Luego de fracasado el diálogo con las autoridades de U.Ca.Sal., ante la suba del 28% de la cuota mensual de la matricula se eleva a $700 y la couta mensual a $450, un grupo de jóvenes estudiantes de derecho autodeniminados «Juventud universitaria», lleva adelante una lucha contra el aumento de cuotas en la Universidad Católica de Salta. Luego de una protesta en su sede céntrica, este viernes 7, a las 10, redoblan la apuesta con una segunda marcha alrededor de la Plaza 9 de Julio con concentración en Mitre y Caseros.
Una treintena de jóvenes estudiantes de la Carrera de Derecho de la Universidad Católica de Salta llevan adelante una protesta contra los aumentos programados por la UCS, en representación del estudiantado privado. El aumento se concretará a partir del año que viene y será para todas las carreras de la Universidad.
Las respuestas de las autoridades no convencieron a los alumnos. Se aduce el tema de la inflación que existe en la provincia y en el país. Los jóvenes rechazan este argumento. «la inflación no esta reconocida por el INDEC y que por ello los sueldos de quienes trabajan en la administración pública no pueden ser rediscutidos, dato importante ya que el 70% del estudiantado es hijo o trabaja en la administración pública y de allí salen los fondos para solventar sus gastos de estudio”. Agregaron que “la inflación reconocida extraoficialmente no supera el 15% y el aumento de las cuotas es de un 28%”.
Los estudiantes afirman que debido a estos aumentos cientos de jóvenes universitarios salteños que no pueden enfrentar los nuevos costos, dejaran de estudiar y la Universidad. De esta manera la juventud salteña seguirá postergada y estancada y se profundizará la diferencia entre las clases sociales.
¿Futura generación?
Los primeros movimientos estudiantiles documentados, ocurren en Europa y en general se pueden dividir, por su causa en dos, aquellos que se inspiran en la mejoría de las condiciones del estudiantado en general y que se legitiman en que los estudiantes son la futura generación intelectual de la sociedad en que se incuban y aquellos que son una respuesta a las condiciones de injusticia social que prevalecen al momento del movimiento, justificándose como un acto de justicia idealista.
Desde la perspectiva del «establishment» (Conjunto de dirigentes o personas que tienen el poder), los movimientos estudiantiles son siempre atípicos e inesperados, cada uno surge y evoluciona de manera única, haciendo difícil si no imposible, encontrar una forma efectiva e inteligente para concluirlos, justificándose lo de justicia idealista.
Los jóvenes fueron participes de las grandes movilización de la historia, ejemplo la revolución de 1810, el gran mitín juvenil en el Jardín Florida en 1889, la reforma universitaria, el mayo francés, etc.
Salta se mueve…
El pasado viernes 30 de noviembre de 2007, la ciudad de Salta fue sorprendida por una movilización donde participaron alrededor de 100 estudiantes. Esta marcha significo la primera vez (o por lo menos la única en los últimos 10 años) que los estudiantes de la Universidad Católica de Salta salen a la calle a pedir por lo que creen justo.
La juventud universitaria de Salta cree que ha llegado la hora de plantear sus graves problemas a la consideración del país, de la provincia y los hombres que la representan.
Los estudiantes que se movilizaron lo hicieron porque consideran que la única actitud silenciosa y pasiva es la del que escucha una verdad, pero que la reacción surge espontáneamente ante las injusticias porque su espíritu es rebelde ante esas actitudes.
El 30 de noviembre los jóvenes universitarios hicieron historia, y es muestra de que la juventud esta viviendo un trance de heroísmo, porque actúa de manera desinteresada y solidaria.
La Universidad y la sociedad
La estrecha relación entre la Universidad y la sociedad es indiscutible. Relación compleja. Por eso mismo nuestras exigencias de cambio a la Universidad tiene un anclaje en una exigencia de cambio en lo social. Por que no podemos pensar nuestra participación abstraídos de una realidad social que nos atraviesa.
Una realidad que indigna, que subleva, en donde la ideología dominante ha convertido a las injusticias sociales en “naturaleza” y ha estigmatizado a lo colectivo como totalitario. El individualismo es el modo de vida promocionado, la opresión una eventualidad, un accidente, la explotación es equilibrio y ley del mercado.
Hoy los estudiantes salteños quieren reivindicar a la cultura, al humanismo a la solidaridad, buscando siempre el dialogo, para construir sobre el, evitando caer en un subjetivismo impotente, para cambiar las miradas y las opiniones que pesan sobre la universidad.
En Salta ya existe un movimiento estudiantil conciente y de pie, que quiere tener la oportunidad de elegir su destino, su futuro, que quiere educarse, que quiere aprender, que quiere crear una vinculación espiritual basada en el respeto, la igualdad y la libertad de pensamiento y expresión, entre el que enseña (autoridades y profesores) y el que aprende (estudiantes), para una enseñanza que no sea hostil sino realmente fecunda.
Elitista y excluyente
Los jóvenes de este movimiento universitario se oponen a los aumentos y en sendos comunicados de prensa reclamaron en los siguientes términos:
«Los estudiantes de UCaSal no queremos que este nuevo aumento haga de la Universidad una institución cada vez más elitista y excluyente, en evidente contradicción con el carácter universal y humanista.
A los jóvenes estudiantes de la Universidad Católica de Salta no les gusta estar en la calle pidiendo por que cree justo, los estudiantes quieren estar en donde les corresponde en las aulas aprendiendo, pero las políticas económicas de su Casa de Estudios los llevan a salir y luchar con un sentido de solidaridad y justicia por sus derechos.
La juventud universitaria de Salta lucha por una educación para todos, con oportunidad real de acceso, con calidad, con excelencia, con libertad, con ejemplos morales y coraje que realice reformas basado en la justicia social, y no solo en intereses económicos.
Como decía Borges, “hay una lucha superior que no se hace con ejércitos, ni armas, tambores o clarines, sino que es una lucha de ideales contra el poder, contra los excesos y abusos. Esa lucha es la lucha del hombre, por la libertad y la justicia.»
Los jóvenes universitarios miramos con confianza hacia el futuro, sin miedos y sin odios, y trabajando en el presente para ese futuro donde todos podamos realizarnos como personas y vivir dignamente».