El expresidente Evo Morales fue llamado a comparecer hoy jueves 10 de octubre ante la fiscalía de Bolivia por un supuesto caso de “estupro, trata y tráfico de personas” que data del 2015, cuando era presidente. No se presentará y desestimaron su arresto.
El líder cocalero de 64 años calificó a estas y otras varias acciones en su contra abiertas recientemente como una “lawfare” (persecución judicial) orquestada por el gobierno del presidente Luis Arce, antes aliado y ahora rival para conseguir la candidatura del partido oficialista MAS en las elecciones de agosto de 2025.
“El gobierno traidor ha desatado una guerra judicial, la criminalización de la protesta social y la persecución a la oposición política para pretender proscribirnos de las elecciones en Bolivia del 2025”, reclamó.
Morales dijo que le han iniciado ocho procesos penales en su contra desde que encabezó hace más de dos semanas una marcha contra el gobierno de Arce.
Morales recibió la citación este 10 de octubre de 2024, por una investigación que fue reabierta en su contra por los delitos de “estupro, trata y tráfico de personas” por el actual Ministerio Público.
El exmandatario (2006-2019) señaló en las últimas horas que “hubo instrucciones” del actual ministro de Justicia César Siles, incluso para detenerlo en Tarija si no se presentaba a comparecer, aunque luego la Justicia levanto ese determinación.
Su abogado Nelson Cox anticipó hoy que Morales no se va a presentar porque considera que la investigación es “ilegal entre tanto no se regularice” el proceso. A la vez remarcó que la justicia ya investigó y archivó la misma denuncia en 2020.
La denuncia contra el influyente líder cocalero se remonta a 2015, cuando según la acusación Morales se involucró con una menor de 15 años con quien tuvo una hija en 2016.
La fiscal de Tarija Sandra Gutiérrez, quien fue removida y luego restituida en su cargo, fue la que reabrió la causa contra Morales no solo por “estupro” -que implica acceso carnal con menores de 14 a 18 años-, sino que añadió al expediente la presunción de trata y tráfico de personas.
Persecución judicial
Morales acusa al gobierno de Arce de reactivar el caso como parte de una “persecución judicial” para sacarlo de la carrera por la nominación del oficialismo para las presidenciales de 2025.
En un mensaje en X, sostuvo que el gobierno reabrió el caso para detenerlo e incluso “acabar” con su vida.
“El objetivo es descabezar al movimiento popular boliviano. Todo es producto de la desesperación del gobierno que no tiene ninguna respuesta a la crisis (económica) y tampoco tiene ninguna posibilidad electoral”, agregó.
Morales encabezó este jueves actos políticos en la región cocalera del Chapare (centro), muy lejos de Tarija, pero no se ha referido a su decisión de no comparecer ante los fiscales.
Sus bases se declararon en vigilia y amenazaron con bloquear carreteras si la fiscalía ordena la detención de Morales.
El Chapare, su fortín político, es el puente de paso obligado que une vías entre la próspera región de Santa Cruz (este) con La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Fuente: France/24 y DW
