El presidente de la AMT, Marcelo Ferraris, justificó la suba al «incremento de la estructura de costos», las paritarias salariales de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), la suba de combustibles, el alto costo de los insumos y la quita del subsidio nacional a Salta de parte del Gobierno de Javier Milei.
Como siempre ocurre en audiencia pública no vinculante en Chicoana, no sirvió de mucho o mejor dicho de nada. Fue solo para cumplir un requisito legal cuyo protocolo final es informar las razones de la suba, o para decir que tenemos suerte que la suba no fue la que pidió Saeta de $890 a $1.213,88.
Por más que diputados, concejales y referentes sociales patalearon o hayan dado argumentos razonables sobre lo injusto de la suba la síntesis es: «tiene razón, pero marche preso», o marche el aumento.
Como premio consuelo dijeron que la tarifa plana, transbordo y demás gratuidades seguirán vigentes, sin modificaciones. Es decir los precios de los boletos estudiantes primarios, secundarios, terciarios, universitarios y jubilados que figuran en la Resolución 13/24.
AMT destacó que también seguirá vigente la tarifa plana, que permite abonar el mismo precio de pasaje en toda el área metropolitana sin medir la distancia recorrida, así como el transbordo gratuito para combinar líneas sin pagar un nuevo pasaje dentro de un rango horario determinado.
El presidente de SAETA, Claudio Mohr en declaraciones a los medios de prensa, que debemos tener en cuenta que el gobierno provincial subsidia a los usuarios del servicio metropolitano del Valle de Lerma.
Lo cierto que es las subas podrían continuar subiendo libremente, a pesar de la baja de la inflación, mientras persista la negativa del gobierno libertario de Milei para que Salta recupere el subsidio nacional, gestiones en las que aun Gustavo Sáenz no tuvo éxito a pesar de su apoyo y de hacer todo lo posible por mantener buenas relaciones políticas.