Papel Prensa le corta la provisión a los diarios del interior denunciaron los delegados de FATPREN y del Sindicato de Prensa de Salta, Gustavo Granero, Secretario General y Alejandra Paredes, Secretaria de actas.
La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y el Sindicato de Prensa de Salta, reclamaron que la empresa Papel Prensa S. A. pone en riesgo intencional la edición de un gran número de diarios en todo el país, para presionar sobre el justo reclamo salarial que llevan adelante sus trabajadores.
Papel Prensa -cuyos accionistas mayoritarios son el Grupo Clarín y La Nación– es la única fábrica nacional de papel para diarios y en este conflicto muestra -una vez más- el abuso constante que realiza de la posición dominante que tiene en el mercado.
Los pequeños y medianos editores no se encuentran en condiciones de acceder a papel importado, por razones de costo y de volumen, y la falta de provisión del insumo significa lisa y llanamente la imposibilidad de llevar sus ediciones a la calle.
Al mismo tiempo, los diarios dueños de Papel Prensa cuentan con acopio suficiente fuera de la planta de la empresa y de esa manera pueden seguir adelante, sin inconvenientes, con la impresión de sus medios.
La resolución del conflicto está en manos de Clarín y La Nación, si otorgan a los trabajadores de Papel Prensa el justo incremento de haberes que reclaman, que resulta insignificante en el marco de las cuantiosas ganancias que le genera a la empresa su condición monopólica.
La FATPREN se solidariza con los trabajadores en conflicto y solicita a las autoridades del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación que intervengan para su pronta resolución.
Asimismo, la FATPREN reitera su apoyo al proyecto de Ley que declara de interés público la fabricación, comercialización y distribución de pasta de celulosa y de papel para diarios, para asegurar definitivamente el cumplimiento de los principios de libertad de expresión y derecho a la información que los propietarios de Papel Prensa constantemente reclaman y -tal como los hechos lo demuestran- son los únicos responsables de que estén en peligro.