En determinados recortes se escuchó a la gente que fue entrevistada acerca del presidente argentino, Javier Milei, donde hacen alusión a qué está loco, a ser un desequilibrado, y de no ser una persona capacitada debido a qué se puede esperar de un ser que diga hablar con su perro muerto.
“El inconsciente
es político”
(Jacques Lacan)
Para poder ilustrar la diferencia de las estructuras psíquicas: neurosis y psicosis; hay dos fragmentos de dos presidentes distintos. Por un lado, el presidente de Uruguay, Lacalle Pou, refiere en sus dichos:
“Qué difícil es gozar de la libertad individual, si se vive en un rancho, si no se tiene acceso a una salud, si mis hijos no estudian y por ende no tienen la luz del camino para esforzarse, -el estado es como hacer piecito-, debemos tener un estado fuerte para que el individuo pueda gozar del ejercicio de la libertad”.
Aquí se escucha metáfora, que hace lazos comunes en el mundo, hay un otro, debido a que no se puede gozar de la libertad individual si no se piensa en los lazos.
En el caso de Javier Milei, no escuchamos hacer alusión a ello, jamás, en ninguno de sus discursos, y siempre manifestándose eufóricamente: “Viva la libertad carajo”, una frase vacía de contenido, de significante. El único significante que tiene Mi-ley -porque es su ley, no la de todos- es “equilibrio fiscal”. Esto si es algo que repite, y lo único que parece importarle; está plomada en el discurso, y polariza todas las cosas y funciones del mundo para llegar al equilibrio fiscal, en donde no se negocia con la salud, ni con la educación, ni con ninguna otra área de importancia y relevancia para una sociedad y un país.
Si en psicopatología hablamos de diagnósticos clínicos, y en ellos distinguimos como referí anteriormente psicosis y neurosis. En la psicosis observamos un mal logrado lazo al otro porque toda la libido esta puesta en el yo; en donde los sujetos psicóticos hacen referencia a la estructura yoica frágil con una imagen que puedan sostenerlos, como en el caso del presidente argentino, el león. El león lo sostiene donde no lo sostienen cosas que deberían determinar funciones y lazos en el mundo. Esto es lo que los psicoanalistas determinan como fenómenos elementales para poder realizar un diagnóstico diferencial y de ese modo brindar un abordaje
adecuado a determinado sujeto. Si se estipula que esa persona es peligrosa para si o para tercero, se debe apelar inmediatamente a un tratamiento. En este momento los 44 millones de argentinos son ese tercero.
Y lejos de generar estigmatización con las personas que padecen de un sufrimiento psíquico, porque eso no indica que sea inhabilítate; pero aquí estamos hablando de la cabeza del poder ejecutivo, quien lleva adelante la conducción de un país, como es posible afrontar tal tarea sin impartir justica, anulando los lazos, reventando el estado, siendo este el proveedor de darnos los pilares que nos hacen ser una nación y donde posibilita a que todos estemos dentro de esa nación.
Por ello cuando se interroga al vocero presidencial, Manuel Adorni, por la cantidad de perros que tiene el presidente, y este responde: “que no importa si son 4, 5 o 45 perros, o si fueran 45 conejos”; por qué ello genera tanta importancia en los oyentes y en la prensa, por el impacto que genera estar en las manos de una persona que no se encuentre estable en sus facultades mentales. Y en base a ello, se hacen chistes, “presiduende, presidengue” esto aparece para querer paliar la angustia que nos genera saber que nuestras vidas están siendo conducidas por alguien frágil psíquicamente.
Y con el afán de querer obtener sus propósitos se lleve puesto todo. Ese todo es otro indicador, no menor, porque en la neurosis está la duda, el neurótico duda constantemente si lo que está haciendo está bien o mal, en Milei, no hay dudas, hay certezas, propio de la psicosis. Cuando el candidato a presidente Sergio Massa, realizaba la campaña, promovió que la conducción de un país era la continuidad con aciertos y errores, no está anulando que se puede equivocar.
Como decía Lacan, el inconsciente es político, porque es de época, es discursivo, funciona para hacer lazos, tiene modos de hablar, vínculos con los demás, y aquí hay una idea de barrer con todo esto.
Ivana Kirchheimer
Licenciada en Psicología con formación en psicoanálisis
(Especial para Salta Libre)