Tenía razón Perón, pero nadie le dijo que el problema lo tienen los que viven en la casa que se construye con ellos. El PJ Nacional aplicó el razonamiento de Perón y traspoló el armado de la Provincia de Buenos Aires a Salta y allí lo metió a Juan Manuel Urtubey como primer candidato a Senador Nacional y a Estrada, socio de Zapata, como primer diputado Nacional y claro respondía a la lógica de que si “si se comienza a sacar a los malos, no queda ninguno”.