DOCUMENTO DE CARTA ABIERTA SALTA ACERCA DE LA RETENCIÓN DEL AVIÓN PRESIDENCIAL DE BOLIVIA POR PARTE DE FRANCIA, ITALIA, PORTUGAL Y ESPAÑA.
La reciente y lamentable acción, ejecutada por los gobiernos de Francia, Italia, Portugal y España, de impedir el uso de sus espacios aéreos y el aterrizaje del avión presidencial de la República Plurinacional de Bolivia en sus respectivos territorios (luego de haberse autorizado inicialmente su vuelo), pone de manifiesto la persistencia de políticas colonialistas de parte de esos países europeos e implica una violación flagrante al derecho internacional.
Esta acción concertada y antidemocrática puede ser leída como una demostración de fuerzas del bloque occidental y un claro mensaje dirigido hacia aquellos gobiernos latinoamericanos que hoy han restituido el valor de la política y las funciones del Estado y que no están dispuestos a dejar la suerte de sus países, y del continente, en manos de las corporaciones de la economía concentrada y de los grandes grupos de la especulación financiera internacional, gobiernos que luchan por el logro de la soberanía política y económica de la región y trabajan por la unidad latinoamericana.
La grave crisis por la que atraviesa Europa a causa del neoliberalismo, con caída de su economía, pérdida de los puestos de trabajo, desocupación, exclusión social, concentración de las riquezas en manos de unos pocos e implementación de brutales ajustes llevados a cabo en beneficio de los países más competitivos de la zona y a expensas de los más débiles, preanuncian, a manera de reacción defensiva, acciones cada vez más agresivas esgrimidas en razón de lo que ellos consideran sus intereses irrenunciables y su tradición de dominio e imposición planetaria.
Las invasiones de EEUU a Afganistan, Irak, Libia, etc., que en su momento intentaron ser legitimadas mediante argumentaciones falaces y mentiras deliberadas, constituyen el cabal ejemplo de la puesta en práctica de la agresividad colonialista, acompañada de la más absoluta falta de límites a la hora de defender a cualquier precio sus conveniencias e intereses e instaurar gobiernos títeres que permitan, a los EEUU y a sus socios menores europeos, disponer a sus anchas de la explotación del petróleo árabe.
Estos bloques económicos-financieros del capitalismo tardío, son los que invocan todo el tiempo la democracia y la libre determinación de los pueblos, pero que, paradójicamente, utilizan siempre la fuerza, tanto de las armas como de las argucias corporativas internacionales –elaboradas en función del tamaño de los mercados- para doblegar la estabilidad de países que, como Bolivia, han decidido ser artífices de su destino.
Los hechos señalados deben alertar a los líderes latinoamericanos a fin de que se profundice la unidad política y se solidifiquen los consensos en aras de una patria grande que permita construir paradigmas superadores a la globalización económico-financiera. Otra manifestación reciente del imperialismo norteamericano es la intención de constituir el Bloque del Pacífico con gobiernos más afines actualmente a su política como lo son Chile, Perú y Colombia, este último además disciplinado para recibir la ayuda militar de la OTAN.
El reciente atropello contra Bolivia, llevado a cabo por los gobiernos de Francia, Italia, Portugal y España, que supuestamente actuaron en cumplimiento de las órdenes impartidas por la CIA norteamericana, merece el más absoluto repudio, a la vez que exige de la solidaridad para con todos aquellos países que han sufrido y sufren los embates de los pretendidos “gendarmes” del orden mundial.
- Carta Abierta Salta
6 de Julio de 2013
