Me he enterado con preocupación del ataque, entre otras estatuas, a la ecuestre del general Martín Miguel de Güemes, de la que se han sustraído las riendas, las espuelas y la espada. Con ese motivo envié sendas cartas de lectores a La Nación y La Prensa las que fueron publicadas –la aparecida en La Nación algo parcelada- el 29 de julio del año en curso.
Anoto allí que la estatua dañada se trata de un bronce del escultor Hernando Bucci, artista de formas expresivas así calificado y clasificado por Romualdo Brughetti (“Nueva historia de la pintura y la escultura en la Argentina”, Buenos Aires, 2000) que tiene por antecedente histórico y estético el emplazado en la ciudad de Salta, obra de Victor Garino (1878-1958), que inauguró el presidente de facto José Félix Uriburu el 20 de febrero de 1931 cuando era interventor federal de la Provincia el general Gregorio Vélez. Y subrayo en dichas cartas que sobre el monumento presa del vandalismo, que luce en Avda. Figueroa Alcorta y La Pampa, no es dato nuevo su abandono y deterioro, circunstancias denunciadas ya por el Instituto Güemesiano de Salta en el Boletín Güemesiano (Nro. 114 de octubre de 2009).
Expreso asimismo, que quizá sea oportuno recordar a partir del triste estado en que se encuentra ese bronce y también su pedestal de veinte metros de altura hecho en piedra traída desde Salta, la tardanza en que incurrieron sucesivos gobiernos para hacer efectiva la ley Nro. 5.689 de 10 de octubre de 1908, promulgada por José Figueroa Alcorta y sancionada a inspiración de Joaquín Castellanos, que disponía erigir en Buenos Aires la estatua de Martín Miguel de Güemes, así como la de los generales de la Independencia Juan Gregorio de Las Heras y Juan Antonio Álvarez de Arenales.
Recién se dispuso su emplazamiento en 1977 por Ordenanza Municipal y se inauguró en la tarde del 22 de marzo de 1981. (Alguna vez en un artículo que publiqué hace una década en la revista salteña Claves, me lamenté de que significativamente los homenajes estatuarios a Güemes se llevaron a cabo bajo dictaduras militares, como que otra figura más pequeña en la que se ve al prócer de pie y que se halla en la porteña plaza Grand Bourg, próxima al Instituto Nacional Sanmartiniano, se inauguró durante el gobierno de Lanusse. Sin duda obedeció ello a la pretensión por el poder de usufructuar su figura a la que quitaron toda connotación revolucionaria y popular; pero también, triste es decirlo, en razón de la desidia de los gobiernos constitucionales para emplazar los monumentos debidos a su gloria.)
El profesor Carlos Gregorio Romero Sosa, quien a través de artículos y conferencias fue uno de los principales promotores aquí de ese moroso homenaje al “Héroe Gaucho” lamentablemente dañado según consignan los periódicos, concurrió al acto de inauguración en aquel recién comenzado otoño de hace treinta y un años en representación de la Academia del Instituto Güemesiano de Salta –el órgano de investigación y estudio del Instituto Güemesiano fundado el 17 de junio de 1977 y del que era miembro de número- por especial designación suscripta por el entonces presidente de la corporación el historiador Luis Oscar Colmenares. Desde entonces mi padre lució con orgullo aquel documento en su biblioteca junto a una fotografía suya en el palco oficial.
- Carlos María Romero Sosa
Abogado y escritor.
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El robo y los daños
Apropósito de los daños ocasionados en el monumento al General Güemes que se erige en la Ciudad de Buenos Aires, la senadora nacional salteña Sonia Escudero presentó un proyecto para que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de la Policía Federal y la Comisión Nacional de Museos, informe las medidas que se tomarán para proteger los monumentos que recuerdan a los Héroes de la Nación que se emplazan en la ciudad de Buenos Aires.
El monumento emplazado en los bosques de Palermo, se convirtió en blanco de asaltantes quiénes robaron objetos de bronce entre ellos el sable, las espuelas y riendas de su caballo.
La estatua de bronce, ubicada sobre la avenida Figueroa Alcorta y Pampa, fue obsequiada en 1981 por el gobierno de la provincia de Salta a la Ciudad de Buenos Aires.
- Fuente Nuevo Diario de Salta