A este Gobierno y las autoridades del Ministerio de Educación de la Provincia de Salta, les explota en la cara los conflictos educativos, producto de la histórica falta de mantenimiento edilicio de escuelas centenarias que se caen a pedazos a cuadras del casco histórico turístico. Tras años de inútiles resultados de los trámites burocráticos, se utiliza la represión como respuesta a los inevitables cortes de calles, medida extrema para ser escuchados.
Este gobierno de Salta como el anterior insiste en la represión de la Policía y la Infantería como metodología sistemática para no escuchar el reclamo del pueblo. Es el estilo que identifica al Ministro de Justicia Pablo Kosiner y su Secretario de Seguridad Aldo Rogelio Saravia. Dos nombres y una marca registrada en técnicas represivas contra las manifestaciones como método de disuasión.
Hace poco fueron los padres de la escuela primaria “Domingo Fuastino Sarmiento”. Se manifestaron a través de notas, pedidos, siempre abiertamente. Ante la sistemática falta de respuesta un día cortaron la calle Alvarado al 400. La respuesta a cambio de venir del Ministerio de Educación, vino de las fuerzas policíacas con enquistada mentalidad represora. Se registraron incidentes, empujones a niños y ancianos, golpes para disuadir el corte y el reclamo.
Sin solución ni respuesta ministerial, en un acto el Gobernador Juan Manuel Urtubey los enfrenta a los padres que se manifestaban y les dice: “Confíen en mi, la obra se hará. No me pidan nada firmado, ni promesa alguna. En quince días no se puede hacer una obra en ningún lugar del planeta”, les respondió.
“Soy el gobernador mi amor”
Una madre angustiada le reclamó que ya no creían en la promesas con cierta impaciencia. Ante la vehemencia de la mamá el gobernador le respondió con la mano en su cabeza: “Mi amor, está hablando con el gobernador…”. (Palabra de político) Paños fríos y padres en estado de alerta hasta la próxima semana.
Segundo conflicto. Esta vez fue de una escuela secundaria y terciaria. Primero los adolescentes del Colegio Secundario Tomás Cabrera se organizaron para concretar un reclamo ancestral en el tiempo. Una mañana hartos de tanta desidia y falta de gestión, decidieron cortar la calle Leguizamón al 800. Como metodología nuevamente la represión (Marca Kosiner). Jovencitos y casi niños golpeados, esta vez por la Infantería.
La inexistencia de una política estatal educativa, la herencia, la continuidad del régimen represor, les brota por los poros a este Gobierno de Urtubey con funcionarios romeristas. Un segundo colegio que se rebela y se esperan más… Porque las restantes escuelas de Arte y de Música están en la misma situación frente a la eterna inercia de los Ministros del gobierno de Juan Carlos Romero y su caterva de herederos Leopoldo Van Cauwlaert y hoy su ex mano derecha, la Ministra de Educación de la Provincia, Adriana López Figueroa.
Edificio nuevo sin garantía
Un edificio nuevo tampoco es garantía. Mientras se suman a estos reclamos las denuncias de escuelas nuevas vienen con construcciones defectuosas, producto de la corrupción y los negociados con las empresas constructoras. También siguen en pie decenas de “escuelas ranchos”. Subsisten, sobre todo, en el interior de la provincia. Tres de ellas están en Santa Vitoria Oeste, según consta en sendos artículos, con fotos publicados por Salta Libre.
Luego de la reelección este es el resultado. En Salta tres manifestaciones y dos represiones. El último episodio sufrido por los chicos del secundario que iniciaron la protesta y los del terciario que en apoyo, la continuaron. Piden un edificio nuevo. Lo vienen pidiendo hace años. Ese edificio centenario perteneció a la Escuela Técnica República de la India. Tras intensas manifestaciones durante el gobierno de Romero, lograron ser trasladados a otro edificio.
Refacciones superficiales, cambio de fachada y nuevamente el problema cambia de mano y de Gobierno. Maquillaje nuevo y el establecimiento nuevamente en sirve para otro secundario y terciario esta vez, para el funcionamiento de una Escuela de Arte.
Represión automática
Así funciona en Salta la represión automática. Tras casi cuatro años de lucha burocrática y de falta de firmeza y gestión de los directivos. Los alumnos se reunieron para reclamar por su un nuevo edificio. El lunes 9 de mayo, temprano cerca de las 8, cuando decidieron cortar la calle en señal de protesta. Inmediatamente se activa la alerta automática. La Infantería, al mando de Kosiner- Urtubey entra en acción. Supuestamente de forma automática, sin ninguna orden, llega al lugar y para despejar la calle, los golpean, empujan, patean y maltratan a los adolescentes para obligarlos a desistir de la protesta.
Después cuando la prensa le pide explicaciones sobre la intervención de la Infantería para despejar a preadolescentes, casi niños de 12 a 15 años, el Ministro Pablo Kosiner declara que el intento era resguardar la seguridad de los chicos (¿?). Reconoció que fue un error enviar a la Infantería. Luego aseguró que había ordenado que la Infantería se retire del lugar para dejar que se manifiesten y que no iba a ocurrir ninguna otra intervención policial.
No obstante, a poco de tal afirmación: la mentira. A las 9.30, en la misma esquina de calle Leguizamón y 20 de Febrero, se producía otro forcejeo, esta vez con la Policía al mando del Comisario Inspector Alfredo Flores. “Los chicos nos reorganizamos y fuimos de vuelta a cortar la esquina de la 20 de Febrero” explicó. La Policía lo reprimió por segunda vez. “No pegaron a todos, varios chicos eran menores de edad, y nos obligaron a volver a frente al colegio”, contó otro alumno que estuvo en esa refriega, dolorido por los golpes.
“Cuando los estudiantes se autoconvocan, en cualquier escuela del país es obvio o que hay negligencia, no hay gestión, ni hay apoyo de un directivo. Asimismo la falta de respuesta de las autoridades educativas. No es un problema de hace un año, esto viene ocurriendo de hace más de 15 años. Y más aun. Un padre de un alumno que actualmente está cursando, nos dijo que hizo el secundario y terciario en esta institución. Y todo sigue igual”, fundamentó.
La lucha sigue y puede explotar en otras instituciones. “Ahora los estudiantes vamos a reunirnos y informar de la situación a nuestros compañeros del Terciario para seguir con los reclamos. Una cosa es decir que ya viene un cambio, pero hasta que no haya un papel, una firma o una autoridad del Ministerio, vamos a seguir con la lucha”, concluyó un joven alumno de Escuela de Arte Tomás Cabrera.
- Informe José Acho
Periodista y editor.