En nuestro artículo anterior – Ver “El volcán que se viene” (I),- describimos a los monos sabios , en su mayoría invasores que desviaron los cursos de agua en Tartagal, Los Sauces (Arias) los Tagaretes de Tinéo, Virrey Toledo, Entre Ríos. La Merced, Cerrillos, El Toro ( en su afluente de Río Ancho o Velarde) y tantos otros arroyos y ríos de nuestros valles y quebradas.
¡Irresponsables! Terroristas de la Madre Naturaleza en su creación divina y su natural evolución creática. El agua, vuelve y reabre los cauces de la intromisión de la celestial creación. Ella es vivencia y retrospección sabia, admirablemente preñante. Las serpientes y las ninfas saborean la sal de la vida reproductiva.
Walter Pitman y William Ryan, académicos de la Universidad de Columbia, estudiaron la avalancha gigantesca del Mediterráneo hacia el Mar Negro. Un lago ciclópeo de derretimiento de glaciales en la última era gelida, recibió abruptamente por el estrecho del Bósforo, las aguas saladas del mar más histórico de la era. La escalada salvaje, tan irruptuosa, desencadenó el DILUBIO.
Noé, que tenía diálogo con el Señor, inventó el vino de uva en su barca, se lo tomó y se embriagó delante de sus hijos y sus concubinas, Al lado de su esposa principal, con quien durmió esa noche después del desatino divino y pudo gozar el desprépito grávido e imponentemente terrible.
Cuántos diluvios ocurrieron por la torpeza invasora. Primero en esta época (2010) fue Machu Pichu, luego Tumbaya, Reyes, Yala, San Bernardo de las Zorras y quien sabe en qué otro paraje, sólo los sabios saben..
El aluvión es implacable..
Cuando el torrente acuoso toma contacto hacia las profundidades con la lava, el volcán, hierve y escupe agua y barro caliente. Es un baño asesino e implacable.
Cientos de arroyos y decenas de ríos, siembran de agua nuestra cuenca. Los derretimientos de las nieves montañosas generan corrientes cristalinas, puras, metamorciadas de minerales creativos y dulces montaraces corrientes de cerros nutrientes salteños y en sus sueños acuosos nutren el firmamento estelar de húmedos espectros altivos y penetrantemente vallistos. Es un espejo de espectacularidad.
Un paisaje afrodisíaco, erótico y hasta pétreo paradisíaco.
Los duendes duermen pasivamente, un paisaje que es único en América, duermen pesadilladamente los lirios de la noche nupcial y derretidamente la cópula carnal.
El río Juramento, más precisamente El Pasaje, recibe el Calchaqui, el Sauce (Arias) y el Guachipas.
El Bermejo, nace del Río Grande de Tarija y del San Francisco (grande). Ocultos, el Iruya, el Santa Victoria y el Orán, que desembocan inflexiblemente en río Caldera, que ocurrentemente viene del Nubes. en el maldito cerro Castilla. De allí viene tronando el Vaqueros, para llegar al Guemes. ¡Que correría de agua!
Algunos de los que desviaron cursos, viven todavía en nuestra “linda”. Pagarán alguna vez sus irresponsabilidades públicas, por lo menos el juicio histórico. Que sabia fue la Institución del “juicio de residencia”, calificadamente minuciosa en las “7 Partidas de Alfonso X el sabio”.
Recuerdo el discurso del entonces concejal Ernesto Victorino Solá, el popular “Curro” en los ´80 cuando propuso instaurar justamente el “juicio de residencia” de los funcionarios.
No fue convenientemente entendido, pero jalonó un precedente histórico que vale la pena exhumar.
“Tal vez llegó la concepción tras observar que todas las cosas tienen un alimento húmedo y que el calor se produce y se mantiene en la humedad”. (Tales de Mileto).
Todo es agua. Homero, presagia la época posterior.