Juan Carlos Halcon Moreno, sacerdote de la Parroquia Santiago Apostol de la localidad salteña de Santa Victoria Oeste, realizó una denuncia policial contra el intendente Lino Andrés Flores por coartar la libertad de expresión como religioso, por discriminación y censura previa, tras impedirle realizar su programa de radio en la emisora vecinal, porque no le gusta las críticas a su gestión.
La denuncia fue radicada en la subcomosaría del pueblo el 27 de octubre de 2007, tras haber constatado que la radio vecinal donde tenía su programa estaba cerrada por ordenes del intendente. Tras este hecho, el padre Halcón Moreno se dirigió a la comisaría para concretar la denuncia.
El programa parroquial llamado «Sembrando esperanza» se emitía todos los sábados de 9 a 11, junto con el padre Fernando Bereain, en la FM de la Municipalidad.
Sin embargo, el último sábado se encontraron con la radio cerrada. Ante la sorpresa fueron a entrevistarlo al intendente Lino Andrés Flores, quien sin mas explicaciones, les dijo que no estaba funcionando por desperfectos técnicos, cuando hasta antes de su programa como los días anteriores estaba funcionando perfectamente.
Ante ésta y otras actitudes de hostigamiento y discriminatorias de los actuales funcionarios de la intendencia de Santa Victoria, contra los sacerdotes decidieron radicar una denuncia contra policial el intendente Flores, por considerar que está incumpliendo con sus deberes de funcionario público y coartando la libertad de expresión, ejerciendo censura previa contra una amplia franja religiosa de la comunidad de Santa Victoria Oeste.
Este hecho tiene antecedentes en la férrea defensa de los padres de la Orden Clareteana de España, de los pobladores olvidados y más humildes de la zona.
En la denuncian dejaron asentado un antecedente sobre este hecho que finalmente se concretó, cuandos cuatro meses atrás el Sr. Sebastian Peloc, había denunciado al intendente por un problema parecido.
En esa oportunidad el intendente municipal, ya le había amenazado en público frente a una testigo Sra Graciela Yugra, que «los haría expulsar a los sacerdotes del pueblo», y que además les impediría realizar el programa porque no podían seguir hablando mal del intendente».