Fue Carlos I de Anillaco, quien inauguró la fórmula de casarse con alguien del mundo de la farándula ó modelo, por nuestro país. Aunque él lo hizo con una chilena, proyectando quedarse en el sillón de Rivadavia por otro período, lo que importa ver es porque necesitan los políticos mostrarse con una imagen de una mujer más joven.
Alfonsín o Illía no me los imaginaría echando a sus esposas de la quinta de Olivos, para reemplazarla por alguien del espectáculo.
Los políticos están de campaña por la costa del océano Atlántico. Desfilan por algunas playas de Buenos Aires, aparecen en los móviles de los canales de aire y en cuanto programa puedan estar. Algunos no tienen el más mínimo prurito de aparecer desde Punta del Este. Dos de ellos que han acaparado las pantallas desde principio de enero, son salteños.
Uno es el diputado nacional Alfredo Olmedo, quien quiere ser el ‘Jair Bolsonaro’ argentino. Cuando se sacó una foto con su ídolo, la mostraba como una estampita, y en la otra mano tenía la Biblia. Si le preguntan por su programa de gobierno en caso de llegar a presidente, menciona a otra especie de ‘Piñon fijo’ de la economía.
Un payaso serio, pero de la macroeconomía, cuya función es confundir, no solo desde el lenguaje sino desde la ideas. Este economista formado en el más rancio liberalismo de Hayek (Nobel de Economía, ultraliberal), en su paso por Salta, había insultado a una periodista, acusándola de ‘burra!’, en el nivel más alto de violencia psicológica y de género.
El modelo que tiene- pero no lo dice directamente- es ‘dolarizar’ el país. Como funciona actualmente el Ecuador. Otras de las ideas del salvajismo neoliberal, es cerrar el Banco Central y seguir acusando a los políticos de que todos son corruptos.
Mientras tanto tiene su show en Mar del Plata: un consultorio de economía. Volviendo al diputado de la campera amarilla tuvo algunos rounds con diputados del Partido Obrero, sindicalistas y militantes de organizaciones sociales.
Todo por TV, y por canales que reciben un aporte de los que dirigen las campañas políticas de este año. De ahí sale bastante maltrecho con una sonrisa, pero no se enoja y cita alguna frase bíblica. Esto comienza a llamar la atención ya que podemos preguntarnos si en 35 años de democracia aparece algo nuevo.
La gente no le cree a la clase política. Las encuestas (que según quien les pague tiran datos favorables) en las últimas elecciones, poco han acertado. Es decir, se debería llevar un registro para que cuando empiezan las saturadas campañas, la gente sepa de una forma objetiva: tal fulanito consultora fue la que estuvo más cerca o todo lo que dijo por TV y en los diarios (y lo que repiten en la radio) está armado para generar más influencia en los que no están decididos a quién votar. Hay que recordar que Cambiemos ganó las elecciones de 2015 con la diferencia de menos de un millón de votos, y aunque se empeñen en negarlo: los medios generan opinión. Para otros un gran control, o lavado de cerebro, pero en última instancia es el poder de los medios concentrados quien marca la agenda, de lo que se ve, se oye y se lee.
Cuando hay que definir de dónde provienen los gobernadores de la provincia, hay para elegir entre quienes pertenecen a la tradición oligárquica o a la empresarial. El gobernador de Salta pertenece a la segunda. Ha aprendido a moverse en la política desde la mano de Romero, y ha pasado por todas las caras del peronismo (menemismo, duhaldismo, kirchnerismo).
De ahí viene la decepción de mucha gente y podemos decir en ‘Salta la linda’ de un ‘brote’ del Partido Obrero (un fenómeno social y político como no sucedió en estos años de democracia en otros lugares). Por eso aparece un nuevo agregado en su escalera de ascenso, Uturbey quiere ser presidente. Estuvo de gira por la costa de Buenos Aires, y viene mostrando (desde su casamiento con alguien del espectáculo) sus aspiraciones.
Si fueran ‘muñequitos de torta’, ese perfil y modelo le podría servir, porque va cumpliendo con todos los requisitos. Pero desde el lado de la información uno puede seguir los titulares o los portales de los diarios donde nos cuentan los pasos de gira proselitista.
Desde el 4 de enero, con titulares como: ‘Uturbey se lanza como candidato y Macedo se distancia de actrices argentinas’ (La voz del interior), hasta una entrevista en el diario de los Mitre, donde dice que si es presidente su esposa sería La primera dama más divertida”. Hubo algunas respuestas, como la de Alberto Fernández– que la pareja no respondió- pero sí salió a cruzarlo un diputado defendiendo al salteño. Varios diarios de Salta se preguntan quién financia la campaña de Uturbey, también preguntan si estuvo en Salta para la las fiestas o en Uruguay. Cuestiones que no sale a contestar. Conocen bien el blindaje que tienen desde los medios hegemónicos de Buenos Aires.
Por eso pasó por el ‘Espacio Clarín’ en Mar del Plata, junto a un ballet, vinos y empanadas salteñas. Allí contó las bondades de Alternativa federal, el tercer espacio que quieren imponer ante la ‘grieta’ Mauricio- Cristina. Para el establishment de los medios va aprobando, pero todavía falta el poder financiero. Necesita mucho de los primeros para seguir haciéndose conocido en todo el país, y competirle al otro ‘modelito’ que desfila, llamado Mazza. Este último trae los avales del exterior pero no mide en las encuestas, tampoco Uturbey. Por eso es bueno saber para la salud de la democracia, cuánto gastan en cada campaña, ¿quién las paga?, ¿quién se va a beneficiar?; porque Salta no está ‘para tirar manteca al techo’.
Hay grandes deudas con Wichi, con los pueblos originarios, con los sectores trabajadores, que si se supiera más en otros lugares del país lo que administra, nunca podría ganar. Salta envió al país a Felix Uriburu– quien realizó el primer golpe de Estado en 1930- y en 1943 estuvo a punto de enviar a otro salteño como Patrón Costas.
Julio Cortázar escribió ‘Instrucciones para subir una escalera’ , un hermoso minicuento (aparecido en Historias de Cronopios y de Famas, 1962), como una gran ironía, el autor nos plantea una mirada (vista desde el suelo), donde uno debe enfrentarse ante el miedo o la ignorancia (de subir una escalera).
De lo último que me informo es que algunos políticos salteños salen- en su campaña- a fotografiarse con grupos de jóvenes evangelistas. Es otra opción que han descubierto luego del efecto Bolsonaro.
Carlos Liendro
pulsacion21@gmail.com
