El wichi Rogelio Nerón, de chofer de ambulancia pasó a ser el intendente de Santa Victoria Este que llegó al cargo por el Frente de Todos. En la Mesa Multisectorial habló sin filtro frente al Gobernador Gustavo Sáenz y su gabinete sobre emergencia social y económica que del quebrado municipio donde falla la educación, la salud, la política y mueren madres y niños desnutridos.
El jefe comunal en su media lengua wichi-español le habló al Gobernador con claros conceptos y sin tapujos, de tal manera que en las pausas fue aplaudido por los presentes.
Describió casi con desesperación las urgentes necesidades del municipio y subrayó que el anterior intendente Moisés Balderrama lo dejó quebrado, con sus arcas vaciadas y sin nada que funcione.
Dirigiéndose al Sáenz siempre como: «señor gobernador»; en su improvisado repaso no se olvidó de ninguna de las numerosas problemáticas que angustian a su municipio.
Destacó el tema de la salud, la educación, los años de muertes por desnutrición que se escondían, pero remarcó como el tema que más lo angustia es que «no puede vivir solo para pagar los sueldos. Quiero hacer algo para nuestra comunidad y para nuestro municipio de Santa Victoria Este«.
Se escondía la verdad
En cierto tono de una persona que clama ayuda sobre las muertes de la muertes de sus hermanos dijo: «Estas muertes no son de este año, sino que venimos arrastrando hace años, pero se escondía la verdad sobre como la estabamos pasando los originarios».
En este tema felicitó al Gobernador por no esconder la verdad. «Yo lo felicito a Ud Gobernador, que diga hay que decir la verdad, porque tenemos que esconder la verdad».
«Nos duele, pero si decimos la verdad alguien nos tiene que ayudar. Yo le tengo fe en el señor gobernador, en los todos los legisladores y en el Gobierno Nacional. Creo que el pueblo de mi comunidad indígena votó a alguien con la esperanza de que tenga gestión», sostuvo.
Al describir la delicada situación que está pasando el hospital de Tartagal, indicó «está bien retirado de mi comunidad Alto La Sierra, está a 240 kilómetros, pero es el hospital donde caemos todos. Es un hospital que le falta médicos, le falta ambulancias. Es un hospital de otro departamento, pero es la cabecera de Rivadavia, nuestra zona».
Reclamo a los médicos de la zona
«Los médicos me van a retar, pero yo quiero que los médicos de Tartagal se deciden a trabajar en la salud pública, pero los médicos de Tartagal se dedican más a lo privado, no cumplen con el horario de trabajo en salud pública».
«Señor Gobernador si no hay control de las personas que el Estado les están pagando en el servicio de salud y educación, nunca vamos a llevar bien las cosas de nuestra provincia», aseveró.
«Yo quiero en estos momentos decir también como la estoy pasando como intendente de Santa Victoria. Recibí la Municipalidad más destrozada que hay en la provincia. No me han dejado ni una silla, ni un afiche en la pared», describió.
El intendente que se ha ido (refiriéndose a Moisé Balderrama) se ha llevado todo. Pero siguen trabajando los empleados que acompañaron al intendente a robarse todo lo que hay en el Estado», disparó.
Cuentas municipales en rojo
«Yo quiero mejorar la vida de nuestra comunidad, por eso le tengo que preguntar señor gobernador y a todos los aquí presentes: ¿Cómo voy a poder servir a mi pueblo si yo recibo tres millones y estoy pagando sueldos de tres millones doscientos mil pesos?»
«Voy a verlo al hombre para que me de adelanto porque no puedo completar el pago de los sueldos. Esta es la situación de Santa Victoria Este, le pido a Ud como Gobernador ayuda, porque Ud. es la esperanza de mi pueblo».
A Nerón le preocupa no poder hacer nada por su Municipio porque el dinero de la coparticipación no le alcanza ni para pagar los sueldos. «Que voy a hacer con mi pueblo, no voy a mejorar nada», remarcó.
Añadió que «como cualquier otro funcionario, yo quiero prevenir que perdamos lo poco que tenemos. Yo, cuando entro como intendente me encuentro que tengo todos los vehículos rotos, tractores, niveladores, no anda ninguna de las maquinas».
Tuve que llamar a los amigos de Tartagal, conocidos mecanicos para ver quien me puede ayudar; tuve que rogar de rodillas pidiéndole algo como para encarar esta situación. No se como voy a hacer. Debo como 4 millones de pesos por hacer andar las máquinas y apenas tengo 3 millones de pesos para pagar sueldos, le pido señor gobernador que vea una solución», reiteró.
Sobre la inminentes inundaciones en la zona indicó «no estamos haciendo defensas al borde del río, estamos haciendo anillos alrededor de las comunidades indígenas. Estamos trabajando con Recursos Hídricos, pero como es tan grande el municipio, estamos trabajando despacio y estoy manejando las máquinas con gasoil fiado, esto es lo que estoy pasando como intendente», dijo angustiado.
El atraso en salud y educación
A su vez le pidió disculpas a Sáenz. «Espero señor gobernador me perdone que le haya dicho que me discrimina porque soy originario. Yo tengo fe en Ud, porque a pocos días de asumir ha ido a visitar un pedacito de nuestro municipio, ha visto son las casas, como vivimos. Nos falta control en el municipio», sostuvo.
El intendente luego se dirigió a los integrantes del Gabinete de Sáenz. «Quiero decirles a los ministros que me den un espacio para plantearles la situación, no solamente en Salud, también en Educación».
«En todas las escuelas del Chaco Salteño cuando terminan las clases tiran la escuelas, esperan cuando llegue el día de comienzo de las clases, hasta ver que falta en los edificios, se atrasan como 10 o 20 días para arrancar las clases. El sueño mio es que los chicos indígenas tengan el título el día de mañana».
«Soy nuevo en la política, siempre he trabajado en la salud pública como chofer de ambulancia. Se que es sufrir, barrer, palear… Señor Gobernador, tengo varios sumarios por romper la ambulancia para salvar las vidas, por que no tenemos caminos. El atraso que tiene el Chaco es de bastantes años», aseveró.
En su repaso no pasó por alto al tema seguridad. «La Policía no tiene móviles, no tiene motos. ¿Ante una emergencia como hace para llegar? Nosotros nunca creíamos que la droga iba a llegar a las comunidades. Sobre que hay desnutrición, ahora también hay que dedicarse a la droga. Necesito que nos ayude también en el tema de la droga, hoy está a la vista la venta de la droga señor gobernador».
«Yo de corazón, le pido a su gabinete de Ministros espacios para plantearles a cada uno lo que estamos pasando. No puede ser que un chico de 13 años no sepa leer… ¿Qué es lo que está enseñando el docente?, se preguntó.
Muerte de ganado por la sequía
La sequía también estuvo en su alocución frente a la Mesa Multisectorial. «Lo que necesito realmente también es la emergencia por la sequía que tenemos. Los hermanos criollos han perdido muchos animales por la sequía».
«El cuerpo de Ejército solucionaron solo una parte del municipio, al fondo que es Alto La sierra, no están llegando y los animales siguen muriendo no tenemos agua, mas allá que nos estamos cuidando de los desbordes del río que se viene. Calculo que por el 15 de febrero vamos a tener llegando las inundaciones», les informó.
Para finalizar su intervención remató: «Por todo esto, señor gobernador le pido ayuda No puedo vivir solo para pagar los sueldos, quiero hacer algo para nuestra comunidad y para nuestro municipio de Santa Victoria Este, gracias!».
Sobre bidones contaminados
Rogelio Nerón, Jefe Comunal de Santa Victoria Este, en su estadía en la capital salteña habló también en un medio sobre los bidones en los que los militares distribuyen el agua
En declaraciones al sitio informativo Primero Salta, sostuvo que hasta ahora no recibió ayuda de nadie. Desmintió declaraciones de funcionarios provinciales, nacionales y del senador Mashur Lapad.
Solamente llegó, hace cuatro días, el Ejército con agua potable, pero gran parte de la comunidad originaria y criolla la transportan a sus hogares en bidones que contenían veneno (glifosato para fumigar).
“Estamos obligados a recibir el agua en lo que haya. La gente siempre manejo bidones de 20 litros que eran de venenos”, aseveró.