(AW) Los compañeros mantuvieron la protesta en la ruta 34 para reclamar la continuidad de las obras adjudicadas a organizaciones sociales. “Son una plaga peor que el dengue”, respondió el jefe comunal Isidro Ruarte, que por medio de radios genuflexas instó a la población a colaborar con la Gendarmería en la represión de los manifestantes.
(Agencia Walsh). Un grupo de desocupados continuaban anoche con una protesta sobre la ruta 34, a la altura de la ciudad de General
Moscón, para pedir la continuidad de las obras públicas que fueron adjudicadas a organizaciones sociales.
La movilización, organizada por la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD), también convocó a militantes de Tartagal contra la decisión oficial de paralizar los trabajos por parte de las empresas concesionarias, que tendrían conexión con el ex gobernador y actual senador peronista Juan Carlos Romero, dijeron los compañeros.
Ante la protesta, el intendente de General Moscón, el oficialista Isidro Ruarte, dijo que los desocupados son “una plaga peor que el dengue”, y convocó a los habitantes a colaborar con la Gendarmería en la represión del corte.
En un petitorio de quince puntos entregado a las autoridades, los manifestantes solicitaron, entre otros puntos, “que se mantenga la fuente laboral de la cooperativas de viviendas del Plan Federal de Emergencia Habitacional, incrementando los fondos porque lo presupuestado no basta para la adquisición de materiales y no
se tiene en cuenta el desfasaje económico sufrido por la inflación reinante”.
Además, exigieron que “las empresas petroleras reduzcan las jornadas de trabajo de 12 horas a 8 horas para generar más fuentes laborales”, y que se otorguen “los servicios y todo tipo de trabajo a las PYMES del departamento San Martín, con mano de obra local dando ocupación en un 100% a los desocupados” locales.
Por último, reclamaron “a los ejecutivos comunales que ejerzan el control contra la deforestación y degradación” del ecosistema “contra las petroleras, madereros y sojeros para evitar los aludes, enfermedades, hambre y muerte, única herencia dejada a los pueblos del departamento a cambio de la expoliación de sus riquezas”.