrado perimetral, Bullrich y la propia Gendarmería Nacional no podían no saber de la existencia del millonario negocio clandestino que operaba a plena luz del día en Aguas Blancas, en la frontera norte, a orillas del río Bermejo.
A la vista de Gendarmería en Finca Karina se cobraban peajes ilegales por el paso de mercadería, neumáticos, autos, camionetas y electrodomésticos de gran porte hacia y desde Bolivia, en un esquema que funcionaba de forma aceitad, pero recién fue descubierto y desarticulado a principios de agosto.
Los objetivos a la vista
Tras este escandaloso episodio, el anuncio del comienzo oficial del operativo “Julio Argentino Roca” en la frontera de Salta, abre nuevos interrogantes a partir de lo que según se dijo implementará un sistema de registro de información, seguridad en la frontera, contribuir a la demarcación de los límites internacionales y garantizar la coordinación legal y judicial en la jurisdicción de Salta, cumpliendo con las leyes de Defensa Nacional, Seguridad Interior e Inteligencia Nacional.
Este “Operativo Roca” se integra con el «Plan Güemes», del Gobierno de la Provincia vigente desde el año pasado, que también apunta al control estatal en el nuevo corredor fronterizo llamado «zona crítica», que abarca Tartagal, Aguaray y Salvador Mazza. Lo que se espera la ciudadanía es que, todo este operativo nacional y provincial, sirva para que haya otras «fincas Karinas» funcionando a la vista de todos los controles.
Sobre el título del Operativo, Roca es visto de repente por una parte de los argentinos como un héroe nacional, mientras que la historia lo recuerda mucho más por su papel en la exterminación de culturas indígenas. Esta dualidad en la interpretación de su figura refleja las tensiones en la historia argentina en torno a temas de identidad, diversidad cultural y justicia social.
Julio Argentino Roca es una figura compleja en la historia argentina, rescatada por el gobierno de Javier Milei como una provocación más, cuyas acciones y políticas buscan ser más un impacto destructivo que una solución.
