A fines de septiembre Edgardo Adrián López, doctor en Historia, Profesor Adjunto interino en Sociología, Carrera de Ciencias de la Educación, Facultad de Humanidades presentó el tercer amparo por mora, en el Juzgado Federal N° 2, contra la Universidad Nacional de Salta (UNSa). La causa sigue su curso judicial respecto a un presunto caso de hostigamiento laboral y de supuesta violación de derechos humanos.
Su situación continúa sin solución, y según contó en una entrevista a Salta Libre por este tema, se encuentra deprimido y angustiado.
Prosigue el hostigamiento laboral contra un docente y actualmente se convirtió en un caso emblemática en el ambiente universitario salteño. Para defender su causa abrió un blog, donde expone su punto de vista personal (http://blogadrianlopez.blogspot.com).
¿Cambio en algo tu situación laboral en la UNSa.?
Desde que se publicó una primera nota sobre mi tema en Salta Libre el 30 de julio de 2007, (http://saltalibre.local/spip.php?article74), tenía pendientes tres posibles sumarios y una sanción disciplinaria de suspensión sin goce de haberes por cinco días hábiles. De los sumarios, se archivó aparentemente uno, pero quedaron en proceso dos de ellos. La solicitud de sanción disciplinaria por el imaginario firmado “irregular” de las Planillas de asistencia diaria, quedó en una presunta decisión del Consejo Directivo de la Facultad, de instrumentar criterios generales para que los profesores con cargo rentado, firmen las mencionadas Planillas cuando la institución lo determine.
En suma, no habrá supuestas “represalias”. Pero el tema es que tampoco se debiera caer en la legitimación de una especie de “policía” administrativa que busque vigilar, controlar y castigar a los docentes que no integren las “camarillas” o “endogrupos”, que son los que dispondrán quiénes son los “irregulares” y quiénes no… Si es cierto que no es factible que cualquiera haga lo que desee, según lo quiera, tampoco hay que llevar las cosas al extremo de un “celo” institucional que multiplica los poderes discrecionales y arbitrarios para disciplinar brutalmente, a los profesores.
Pero tamaño “giro” sería consecuente no únicamente con la presunta existencia de “camarillas” que acaparan el gobierno real de las universidades, sino con un tono conservador y hasta reaccionario, de todo un arco de medidas que se vienen adoptando en la universidad local, desde algún tiempo a esta parte. Por ejemplo, hay reglamentos de adscripción estudiantil y docente que aparentemente, son marcadamente autoritarios y verticalistas.
En lo que se refiere al primer sumario, en 27 de setiembre el Consejo Superior repelió el Recurso Jerárquico por el enojoso asunto de la acusación sin pruebas, de las otrora Auxiliares de Sociología, Lucrecia Coscio e Iris Olarte, sobre que las discriminé por ser mujeres. En ese recurso, peticionaba que los expedientes se cierren y se archiven.
Lo que hay que destacar, además de que están absoluta y groseramente mal tramitados, es que el Superior contestó de manera extemporánea y luego que junto a mi abogado, interpusiéramos en Juzgado Federal de Primera Instancia en lo Civil y Comercial N° 2, el tercer Amparo por Mora. Por sí mismo, entiendo modestamente que este accionar de la administración es sintomático y sistemático.
Antes de referirme a la otra instrucción sumarial, irracional y arbitraria, quiero recalcar que el primer Amparo por Mora, que fue aquel por el cual se negaron a recibir el Oficio Judicial, se contestó en Juzgado fuera de término: debían responder hasta el 31 de agosto y lo hicieron en 3 de setiembre a media mañana…
¿No hubo alguna reacción luego de que supo el caso a través de este y otros medios?
Tengo otro sumario y es por mis declaraciones acerca de supuestas “irregularidades” contables y por mis impresiones en torno al (dis)funcionamiento institucional, expresiones que no son imputaciones ni acusaciones y que se divulgaron por Salta Libre (ir a http://wwww.saltalibre.org/article.php3?id_article=1303). Ya hemos intercalado Recurso Jerárquico, pero sospecho que las cosas seguirán como vienen. Mucho me temo que las presuntas intenciones sean tratar de acumular “antecedentes”, buscar cansarme, reunir “pruebas” para lograr sugerir una sanción “escarmentadora”, mellar mi carrera académica y mi imagen pública, aislarme, etc.
En la actualidad y por vicios de procedimiento, elevamos un recurso peculiar que se denomina “recurso de Alzada”, el cual implica que lo tramitado debe enviarse al Ministerio de Educación de la Nación. La apelación es por la recusación contra la Prof. Teresa Álvarez, quien entiendo que, al incurrir en pre juzgamiento, no puede ser eventual Jurado del concurso previsto para cubrir de forma regular, el cargo que detento de manera interina. Pero el tema es que aparentemente, quieren abordar el recurso y la universidad ya no tiene potestad para ello, dado que tiene que intervenir el Ministro. Sin embargo, esto llevará meses o años y mientras, el concurso no podrá sustanciarse, con lo que al estar en posesión del cargo, los coloco en la necesidad de ejecutar lo imposible o lo temerario para conseguir dejarme sin ingresos, por cuanto es el único trabajo que tengo hoy por hoy.
Con este presunto y osado paso, me obligarían a lidiar con varios sumarios, con presentaciones en la Justicia y con los gastos de mi abogado, sin fondos…
Frente a ese “clima” laboral, sumamente insano para mí, es que es nodal que esto se informe para que se genere una conciencia que lamentablemente, se halla ausente, dado que innumerables colegas, administrativos y estudiantes asumen que los problemas que sufro son de mi responsabilidad exclusiva, cuando en realidad, estamos ingresando en el hostigamiento continuo, en la “violación” de derechos humanos, en el atropello de derechos laborales, en el cercenamiento de cuestiones gremiales, etc. (pocos son los medios locales que se hicieron eco de mi infernal vida como profesor…).
¿Por qué te crees que las cosas no cambiaron con las nuevas autoridades?
Presumo que lo que ocurre no se debe a mis “características”, sino a que existe un marco de rasgos estructurales que es el “mobbing”, genuina “epidemia” del siglo XXI, acorde a la OIT.
Lamentablemente, las universidades dejaron de ser verdaderos centros de investigación y de producción de conocimiento, a pesar de las honrosas excepciones…, y se convirtieron en espacios de crueles disputas entre grupos “endogámicos” e “incestuosos”, y entre las “camarillas” y los que heroicamente, se resisten a integrarse en ellas.
Uno de los objetivos es conseguir los cargos con mayores salarios, vincularse con los institutos con más financiamiento, aprovechar las direcciones de los pos grados para causas privadas, incrementar egoístamente sus niveles de vida, jubilarse con altos cargos de gestión, etc., etc., sin interesarse en el fondo, por la investigación seria, la enseñanza a conciencia, la capacitación real, el estímulo a la multiplicación de alumnos y colegas críticos, etc.
Parafraseando al cineasta “Pino” Solanas, que estuvo por el Anfiteatro “H 200” del campus en 3 de octubre, las universidades están atiborradas de “mafiocracias” y hay que ser valientes para reconocerlo. Diagnosticando eso, podremos alterar tan lastimosa situación, si es que abandonamos la actitud de “penalizar” a los “bocones”, que es lo que se hace conmigo: una opinión que es opinable, deviene “delito de opinión” y esto es francamente, increíble en una universidad que se dice “reformista.