- Por Marcelo Duhalde
Nuevamente se expresó el jefe militar de la última dictadura. Muchos se han sorprendido por el contenido de sus palabras pero, en realidad, no es más que una reiteración de lo que dijo siempre.
Empezando por sus brutales afirmaciones del 17 de octubre de 1975, meses antes del golpe, en la XI Conferencia de los Ejércitos Americanos, reunión a la que asistió como representante del Ejército argentino ya que unas semanas antes había sido designado comandante en jefe. Allí sostuvo que: «Si es preciso, en Argentina deberán morir todas las personas necesarias para lograr la seguridad del país», es decir que el diseño del golpe, el proyecto económico, la forma de implementarlo y las consecuencias ya las tenían previstas desde mucho antes.
Años después también habló Videla, en una entrevista de prensa en 1979. Cuando le preguntaron sobre la represión a los ciudadanos, con su habitual impunidad declaró: «Mientras sea desaparecido no puede tener ningún tratamiento especial. Es una incógnita, es un desaparecido. No tiene entidad. No está. Ni muerto ni vivo. Está desaparecido.»
En los juicios por delitos de lesa humanidad, en aquellos que lo han condenado a perpetua y en los que actualmente está siendo juzgado, volvió a insistir sobre las razones por las que llevaron adelante el más grande plan sistemático de tortura y exterminio al que fue sometido nuestro pueblo en toda su historia, el cual no tuvo otro interés que imponer un modelo económico que excluía a la mayoría de la población, arrojándola a los niveles de miseria más desesperantes jamás conocidos.
En los últimos dichos retoma su rol de máximo responsable militar ya que, como está ampliamente demostrado, el jefe civil fue José Alfredo Martínez de Hoz, hoy también procesado y en arresto domiciliario, que fue autor e intérprete de la política económica instalada a sangre y fuego.
Por lo que se publica en el reportaje de la revista española, salta a la vista no sólo su pensamiento mesiánico y perverso por lo hecho, sino que queda claro que, de poder lograr las condiciones necesarias, volvería en 2012 a hacer lo mismo pero con un agravante: no dejarían sobrevivientes entre los militantes populares ya que, tal como lo han sostenido una y otra vez, creen que ese fue su único error.
La sabiduría popular hace años, en actos de repudio a la dictadura cívico-militar, había sintetizado en una consigna la condición que hoy Videla hace más esfuerzos por merecer «no hubo errores, no hubo excesos, son todosMarcelo Duhalde, Director de Prensa y Comunicación del Archivo Nacional de la Memoria asesinos los milicos del Proceso».
- Marcelo Duhalde
Director de Prensa y Comunicación del Archivo Nacional de la Memoria.