Estimado señor Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología de Salta, Roberto Dib Ashur: es mi deber decirle que usted ha incurrido en algunos “olvidicidios” el martes 4 de marzo en un noticiero de canal 11, donde se le realizó una entrevista con motivo del paro y movilización del pasado miércoles 5 y jueves 6 del corriente.
Tal vez lo que usted contesta haya sido elevado por sus asesores, directores de nivel y otros, en los que usted confía y que reciben un sueldo para llevar adelante sus tareas, nada fáciles, por cierto.
Tal vez haría falta que usted revise si todos los acuerdos marco que se firmaron, y de los cuáles se ha otorgado financiamiento, se han implementado en nuestra provincia.
Cuando habla de “capacitación gratuita” para todos los docentes, debería hacer una salvedad, pues los distintos niveles del sistema no presentan las mismas necesidades de capacitación.
El nivel terciario es casi “invisible”, o, como en las familias, los problemas “son negados”, ocultados bajo el ala siempre “exclusiva” de las generalidades.
Tal vez usted (Sr. Dib Ashur), no sepa que si el sistema tiene que “sacudirse de los docentes con antigüedad pero sin titulación” para que ingresen los nóveles, algo en el discurso está fallando, pues si incluir significa excluir, el contrasentido es muy evidente.
Usted habló sobre los docentes que se titularizaron, y eso se aplicó para el nivel secundario. Los docentes terciarios seguimos careciendo de estabilidad laboral y desigualdades variopintas (¿será que somos de tercera, como los ladrillos?).
¿Me puede explicar cómo, los profesores en actividad que cursamos carreras en el ámbito privado (porque la provincia nos ha privado de esas carreras) podremos mantener nuestro presentismo “virginal”, pues no hay acuerdos entre los sectores para reconocer (aunque sea) ese doble esfuerzo de tiempo y dinero que hacemos, para cumplir con los requisitos estipulados y ser docentes “de Ley”?
Como corolario me cabe una reflexión: ¿Qué lugar puede tener la Educación Artística, cuando el mismo Ministerio se denomina “de Educación, Ciencia y Tecnología? Me resulta de excelencia que se contemplen y financien las ciencias y la tecnología. ¿Y el Arte, qué lugar ocupa? ¿Tendremos que seguir “pagando” con agradecimientos y mano de obra barata nuestro pasado “bohemio”?
Con todo respeto, aunque éste no sea mutuo, me despido manifestando que a los docentes no sólo se nos excluye, sino que también se nos maltrata.
- Cecilia Sutti, docente