Tras el escándalo de la cripto estafa pergeñada desde la presidencia, puedo asegurar que el canal del Grupo Clarín le soltó la mano amiga y empezó a jugarse a un recambio al que luego podrá defenestrar o apoyar según sus interese$.
Nada nuevo en el ambiente de cierto periodismo encarnado en el poder que supo acumular riqueza chupando la teta de varios presidentes argentinos que terminaron mal, a tal punto que un día pudieron llegar a decir sin verguenza que para ellos ese puesto “es un cargo menor”.
No podemos ser ingenuos. El video se filtró a propósito desde dentro del propio canal con un objetivo concreto: usar como otras veces lo hicieron, todo su poder de fuego periodístico para patear en el piso a un presidente en ejercicio. Nada que no lo hayan hecho antes.
No estoy defendiendo a Javier Milei, sino al periodismo en su ejercicio libre y con consciencia crítica desde el origen. Está bien claro que esta filtración fue una operación espuria más del poderoso grupo periodístico que vio con el criptogate la oportunidad de poner en escena su circo romano de escarnio público, como ya le hicieron entre otros, con Fernando de La Rúa, Raúl Alfonsín o con CFK.
El principio de su fin tuvo su inicio con la “cama mediática” tanto a Milei y como a Jonathan Viale. Nada le perdona el grupo a sus soldados. Ni Lanata se salvó. La creatividad para destruir no tiene límites. Las hienas recibieron sus trozos de carne con el recorte filmado del detrás de escena. Nunca los crudos salen al aire, pero los recortes están, que no lo veamos no significa que no existen.
Si les sirve se muestran. Hoy el ojo de la cámara todo lo ve. Si la información es poder, hoy la filmación es mucho poder. Por eso ahora la orden es todo se filma, hasta el backstage. La escena se trama, se arma, se guiona y se usa; porque si hay video, hay un escándalo en potencia.
En la era del seudoperiodismo de redes, digital o de influencers, quiero rescatar lo que de verdad es una entrevista correcta. El reportaje tiene sus términos éticos y los temas que no se pactan. Prima el interés legítimo del entrevistado y de la audiencia.
El video o audio va siempre en vivo y si se graba solo se acorta para adecuarlo al tiempo de aire. No es ético manipular el contenido de la charla ni tergiversar la temática. En ningún caso modificar con edición, por iniciativa del entrevistado, asistentes o por cuestiones políticas.
Para un periodista la ley no escrita de la doble lealtad hacia el entrevistado y hacia los lectores o televidentes. Lo ocurrido en la entrevista con Milei raya la ilegalidad por la figura institucional de un alto funcionario en ejercicio acusado de un hecho público doloso o antiético que puede estar penado por la Ley.
Consecuencias del mal periodismo
Tal es la gravedad de esta filtración de la trastienda horas después de la entrevista grabada de Jony Viale a Javier Milei en TN, que podría derivar en una acusación penal que ya está en trámite porque según se informó, el abogado Gregorio Dalbón presentó una denuncia para que Viale declare ante la Justicia y que el canal TN entregue el “crudo” sin editar del canal Todo Noticias (TN) emitida el día 17 de febrero de 2025, en el programa “¿La ves?”, conducido por Jonatan Viale”.
Este pedido según publicó “El Destape Web”, fue presentado ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1 Secretaría N° 1, a cargo de la jueza María Servini De Cubría, quien también tiene las causas judiciales sobre Milei tras la promoción de la estafa cripto $LIBRA.
La finalidad es esclarecer los hechos y determinar la posible responsabilidad de los involucrados (art. 199 Código Procesal Penal de la Nación). Su argumento remarca la “trascendencia” que tienen las manifestaciones del Presidente por la posible existencia de preguntas pactadas y de la intervención de asesores durante la grabación.
Este hecho para el letrado podría configurar una maniobra tendiente a direccionar el discurso presidencial con el fin de encubrir o justificar los hechos investigados de las -hasta ahora- las 120 denuncias presentadas ante ese juzgado.