La jueza federal de Jujuy Carina Gregoraschuk dictó este domingo la prisión preventiva de los cuatro gendarmes que desde el jueves 6 de febrero están detenidos por el asesinato del joven indígena Ivo Rodrigo Torres, cometido La Quiaca, ciudad que limita con el Estado Plurinacional de Bolivia.
Confirmaron que el joven recibió dos disparos de arma de fuego “a quemarropa” y “por la espalda”. La jueza convalidó la acusación por el delito de “homicidio doblemente agravado” que solicitó el fiscal Sebastián Jure, quien también pidió prisión preventiva de los cuatro gendarmes del Escuadrón 21, La Quiaca, detenidos tras la muerte de Torres, de 22 años.

El joven fue ultimado cuando regresaba a su casa en su motocicleta luego de comprar hojas de coca y otros productos para revenderlos en otros pueblos, tras una presecución por un móvil de la Gendarmería Nacional.
En la audiencia, el subalférez Alexander Gunther, el cabo primero Marcos Leonardo Wysniewki y la cabo Juliana Enciso pidieron declarar, mientras que el sargento Walter Alvarez permaneció en silencio.
Este último suboficial viene siendo señalado como el autor de los disparos que provocaron la muerte del joven del pueblo Kkolla. “Ése gendarme sería el que realizó los disparos y los otros tres son partícipes necesarios del delito”, afirmó el abogado de la familia del joven asesinado, Sebastián Espada.
Sobre las declaraciones en la audiencia, Espada consideró que fueron inconsistentes, “se notaba el encubrimiento entre ellos”, aseguró. Y sostuvo precisamente que “en virtud del entorpecimiento de la investigación y las propias incongruencias”, la jueza ordenó que estén detenidos mientras se investiga el hecho, por un plazo de cuatro meses.
Trascendió que Alvarez tendría un revólver con 15 balas y le faltaban 9, justo la cantidad que se dispararon contra Torres y su vehículo.
La autopsia, realizada el sábado 8 de febrero, confirmó que Torres recibió dos balas de arma de fuego. Una dio en la pierna a la altura de la rodilla, y la otra ingresó por el costado perforando el pulmón, lo que produjo la muerte. La perito de la familia del joven, Silvia Brizuela, dijo que los disparos fueron realizados “muy de cerca”.
“La perito nos informó que a mi hermano le dispararon a quemarropa. Le tiraron dos tiros, uno atravesó su pulmón y causó la muerte, fue un asesinato, un homicidio agravado. Sabemos eso, vamos a hablar con el abogado para que se haga justicia”, dijo también el sábado el hermano de Ivo, Gonzalo Alancay.
El abogado Espada cuando informó su decisión sobre la calificación legal y la prisión preventiva, opinó que la magistrada “dejó entrever” que no es posible que una fuerza de seguridad actúe de esta manera en una situación en la que todavía no se había comprobado si Torres venía de Bolivia y si había pasado por un paso fronterizo no autorizado.
Denuncia del CELS
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denunció la semana pasada que la Gendarmería Nacional asesinó a un joven de 22 años en alrededores de La Quiaca, Jujuy. Aseguran que por este crimen, que se sumaría al de diciembre pasado en Orán, Salta, hay cuatro gendarmes detenidos bajo investigación. Mientras, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, insiste en militarizar la zona y cuando se aprestan a iniciar la construcción del polémico alambrado con el que pretende cercar la frontera con Bolivia.
De acuerdo al CELS, ya son dos los jóvenes que murieron a manos de gendarmes desde que el Gobierno nacional anunció el lanzamiento del “Plan Güemes” el 9 de diciembre pasado, cuyo supuesto objetivo es “combatir la narco criminalidad” en el norte del país.
El organismo de derechos humanos reclamó que al crimen de Fernando Martín Gómez, de 28 años, durante la represión a un grupo de bagayeros en la localidad de Orán, Salta; se suma el de Rodrigo Ivo Torres, de 22, ocurrido el jueves 6 de febrero cuando volvía en moto desde La Quiaca a su hogar en Barrancas, Jujuy.