Tras la última decisión del presidente de la Corte de Justicia, Guillermo Posadas de rechazar a través de un decreto un nuevo pedido de acumulación de causas en contra de Romero, la Corte quedó al borde del “escándalo jurídico” y a las puertas de resolver las apelaciones del senador nacional, y así evitar ser indagado, debate que parecía poner a los ministros entre la espada y la pared.
Esto, sin embargo, no sucederá como se espera ni rápidamente, pues en los últimos días se conoció la decisión de algunos jueces de inhibirse para tratar algunos de las apelaciones hechas por Romero.
Se trata de la causa seguida contra Romero y su ex ministro de Producción, Enrique Oviedo, por el delito de “utilización de información reservada para provecho personal”, presunto delito que surge de la causa principal de La Ciénaga.
En esta causa, Oviedo es defendido por el abogado Raymundo Sosa, otra pieza clave en la estrategia del ex gobernador para frenar el trabajo de la justicia, pues la presencia de este letrado motivó la inhibición del juez de Corte, Abel Cornejo y de Guillermo Catalano.
El primero de estos ministros, declaró mantener una enemistad manifiesta con Sosa, mientras que el segundo afirmó ser demasiado amigo. Por otra parte, la jueza Susana Kaufman, también planteó su inhibición en algunas causas, en especial en las que aparece imputado el ex vicegobernador, Walter Wayar, puesto que su esposo fue representante legal del ahora diputado nacional.
Estas inhibiciones obligarán ahora a la Corte a integrar el tribunal con otros jueces, pero eso sucederá en unas causas y otras no. O sea que habrá varias Cortes conformadas para tratar las distintas apelaciones.
Esto, sin embargo, no es lo más grave, sino que al margen de la discusión jurídica que pueda darse en cada tribunal, lo que hará la diferencia será el voto de la “mayoría”.
Con esta receta surgirán pronunciamientos contradictorios, algo insólito en materia judicial, pues por un mismo caso no pueden surgir fallos diferentes. Esto es lo que los juristas llaman “Escándalo Jurídico”.
Pero lejos de evitarlo algunos jueces de la Corte se encaminan hacia esta vertiente con la consigna de “negociar” su voto y con ello lograr otros seis años más en sus puestos o algún otro futuro fuera de los tribunales.
- Fuente: Nuevo Diario de Salta
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