Primera función del teatro
- Por José Gauffin
Reconozco que la noticia me sorprendió, más aun cuando advertí que ya tienen el proyecto para el llamado a licitación. “Salta tendrá un espacio para producciones artísticas independientes en el predio del CCM” (Centro Cívico Municipal). Para que el lector se ubique perfectamente, se proyecta construir el Teatro Cubo, tal es el nombre que se le da por su concepto de diseño, en el sector Sur de la actual playa de estacionamiento del Centro Cívico Municipal.
Permítanme, para que no queden dudas sobre mi particular valoración de las producciones artísticas y en particular del teatro, escribir primeramente unas líneas en este sentido.
Todos sabemos perfectamente que es una actividad artística a través de la cual se expresan pensamientos, ideas y sentimientos. Es una expresión fascinante que se completa y se revive en cada función. Hacer teatro permite también conocer a fondo nuestro cuerpo, fortalecer la memoria y afianzar la dicción y la voz, produciendo un crecimiento individual indiscutido. Vaya si no es importante incentivar la práctica y la generación de producciones artísticas en el ámbito del teatro.
Vaya si no es importante poder concretar un ámbito más para esto, especialmente para nuestros niños, jóvenes y adultos mayores, adquiriendo un valor educativo y terapéutico único. Coincido totalmente con lo que seguramente es el objetivo del Instituto Nacional de Teatro, quien financia mayoritariamente la construcción del teatro. Es una política pública nacional que para ser realmente exitosa en todo el país debe ser adecuada a las características de cada lugar, a la realidad local como se dice normalmente.
Ahora permítanme cuestionar seriamente su implementación en Salta y particularmente el lugar donde se piensa construirlo.
Algunos de los argumentos que trascendieron exaltando su localización en la playa de estacionamiento del Centro Cívico son que se lleva el teatro al sur de la ciudad, que es un lugar seguro e iluminado. Pues en realidad es solo el sur del macro centro, seguimos concentrando actividades en el centro de la ciudad, congestionado su tránsito y comprometiendo cada vez más su infraestructura y no le damos vida propia a otros sectores de la ciudad.
Deberíamos iluminar verdaderamente otros sectores de la ciudad, en este caso con una actividad tan buena como la del teatro, porque no solo se trata de encender foquitos para esto. El sur lo necesita y también sus jóvenes. Hay sobrados lugares, sobre las grandes avenidas del sur -Monseñor Tavella, Ex Combatientes de Malvinas e Ing. Mario Banchik- como para localizar el Teatro Cubo. Es solo cuestión de hacer una eficiente y rápida gestión. Constituiría una verdadera acción de transformación urbana, revalorizando el potencial creativo y artístico de sus habitantes.
Peor aún si analizamos la función específica y el uso que tiene actualmente la playa de estacionamiento del CCM, que colapsa todas las mañanas. No es cierto que es un sector poco usado. Sacarle definitivamente el 15 % de su capacidad para construir el Teatro Cubo es no mirar más allá de sus propias narices.
Se trata de un criterio simplista, que no entiende ni valora las características de un centro cívico en permanente crecimiento por su propia actividad. Ya se hicieron ampliaciones sobre el sector del Tribunal de Faltas y actualmente se está construyendo una Sala de Control de Tránsito. El CCM siempre estará creciendo y siempre deberá atenderse particularmente la comodidad del acceso y estacionamiento de los que trabajan en él y los vecinos que diariamente concurren a realizar trámites.
Quitarle tamaño espacio al estacionamiento, poniendo una actividad ajena, es un criterio propio de quien no tiene una visión holística de cómo “vive y se desarrolla” un edificio como el CCM en el tiempo. Evidentemente por ahora solo prevalece un criterio oportunista y financiero, sin pensar en la gente.
Finalmente quiero como salteño cuestionar algo que permanentemente nos sucede y que constituye casi una tragedia digna de ser producida y puesta en escena en el mismo Teatro Cubo. Siempre nos imponen el paquete atado. Se dice que así es la operatoria, que el proyecto viene sujeto al financiamiento. Para los que defendemos realmente la producción y el trabajo salteño, entendemos que en ello también está el conocimiento, la capacidad y la calidad de nuestros profesionales, de la arquitectura en este caso particular. Llama la atención la falta de defensa de lo nuestro.
Hay que construir el Teatro Cubo, pero todo y todos, merecen un poco más de esfuerzo y gestión de los funcionarios municipales.
Hay que atreverse a pensar una ciudad mejor para todos los salteños.
- José Miguel Gauffin
Ingeniero en construcciones, dirigente del Partido Renovador de Salta. _ Emprendedor con compromiso social y ambiental.
Columnas de opinión: www.josegauffin.blogspot.com
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