En el tercer trimestre de 2024, la tasa de empleo (los puestos de trabajo, la cantidad de ocupados sobre la población total) cayó, tanto comparada con la del tercer trimestre de 2023 (-0,5 p.p.) como con la del trimestre anterior (-0,4 p.p.), ajustada por estacionalidad.
Por su parte, la oferta laboral (tasa de actividad, los que tienen o buscan trabajo), bajó en (-0,5 p.p.), indica el reporte.
“Tras la pandemia, la creación de puestos de trabajo fue más rápida (tasa de empleo +2,6 p.p., de 42,4% a 45% promedio 2024) que la incorporación de trabajadores al mercado (tasa de actividad +1,9 p.p., de 46,4% a 48,4%), suficiente para bajar el desempleo, pero a costo de menores salarios, menor calidad en la tipología contractual y la proliferación del empleo de plataformas y otras maneras informales de complementar el ingreso familiar”, según Empiria.
Según los datos del tercer trimestre de 2024, el empleo total creció con una particularidad: los trabajadores no asalariados “desplazaron” al tradicional empleo privado formal. De los 220.000 empleos nuevos, hay 196.000 asalariados formales (privados + públicos) menos, más que compensados por el aumento de los no asalariados (404.000).
Al mismo tiempo, los salarios de los trabajadores registrados cayeron 11% interanual en términos reales (-5% salarios privados), mientras que los ingresos de los trabajadores informales disminuyeron 15%.
“Que haya más gente empleada no implica (necesariamente) que haya menos desempleados. De hecho, hay aproximadamente, 290.000 personas más que buscan activamente un trabajo y no lo consiguen comparado a un año atrás. Y, aún con una baja considerable en la tasa de desempleo versus el segundo trimestre, sigue habiendo más de 1,5 millones de desocupados”, aclara el informe.