Los padres de Pucara suspendieron por una semana la medida la toma de la escuela rancho Nº 4543, Dr. Bernardo Frías ubicada en el Departamento Santa Victoria Oeste, al norte de la provincia de Salta en la frontera con Bolivia y funciona desde hace más de 100 años como uno de los establecimientos más precarios de esta provincia.
La ministra María Esther Altube, envió una carta fechada el 25 de junio al intendente interventor de SVO, Lino Flores, informando que el Secretario de Obras Públicas, Hugo de la Fuente decidió hacer una adjudicación directa para acelerar el comienzo de la construccion de la escuela dentro de 20 o 25 días, y solicitó se reanuden las actividades escolares. La ministra asumió este compromiso en forma conjunta con el Gobierno de la Provincia.
Aunque el presupuesto está autorizado desde enero de este año, no se pudo saber el por qué aun no se comenzó la construccion de la obra. Versiones indican que uno de los motivos puede haber sido político, para no favorecer la gestión de Fautino Peloc, en anteior intendente contrario al régimen romerista.
Los directivos y padres anticiparon que durante esta semana de “tregua” las autoridades educativas deberán enviarles los papeles sobre el contrato de la empresa que se encargará de la construcción y plazo de ejecución, así como del monto del proyecto.
Padres y alumnos tomaron escuela rancho realizaron una marcha de protesta ante la insensibilidad del gobierno de Juan Carlos Romero. Desde el miércoles pasado no dejaban ingresar a docentes ni alumnos porque el establecimiento educativo “no reúne los mínimos requisitos indispensables para salvaguardar la integridad física y moral de los niños”.
El senador provincial por el departamento Benigno Vargas adelantó que la próxima semana presentará un recurso de amparo ante las promesas de construcción de un nuevo edificio para la escuela Nº 4543, que no se cumple.
Salta Libre, a comienzo de año, estuvo presente en la zona y pudo comprobar el grave problema edilicio con paredes derruidas, piso de tierra y lo padecen a diario los niños de esa escuela rancho construida con adobe y techo de paja.
Además de estaa precariedades, la pobre escuela corre peligro de ser llevada por el río Pucará, cuyos afluentes año a año se extienden en su cauce y, que en épocas escolares, puede provocar el derrumbe con consecuencias para lamentar sino te toma las precauciones del caso.