Un suerte de arenga, firmada en el lugar donde vivió Atahualpa Yupanqui, junto al río Gualeguay, la zona más pobre y ninguneada de nuestro territorio. En Entre Ríos y Santa Fe, la asociación civil llamada “Junta Americana por los Pueblos Libres”, un centro de estudios y divulgación conducido por cinco periodistas, además de obreros, estudiantes, docentes, investigadores, artistas, confeccionó una documento denominado “Por la unidad de nuestra america criolla”. Por su profundo contenido social, la declaración tuvo una proyección nacional, dado que partió del marco celebratorio por los 100 años de Yupanqui, un personaje muy reconocido artista y poco conocido como periodista. He aqui el documento completo.
En este año 2008 se conmemora el centenario del nacimiento de Atahualpa Yupanqui, cantautor, guitarrista y escritor, considerado por muchos como el más importante exponente del folclore argentino nacido en el siglo XX. Héctor Roberto Chavero Aramburo nació el 31 de enero de 1908 en Pergamino, provincia de Buenos Aires, Argentina, a unos 200 km de la ciudad de Buenos Aires.
Atahualpa Yupanqui falleció el 23 de mayo de 1992 en Nimes, Francia, a la edad de 84 años, y fue sepultado en San Juan, Argentina. De las 300 o más canciones de su autoría registradas oficialmente podemos citar El arriero, Camino del indio, Coplas del payador perseguido, Los ejes de mi carreta, Los hermanos, Luna tucumana, Si se calla el cantor y Zamba del grillo, entre otras tantas que forman parte del repertorio folclórico internacional.
Declaración del Tala
“Por la Unidad de nuestra América Criolla”
Reunidos al amanecer en el solar que habitó Atahualpa Yupanqui a orillas del Gualeguay, en Rosario del Tala, Entre Ríos, Argentina, y a 100 años del nacimiento del gran artista americano, firmamos esta Declaración de Tala por la unidad, la igualdad y la libertad de los pueblos de Nuestra América Criolla.
1- Nos comprometemos a promover y defender la identidad de la América Criolla (como le llamó a nuestra Patria Grande Marcelino Román, de cuyo nacimiento también se cumple un siglo en 2008); a reforzar la presencia de esa identidad en nuestras actividades cotidianas, y a emprender caminos nuevos para impulsar la unidad de los pueblos de toda la América no imperialista, unidad sin saqueos, y la diversidad que bien caracteriza a nuestro continente.
2- Afirmamos que nuestro compromiso es con el pasado de América pero principalmente con el futuro de nuestros pueblos unidos y libres, con la vida digna.
3- Valoramos el arte y la prédica de Atahualpa Yupanqui, arraigado en genuinas expresiones americanas, de alto contenido social libertario, y en la ponderación del hombre en su entorno. Las obras que compuso en letra y música, las obras de otros autores (como el oriental Romildo Risso) que Atahualpa musicalizó e interpretó como propias, y las palabras de Atahualpa en los escenarios, en las ruedas de paisanos, en los medios de prensa, o sus ensayos y relatos, forman una unidad cultural que identifica, provoca y convoca. La vida de Atahualpa en Rosario del Tala; su paso por numerosas ciudades y parajes litoraleños, americanos, y sus memorias, nos invitan a redoblar este compromiso.
4- Afirmamos nuestra renovada adhesión a los principios de la república, las autonomías, la independencia, la Confederación de la América Criolla y la equitativa distribución de las riquezas, principios que en su momento impulsaron con su inteligencia y su sangre los pueblos de América y sostuvieron sus líderes como nuestro prócer más cercano y esclarecido: José Artigas. “Que los más infelices sean los más privilegiados”.
5- Damos un campanazo de conciencia y de advertencia por el deterioro de la diversidad natural (puesta en jaque por monocultivos expulsores de seres humanos en esta región, como el eucalipto y la soja) y el deterioro de la diversidad cultural, que forman parte indisoluble de nuestra identidad continental, y exigimos a los gobiernos compromisos mínimos no ya para detener sino para revertir la situación. Tomar conciencia de las distintas formas con que los tentáculos del imperialismo, el consumismo, el capitalismo, se meten artera y solapadamente en nuestra identidad como un ácido para la descomposición, disimulados muchas veces dentro de los medios de comunicación, la educación, las instituciones; tomar conciencia es el primer paso y sólo el primero, en un proceso que deberá desembocar en la unidad americana, la libertad, la justicia social y la soberanía de los pueblos.
6- Damos otro campanazo de conciencia y advertencia por la concentración de las riquezas y los medios de producción y los servicios en pocas manos; la desnacionalización de los recursos naturales y energéticos que son propiedad inalienable del pueblo; expropiaciones que sufrimos los entrerrianos, santafesinos, orientales, argentinos, los habitantes de la América Criolla. Y un alerta más por el cáncer sembrado por enemigos en la llamada “deuda externa” de nuestros países y que muchos de los gobiernos pagan sin investigar ni denunciar. Sostenemos que este sistema cimentado en planes ajenos y contrarios a la naturaleza e idiosincrasia de los pueblos es un obstáculo para nuestra meta común.
7- En este Día en que renace nuestra identidad, nos comprometemos a reafirmarla en los más diversos aspectos: las lenguas, las costumbres, la música, la danza, la plástica, la literatura, la ciencia; la historia, la economía, el bienestar; los obreros y microemprendedores; los pueblos originarios, los negros, los gauchos, los gringos; los oficios, las problemáticas comunes (como la marginación, la propiedad y el uso de la tierra y de los recursos naturales y energéticos, el manejo de las finanzas); la biodiversidad, los encuentros de todo tipo entre nuestras culturas constitutivas de la América Criolla, las expectativas comunes, los problemas comunes, la participación popular.
8- Sobre la tierra que pisó y cantó Atahualpa Yupanqui, esta patria que le dio cobijo, reafirmamos en este Día nuestro compromiso de honor por la unidad, la igualdad y la libertad de los pueblos de nuestra América, nuestra América del trabajo, contra la corrupción, y bajo la consigna de nuestros ancestros que hacemos propia, y que habla de dignidad y respeto y nos alumbra el futuro: “Naide es más que Naide”.