Sabida es la simpatía de los dueños políticos de El Tribuno por el Proceso. El diario de la familia del senador vitalicio Juan Carlos Romero, un devenido del peronismo a un “alza manos” libertario cada vez más notable, se pone la gorra del grupo del negacionismo cotidiano como algunos otros medios hegemónicos nacionales.
La foto reveladora de la visita a genocidas en el Penal de Ezeiza que compromete al grupo de 13 legisladores de La Libertad Avanza junto a un grupo de abogados, del cual se supo tiene como objetivo un pacto para beneficiar con la prisión domiciliaria a condenados torturadores y asesinos de la dictadura.