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Un testigo afirma que Guil y Gentil mataron a Fronda

Juicio_megacausa.jpg“(Joaquín) Guil (fue el) primero que me confesó. Me dijo que si ellos hubieran sabido que era mi hermano, no lo liquidaban, así me dijo”. La afirmación, reiterada en la audiencia del lunes 27 de agosto, la hizo Hugo Humberto Fronda, ex suboficial del Ejército y ex policía de Salta, que abandonó la fuerza luego de los problemas que comenzó a tener tras acusar públicamente a su superior de ser el responsable del asesinato de su hermano, Eduardo Fronda, cuyo cuerpo acribillado a tiros, y con signos de tortura, fue encontrado en el camino a Lesser, jurisdicción de San Lorenzo, la mañana del 8 de enero de 1975.


El Tribunal Oral en lo Federal de Salta está juzgado a Guil por este hecho. También es juzgado el ex federal y ex guardiacárcel Juan Carlos Alzugaray. En 1975 Guil era jefe de Seguridad de la Policía de Salta, era el jefe operativo. Hugo Fronda cumplía funciones en la división Robos y Hurtos. Eduardo militaba en la juventud trabajadora peronista, en las fotos de la época se lo puede ver, feliz, acompañando actos del gobernador Miguel Ragone.

También estaba en el Sindicato de Vendedores Ambulantes; a eso se dedicaba, a vender cosas por las calles. Vivía con su madre y sus hermanos pero a veces iba a dormir a la casa del padre, o al hotel Colón, frente a la estación de trenes, de donde se dice que lo sacaron sus torturadores y asesinos.

Para cuando eso ocurrió, Eduardo andaba con temor. A su madre le había comentado, recordó ayer Hugo, que Eduardo había ido a buscarlo, asustado, porque creía que lo andaban siguiendo.

Hugo Fronda no cree que la actividad política de Eduardo haya motivado su muerte. Cree que lo apresaron porque querían llegar a su compañero de militancia Alfredo Mattioli, asesinado por la Policía de Salta en abril de 1975 en Rosario de Lerma, un hecho que también está siendo juzgado aquí y por el que también está acusado Guil.

Hugo Fronda acusó a Guil de ser la representación local de la Triple A. Es más, dijo que aquí esa organización de la extrema derecha no tuvo necesidad de existir porque ya estaba el jefe policial con sus hombres (otros comisarios). “Era una maquinita que ya venía del 73 Guil. (…) Para mí nunca existió una Triple A, fue un grupo que ya venía armado. Y yo creo que a mi hermano lo torturaron para que diera datos de Mattioli porque el enemigo público nº 1 de Guil era Mattioli”, aseguró el testigo.

Seis días después del hallazgo del cuerpo de su hermano, el 14 de enero de 1975, Hugo acusó públicamente por este hecho a Guil, en una solicitada en el diario El Tribuno. En la sesión del lunes 27 de agosto contó que fue entonces cuando fue detenido y llevado a la Central, que lo llevaron ante el jefe de Policía, Miguel Gentil, y Guil y allí se produjo la confesión. Luego Fronda tuvo que dar explicaciones por escrito por haber realizado la solicitada y fue enviado castigado a Cachi, dijo que por entonces sentía miedo.

Aseguró que acusó a Guil porque “era vox populi que andaba en la represión” y porque está convencido de que el secuestro de su hermano fue en busca de Mattioli. Según el testigo, era también conocido que Guil odiaba a Mattioli porque éste lo habría maltratado cuando el comisario fue detenido, en 1973, acusado por torturas a detenidos políticos.

“Lo agarraron, lo torturaron y se fueron de mano, y lo mataron para que no hable, porque en esa época actuaban así”, insistió sobre la muerte de su hermano. “Lo que pasa es que Guil era una maquinita aceitada de hacer lo que hizo. Era amo y señor. Con el visto bueno de los militares”.

Fronda dijo que también se convenció de la responsabilidad de Guil por los dichos de otro policía: César Carlos Martínez, “Topogigio”, quien le dijo que “Guil lo había mandado a matar” a su hermano. Martínez fue secuestrado el 18 de marzo de 1976 y asesinado poco después.

Sobre el homicidio a Rizo Patrón

El ex preso político Daniel Rizo Patrón sostuvo en la sesión del lunes 27 de agosto, que el represor Ramiro López Velloso, quien está siendo juzgado por delitos de lesa humanidad en Santiago del Estero, fue uno de los secuestradores de su primo hermano, Luis Rizo Patrón, cuyo cuerpo acribillado a balazos fue dejado al pie del monumento a San Martín en la plaza principal de Metán, en julio de 1976.

Daniel declaró en el megajuicio que por crímenes de lesa humanidad se sigue en Salta. Lo hizo por videoconferencia desde Santiago del Estero, donde otro Tribunal Federal juzga al ex policía López Velloso, quien ya fue condenado por el crimen del estudiante universitario Cecilio Kamenetzki, cometido en 1976.

El testigo aportó más datos sobre la colaboración que existió entre las fuerzas represivas del Noroeste Argentino. En el caso de Luis Rizo Patrón fue secuestrado en el Chaco, por miembros de la Policía santiagueña, llevado a Santiago, trasladado a Tucumán y luego su cuerpo apareció en Metán, Salta.

Daniel recordó que su primo tuvo que abandonar Metán junto a su familia luego de sufrir atentados con bombas. Dijo que la primera bomba, en 1973, explotó en la casa de un vecino, pero no cabía duda que iba dirigida a Luis, por lo que le pusieron una custodia, “más que custodia de él era informante de sus actividades”, añadió.

Hubo otro atentado en 1974 y la familia emigró. Desde Santiago del Estero, de donde era oriundo, Luis comenzó a viajar a la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, en el Chaco, donde atendía la contabilidad de un comercio. Ahí lo encontró un grupo de tareas, que llevó secuestrado a su hijo, “Luchín”, de 15 años, para asegurarse que se entregaría.

Daniel contó que sabe, por los dichos de “Luchín”, que el mismo Ramiro López fue a buscar a su primo: “Estás detenido”, le dijo. Luis Rizo Patrón le pidió credenciales: “Ahí están mis credenciales”, le contestó el policía mostrándole a su hijo.

Daniel Rizo Patrón contó que su primo fue llevado a la delegación de Santiago del Estero del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE), donde él pudo conversar brevemente con él. Daniel estaba detenido en ese lugar desde mediados de junio del 76. Allí era torturado desde hacía por unas seis noches.

Una noche un policía, de apellido Correa, que oficiaba de “bueno”, fue a buscarlo para llevarlo arriba, a un lugar donde hiciera menos frío. En ese traslado escuchó a Luis preguntar si lo iban a llevar a Salta. “Luis, ¿sos vos?”, le preguntó él a su vez. Escuchó el “sí” de su primo y que decía que estaba bien pero con “miedo por Lucho”.

Daniel volvió a saber de su primo cuando estaba en la cárcel de La Plata. Allí compartió cautiverio con el joven Mario Giribaldi, quien le contó que había sido secuestrado en Santiago del Estero y llevado a Tucumán, a “un campo de concentración, un galpón con boxes de metro por metro con argollas en el piso y ahí los tenían encadenados”.

En el final de ese galpón estaba la sala de torturas “y ahí estaba mi primo Luis Eduardo Rizo Patrón, que era uno de los más torturados”.
Giribaldi fue secuestrado el 7 de abril de 1976. Uno de sus torturadores fue, precisamente, Ramiro López. Se sabe que estuvo en un centro clandestino de Famaillá, en Tucumán. Está desaparecido.

El colmo del desmemoriado

El fiscal federal Ricardo Toranzos pidió que el ex policía Segundo Guerra sea investigado por falso testimonio. Lo hizo luego de que intentara en vano que recordara algún dato de su intervención, en agosto de 1976, en la búsqueda del militante peronista Jorge René Santillán, asesinado en General Mosconi.

La desmemoria del policía fue tal que llegó a desconocer sus propias declaraciones realizadas en el sumario policial y durante la investigación judicial de este hecho. Pero se metió en un enredo, porque reconoció su firma en ambos documentos.

  • Informe Elena Corvalán, periodista

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