Ante la dolorosa noticia que embargó a los salteños el 9 de junio y ante la pérdida irremediable que sufre una familia, nos preguntamos la responsabilidad que le cabe a toda la comunidad del Hogar Escuela “Carmen Puch de Guemes”: directivos, maestros, preceptores, ordenanzas, jardineros y también padres.
¿Nadie vio la pared proclive a caerse? ¿Quién ordenó la actividad de jardinería y que los niños removieran ladrillos, fue el maestro o los alumnos hacían esa operación sin control alguno? Tanto dolor y tanta impotencia. ¿Qué pasa en esta sociedad donde la violencia y la irresponsabilidad parecen haber ganado la partida?
El deterioro de la educación sufrido desde la década de los 90 con el auge del neoliberalismo que trató inclusive de “gerenciar” los establecimientos educativos y de la nefasta Ley Federal de Educación felizmente derogada pero que en Salta permaneció vigente muchos años más pues esta provincia desobedeció la orden impartida del Congreso de la Nación, es causa de tantas desgracias y catástrofes.
Maestros con escasa formación pues las Escuelas Normales Nacionales fueron reemplazadas por los llamados terciario docentes, desarticulación de la Enseñanza Media y Técnica (se provincializó todo el sistema educativo que dejó de funcionar como tal para convertirse en una atomización caprichosa de acuerdo con los intereses de los caudillos provincianos), llevaron al país a un estado menesteroso en lo que a cultura y educación se refiere. Así como se desarticuló el sistema ferroviario por intereses sectoriales y corporativos, se desarticuló el sistema educativo en la era menemista.
¿Qué fue de las grandes Escuelas Normales formadoras de maestros y profesores? ¿Qué fue de los Colegios Nacionales, “enciclopedistas”, como les endilgaron pero que otorgaban a los jóvenes una importante y universal cultura? Todo pasó a las provincias en la década de los 90. Y las provincias muy poco pudieron con tal responsabilidad.
La Nación debe hacerse cargo de la educación tal como fue concebida según la celebre ley 1420. hay que renacionalizar la educación o parte de ella si se desea no ya una revolución educativa sino una digna recuperación.
Los Hogares Escuela, como el Carmen Puch, creados a instancias de Eva Perón, deben tornar a la égida nacional. La educación y la salud pública salvaron a este país del derrumbe, pero los efectos de la pésima política educativa de las 90 sigue provocando tragedias.
Las autoridades de la provincia deberán reconocer sus limitaciones. La educación NO puede estar toda en manos de las provincias. Las provincias y la nación deberán tomar este tema como prioritario. De lo contrario aguarda la barbarie, el caos, la tragedia…
Nadie devolverá la vida de la pequeña víctima, no hay palabras para expresar el dolor de los padres de Ezequiel, nadie puede expedirse sobre este punto, pero es un deber de ciudadano exigir que la Educación sea tratada con solvencia y que las provincias reconozcan su inoperancia en la materia para que el sistema educativo se revitalice dentro de una órbita unificadora que solamente puede ser garantizada por la Nación.
- Liliana Bellone, escritora
lilabellone@gmail.com