Los Cadillacs y Los Cafres actuaron en Salta solo para fanáticos. Al Quilmes Rock 2009 concurrieron a un Delmi (con capacidad para 10 mil) poco más de tres mil personas, según datos de SADAIC Salta. Se supo que del total, sólo pagaron las entradas menos de la mitad, el resto fueron invitaciones para los auspiciantes.
De esta forma nuestra provincia fue la que menos gente convocó a la fiesta rockera itinerante de todo el país. Muchos atribuyeron el escaso público registrado, a los precios que oscilaban entre los 70 la más barata y 130 pesos la más cara. En Tucumán a $60 la entrada general, convocaron a más de 6 mil personas.
¿8 mil personas?
Una vez más a la producción rockera local sin duda no le cerraron los números. Y tampoco están contentos con un matutino romerista que se fue al extremo. El diario de tamaño grande que en su crónica, con velada torpeza, infló a casi el triple la concurrencia real, asegurando que 8 mil personas vibraron en el Delmi (¿?). (Quizás este cronista publicó los datos del Quilmes Rock en Buenos Aires).
Bastó con recurrir a fuentes algo más seguras de SADAIC Salta, para desmentir esas inverosímiles cifras. Aun horas antes del show no se habían vendido más que 800 entradas anticipadas, las que luego, habrían subido a unas 1.500 personas más, tras la decisión de último momento de rematar en ventanilla la entrada general $50. (Los que pagaron $130, bien gracias, muy felices y contentos)
Con mucha menos suerte que con el Indio Solari, las expectativas tampoco se cumplieron para el pueblo salteño, ya que el apoyo de nuestras autoridades del Ministerio de Turismo y Cultura, junto a “Troka Comunicaciones”, fue similar al masivo encuentro rockero del Indio. Esta vez el resultado no fue tan productivo. Quizás se podría atribuir a un mal cálculo en el costo de las entradas para una Salta no tan floreciente como puede parecer.
Funcionarios rockeros
La verdadera fiesta, lógicamente para unos pocos, se vivió atras del enorme escenario del estadio Delmi. Fuera del tinglado, fresco y al aire libre, se instaló una moderna carpa el sector V.I.P. de Quilmes para invitados exclusivos; con atención de hermosas promotoras, en el sector compuesto por un living bar, con lo mejor de su cerveza libre y un catering de finos bocaditos, pizas y empanadas.
En este sector, muy distendidos con ropa informal “rockera”, se los vio disfrutar, en su papel de invitados VIP o como auspiciantes, del Quilmes Rock 2009 a Federico Posadas, Ministro de Turismo y Cultura y a Mariano Ovejero, Secretario de Cultura, un abogado funcionario poco afecto a los actos culturales pero que al parecer gusta del rock.
Tibio show, calor infernal
En cuanto a la organización y el resultado artístico del show, todo se desenvolvió como estaba anunciado, sin mayores sobresaltos. Salvo el calor infernal en el interior de un estadio. La escasa circulación de aire y la insuficiente ventilación, produjo algunos espasmos o sofocones en la platea femenina que eligió apretujarse frente al escenario.
El show en un balance general fue tibio contrariamente al sofocante calor del estadio. Arrancó puntualmente a las 19 horas, bien arriba con el Ska furioso de Calmaniño, seguido por el rock de Perro Ciego, para dar paso al monótono sonido reggae de Los Cafres. Luego de una larga pausa el estadio explotó de calor, con la presencia de los Fabulosos Cadillacs. Aunque el grupo que recibió la excitación de enfervorizados fanáticos, la devolución del grupo no fue tanto como esperaban sus seguidores.
La banda con un inefable Vicentico con polleras, arrancó con un tema fuerte de su repertorio clásico, para luego cumplir con el resto del repertorio “de taquito”, como un trámite más, aun cuando la fecha Salta indicaba el cierre de su gira en el Norte del país.
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