Sabida es la simpatía de los dueños políticos de El Tribuno por el Proceso. El diario de la familia del senador vitalicio Juan Carlos Romero, un devenido del peronismo a un “alza manos” libertario cada vez más notable, se pone la gorra del grupo del negacionismo cotidiano como algunos otros medios hegemónicos nacionales.
Son voces apasionadas de una suerte de “un neofascismo local” que hoy se escuchan cada vez más a la par del oleaje fascista propiciado por el partido gobernante con un discurso perfeccionado o modernizado por partidarios de Javier Milei para atraer al electorado de una «ideología de extrema derecha con un barniz democrático».
El tema viene a raíz de una publicación titulada: «Un reclamo de libertad para los soldados», firmada por un columnista de origen militar, el coronel Mariano Néstor Castelli, quien mostró tener afinidad ideológica y política con el romerismo libertario en una sección que se promociona como “fuente para acceder a la perspectiva única de nuestros columnistas en Salta”.
Como buen hombre perteneciente a las fuerzas armadas y abogado recibido de en la Universidad Católica Argentina, en su papel de colaborador “ad honorem” como la mayoría de los columnistas del diario, básicamente hace su defensa de los “pobres militares”, niega a los 30 mil desaparecidos, habla de guerra, guerrilleros y para nada de genocidio.
Tras la publicación de esa nota para nada vamos a ahondar aquí en más detalles porque no es más que un discurso de una consabida “derecha neofascista vernácula” que insiste en sostener que en el país existió una “guerra revolucionaria” donde “se enfrentaron dos bandos”.
En un marco de relativismo se hace una defensa acérrima de la valentía de militares que ejecutaron, aniquilaron, condenaron, torturaron, sin ningún tipo de proceso judicial, y luego cometieron otras formas agraviantes a la memoria de los sobrevinientes, de las víctimas y familiares de procesos genocidas o de crímenes masivos.
Relaciones político-militar
Para que sepamos todos desde donde profesa su política negacionista, Castelli viene de los altos mandos militares. Fue comandante de la 5ta. brigada de Montaña, cargo que dejó por otro de Sub Inspector General del Ejercito en CABA.
En Salta apareció en el 2019, durante el mandato del ex gobernador Juan Manuel Urtubey, hubo un cambio de mando en la V° Brigada de Montaña, General Manuel Belgrano del Ejército Argentino. El coronel Mariano Néstor Castelli asumió como nuevo jefe de la guarnición Salta en reemplazo de Juan Manuel Pulleiro.
Posteriormente en diciembre del 2021 fue convocado por la ex intendenta Bettina Romero para ser parte de su gabinete de la Ciudad de Salta. (Seguramente por su férrea ideología militar).
Castelli fue nombrado como Secretario de Servicios Públicos y Ambiente de la Ciudad, cargo final al que tuvo que renunciar por problemas de adaptación a las reglas civiles y una conducta violenta, que no terminó con condecoraciones.
“Fui comandante de la Brigada en Salta. Me siento cómodo, el conflicto no me afecta. Siento un fuerte apoyo de los gremios municipales. Vi nobleza en los ojos de los empleados, con ganas de progreso”, había dicho Castelli en un medio local. Poco después su renuncia fue presentada el 15 de mayo del 2023, el día después de las elecciones en las que Bettina no fue reelegida. Finalmente fue aceptada el 22 de mayo.
Las andanzas de Castelli
¿Qué fue lo que pasó? Entre sus funciones de secretario de servicios y ambiente, Castelli tenía que controlar el servicio de recolección de residuos y el normal desarrollo del Vertedero San Javier.
Fue de los funcionarios más polémicos dentro del ejecutivo municipal. Según una crónica publicada en Nuevo Diario, llegó a protagonizar episodios particulares y varios enfrentamientos con referentes sindicales. Uno fue la invitación a peleas de boxeo entre empleados de la hormigonera municipal que se hizo viral en las redes. Al dar las explicaciones lo justificó como “una necesidad de impulsar el deporte en todos los espacios”.
En otro de los episodios irregulares tuvo que ver su respeto militar a la bandera. En las mañanas puso en práctica una formación tipo militar de los empleados municipales para saludar a la bandera como “valores importantes para mis trabajadores”, adujo.
También Castelli fue denunciado públicamente por haber chocado a un vehículo estacionado y haberse dado a la fuga. Este incidente quedó registrado en cámaras de seguridad. No se sabe en qué condiciones, el funcionario luego de ingresar en contramano por un pasaje, al verse obligado a dar marcha atrás impactó con su camioneta a un automóvil estacionado y luego se dio a la fuga. Al ser descubierto, tampoco se sabe si cumplió con su promesa de pagar los daños.
Por otro lado, tuvo además conflictos con la Federación de Cartoneros en su función de secretario de ambiente. A Castelli le llegaron a pedir su renuncia tras muertes en el Vertedero Municipal por negligencia en el control de acceso de personas ajenas a ese predio.
Tras sus andanzas militaristas en su papel de funcionario se fue del cargo, pero quedó adscripto en el diario del senador eterno como columnista y la cuestionada nota publicada con sus argumentos negacionistas choca de frente contra la verdad histórica judicialmente comprobada y avalada por organismos internacionales.
Las víctimas agraviadas
Una vez más con esta publicación se vuelve a agraviar la dignidad de las víctimas y de la sociedad toda y su difusión en un contexto de los actuales discursos de odio presidenciales, se facilita la creación de un contexto propicio para que los hechos feroces puedan repetirse.
Una periodista local que advirtió esta infamia publicó en sus redes que “en Salta el silencio de la prensa local sobre este tema es atronador…”.
Así fue que Salta Libre se corre de este lugar y también alzan sus voces Raquel Adet y Blanca Lezcano, militantes y referentes de la Mesa de Derechos Humanos de Salta.
Adet afirmó a este medio que propaganda en defensa de los genocidas “aparece en estos momentos en que los negacionistas tienen cada vez más espacio en los medios con un gobierno que reivindica el terrorismo de Estado y hace apología del delito”.
Para no dejar pasar por alto este episodio por los 25 años de la Editorial de la UNSa, donde se presentan varias publicaciones, entre ellas la versión digital de un libro que escribieron Adet con Lucrecia Barquet, se reclamará contra la reivindicación el terrorismo de Estado de este gobierno y la apología del delito.
Los militantes de DD.HH. se plantean como objetivo en el mediano plazo, que cuando aparezcan estos discursos de odio, estos caigan en saco roto con argumentos y que sean contraproducentes para sus ambiciones políticas.
El 20 de setiembre se cumplen los 25 años de la creación de la EUNSa (Editorial de la Universidad Nacional de Salta) El acto por este aniversario tendrá lugar el lunes 23 de septiembre a las 10 horas, en el “Patio de las Palmeras” del Centro Cultural “Holver Martínez Borelli”, Alvarado551.
A la vez se inaugurará una Feria de Editoriales y Librerías los días 23 y 24 de setiembre de 9:30 a 17 horas en ese espacio abierta y gratuita para todo el público que quiera conocer y adquirir los libros editados por la EUNSa.
Apología y función pública
En este punto hay que referir también que son los mismos políticos que les abren paso a personajes oscuros que obtienen prebendas con cargos públicas. Deben saber que quienes en funciones profieren discursos de odio o tienen acciones negacionistas, no son aptos para el desempeño como servidores públicos.
Por ende, se sabe que hay caminos para castigar a ese agente público negador del terrorismo de Estado con una pena de inhabilitación para ejercer la función pública y al respecto debe generarse un amplio consenso para avanzar con este tema en materia legislativa.
En los últimos tiempos, es cada vez más común que personas que ostentan cargos estatales hacen gala del odio o desprecio por el dolor y el sufrimiento de millares de personas. En sus redes, estos las difunden, niegan, minimizan o banalizan la perpetración de las graves violaciones de derechos humanos cometidas en nuestro pasado reciente.
Todo funcionario o funcionaria debe saber también que cuando plantea una afirmación o propuesta negacionista, está infringiendo la primera norma de responsabilidad para con la cosa juzgada, además del estado de derecho y la posibilidad de repetición del horror.
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