El golpismo judicial dado por los tres jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, todos sospechados de corrupción fusilaron la democracia y el derecho a voto popular. No es solo que confirmaron una condena sino sancionaron, ejecutaron o bajaron su guillotina para la muerte civil de una candidata, y con ella la institucionalidad de un país.
Sin dar lugar a revisar los polémicos planteos del caso cercenaron en tiempo récord para la ratificación de una condena y los fundamentos de un proceso democrático. Hay quienes dicen que lo hicieron por una venganza de Héctor Magneto y Paolo Rocca, por odio y miedo a su retorno como candidata, o por orden del FMI.
Lo cierto es que aquí hay indicios claros de que hay una justicia «delibery» para la ratificación de una condena que parte de un Poder Judicial desprestigiado que, con el poder de turno son genuflexos y cuando lo pierden son implacables.
¡En el país de la libertad carajo!
Aquí, la periodista peruana Laura Arroyo en su editorial de la fecha de un canal español, plantea una visión exterior de lo que significa este hecho de una forma mucho más categórica. Solo recomiendo escucharla atentamente.
Son 8 minutos de una editorial que les puedo asegurar es contundente de principio a fin y punto por punto certera; sobre como a la Argentina estos tres jueces al servicio del capitalismo salvaje tiraron por la borda la democracia.
No se pierdan el cierre conceptual de su análisis porque tiene todo un mensaje para los que de verdad queremos el bien de este país.
"Cristina Kirchner se salvó de una bala, pero no del lawfare que pretende el mismo resultado"
— El Tablero | Canal Red (@ElTablero_TV) June 11, 2025
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