Niños y ancianos último foco de resistencia indígenas en el Norte de Salta, son víctimas permanentes de una compleja y cruda realidad de las comunidades indígenas del Chaco salteño. A ese lento y sistemático proceso de exterminio están sometidos habitantes de la etnia wichi como lo relata esta crónica.
Cada tanto el Nuevo Diario de Salta, refleja la cruda realidad como resultado de la pobreza estructural que que se registra el Norte de la Argentina.
Una crónica del último verano salteño, daba cuenta que en menos de un mes, entre el 20 de diciembre del 2016 y el 19 de enero de 2017, en menos de dos meses, dos niñas completaron la suma de siete muertes por causas relacionadas a la desnutrición.
Se debe remarcar que esta cifra es la que descubre y publica solo cierto sector del periodismo y que luego, como no se puede ocultar, irremediablemente se confirma desde del Ministerio de Salud en forma oficial.
Las víctimas son todos chicos de comunidades originiarias de la zona norte de la provincia. En algunos casos con mucha suerte pueden llegar al hospital más cercano, familiares con enfermos y quizás cuando encuentran médicos o camas para ser asistidos de urgencia, ya es demasiado tarde.
En la época de verano las crónicas destacan que en el norte de Salta una de las zonas más vulnerables para la primera infancia, las temperaturas llegan a los 55°C., y la cantidad de chicos enfermos que llegan por vómitos y diarrea, superan las 18 camas de la parte de pediatría de los olvidados o devastados hospitales de la zona.
Refuerzo estival que no alcanza
Pese a todos los esfuerzos que cada año promociona por los medios el Gobierno de Salta, la temporada de supuesto “refuerzo estival” dejó nuevamente este año numerosas najas en las familias de comunidades wichis, cada año.
En su período más crítico de este último diciembre de 2016, la estadística marcó que en solo siete días fallecieron tres niños de la comunidad wichi, uno a atrás del otro.
Ocurrió entre el 13 y 20 de diciembre del año pasado. Los tres chicos eran menores de cuatro años y de la etnia wichi, oriundos de distintos parajes olvidados de Santa Victoria Este. La información llega a la ciudad a través de Radio Nacional Salta y luego confirmada por la Secretaria de Nutrición, Gladys Pernas.
El primer caso fue de Graciela Avallay, de 3 años y 8 meses falleció por una complicación respiratoria. En este caso, la médica dijo que la niña “estaba en peso para su edad y altura”, e incluida en el sistema de atención primaria de la Salud con controles. Pero igual murió.
El parte médico decía que había ingresado al Hospital de Santa Victoria Este, tras una convulsión febril, con dificultad respiratoria. No se conocen las razones, pero la familia decidió retirarla del hospital. Cuando se la buscó y la encontraron ya fallecida. El parte médico dijo que fue por una infección generalizada.
Los otros dos casos son de Remiggio Sebredo, de un año, quien fue atendido en el hospital de Santa Victoria Este, pero a los 25 días regresó y pese a los tratamientos, finalmente falleció por un cuadro de gastroenteritis y deshidratación por diarrea. Su muerte se registró como ocurrida el 18 de diciembre.
Otro caso similar pasó con la niña la comunidad wichi de La Puntana, Andrea Nogal,de un año y medio de edad. Murió también por deshidratación y una infección generalizada. También estaba dentro del sistema de control médico, dado que había ingresado el 12 de diciembre gravemente deshidratada y por la distancia se preveía su traslado a Salta, a través de un vuelo sanitario. Pero no llegó a esta instancia. La niña wichi falleció el 13 de diciembre.
Al igual que en las demás víctimas, el parte médico oficial decía “infección generalizada y que no presentaba signos de desnutrición”.
Hospital sin terapia pediátrica
La médica de la zona de Santa Victoria Este, Gladys Pernas, reconoció en una entrevista con Radio Nacional, que en Tartagal no cuentan con terapia intensiva pediátrica. Esta situación es la causa por la cual los infantes con problemas de salud graves deben ser trasladados en avión sanitario a Salta Capital.
Para explicar la falta de Terapia Intensiva Pediátrica en el hospital de referencia más cercano a Santa Victoria Este, y otras localidades del norte provincial, dijo que para habilitar este sector se precisan profesionales que se desempeñen en el lugar. Y que la solución sería “abrir una convocatoria en todo el país para conseguir los recursos humanos especializados”.
Muertes de temporada
Otras muertes conocidas ocurrieron en enero de este 2017. Fue de una beba de un año y siete meses de la comunidad wichi Cañaveral, en Santa Victoria Este. Falleció el lunes 16 de enero a causa de una deshidratación grave. Al día siguiente, el martes 17 de enero, murió también una beba de un mes perteneciente a el paraje Misión La Paz, por un cuadro de bronquiolitis, también este caso es indígena wichi.
Debido a las altas temperaturas cercanas a los 55 grados centígrados y el agua contaminada de la zona, la situación se complica todos los años. Estas muertes ocurridas en enero fueron confirmadas por la gerenta del Hospital de Santa Victoria Este, Marcela Quispe y publicadas en Nuevo Diario de Salta.
Al hospital ingresan durante cada temporada entre 20 y 25 chicos por día con vómitos y diarrea. La situación es grave durante el verano. Dado que son bebes de pocos meses se debe recurrir a poner sondas intraóseas porque las venas se encuentran muy débiles. Hay chicos a quienes se les salva la vida con este método de emergencia en la zona.
La niña recién nacida era de Misión La Paz. Se llamaba Silvina Juárez, tenía poco más de un mes de vida. Llegó al Hospital un día a la madrugada con el problema respiratorio bronqueolitis que finalmente derivó en su muerte.
Enfermedades respiratorias y diarreas
La pobreza y los escasos recursos médicos siguen sumando víctimas. Una niña de la comunidad “Misión Cañaveral”, llamada Alexandra Jazmín Chico, murió también en enero. Tenía un año y siete meses. Según la historia clínica, la nena habría ingresado al Sistema de Salud unas siete veces por vómitos y diarreas.
Como ocurren en muchos casos en el Chaco Salteño, la madre es una adolescente de 14 años. Su hija fue atendida solo por un agente sanitario, no por un médico. Su final se precipitó cuando llegó al hospital de urgencia también con deshidratación grave y murió a los 30 minutos de haber ingresado al Sistema de Salud.
Estos son algunos de los tantos casos donde los médicos por protocolo oficial por orden del Gabinete Ministerial de Salud, se niega que las muertes sistemáticas de niños wichis de comunidades empobrecidas asentadas en parajes del Chaco Salteño, hayan ocurrido por desnutrición.