Paz presentó ante los miembros del Foro de Observación de la Calidad Institucional de Salta las conclusiones de la investigación sobre “Pobreza, desigualdades económicas y oportunidades educativas en el NOA y Salta”.
“El examen realizado muestra que la prevalencia de la pobreza en el país, en el NOA y en Salta, aumentó”, dijo Paz para luego agregar que, “otro tanto sucedió con la pobreza educativa y con la pobreza de aprendizajes.
Los resultados son muy desalentadores en términos de evolución de largo plazo. La expansión educativa viene de la mano de un proceso de inflación de credenciales con un deterioro de la calidad educativa y esto hace que los Objetivos de Desarrollo Sostenibles estén todavía muy lejos de ser alcanzados en el país y mucho más lejos aún en las regiones, provincias y unidades sub-provinciales más rezagadas del país”.
Algunos de los datos más relevantes que arrojó está investigación son que: en el sexenio comprendido entre los años 2016-2021 la pobreza educativa en la Argentina afectó al 8% de personas. En términos absolutos esto implica que el problema llega a 3,5 millones de personas en el país.
Las dos provincias del NOA con mayor pobreza
educativa del país son Tucumán y Salta,
con niveles superiores al 12%.
Y en este orden se observa, además que, una de cada cuatro niñas y niños de la Argentina no ha alcanzado niveles mínimos de competencia en lectura y cálculo a los 11 años (pobreza de aprendizaje), y que más de la mitad de las niñas o niños cuya madre no fue a la escuela tienen pobreza de aprendizajes en el NOA.
“La meta número 1 del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS-4), Educación de calidad dice: De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos; pero observamos que, si bien la escolaridad para niñas y niños de la educación primaria ha sido alcanzada en la Argentina, los indicadores de pobreza de aprendizajes que se calcularon para este informe muestran que estamos lejos de la meta consistente en garantizar que todas las niñas y niños alcancen las capacidades fundamentales para 2030” lamento el investigador del CONICET.
“Los temas tratados en este informe están interconectados: la falta de crecimiento económico y la desigualdad son los determinantes de la pobreza en todas sus formas, monetaria y estructural. La desigualdad en la Argentina se está reduciendo, pero no hay síntomas de crecimiento”, advirtió Paz para luego remarcar que, “la región del NOA y Salta tienen, dentro del país, un nivel de desarrollo relativo mucho más bajo, por lo que están más impactadas por la pobreza.
Estas condiciones de vida más desventajosas se traducen en otros indicadores de bienestar, como la salud y la educación. En este sentido, la pobreza económica, se traduce en pobreza educativa y la pobreza educativa en pobreza de aprendizajes. Al abordar este último tema se está tratando el capital humano desde una óptica cualitativa”.
“Si bien la Argentina es un país con alta asistencia de niñas y niños, principalmente al nivel básico (primario), y la región NOA y Salta no son la excepción, la pobreza educativa es muy elevada y la pobreza de aprendizajes también. Esto implica un capital humano insuficiente que pone en riesgo las perspectivas de crecimiento económico de mediano y largo plazo.
Al poner en jaque tales perspectivas, atenta también contra los niveles de pobreza futura. Lograr una mayor igualdad es una meta deseable, una desigualdad que no atente contra los incentivos al trabajo y al crecimiento. Pero si se carece del capital humano, la mayor igualdad no sirve de mucho”, concluyó el presidente del Instituto de Estudios Laborales y Desarrollo Económico.