Imagen actual repetida de la década de Juan Carlos Romero. Por diversos hechos similares ocurridos en estos últimos meses, relativos a la represión en movilizaciones y serias causas de conductas delictivas, la Policía de Salta está descontrolada o encuentra también su apogeo en una política represiva del gobierno de Juan Manuel Urtubey.
La Policía de Salta tuvo un profundo rol represivo con el Gobierno de Juan Carlos Romero y actualmente parece seguir por el mismo camino porque el gobernador Juan Manuel Urtubey mantiene indemne sus tácticas de amedrentar, golpear, hostigar o reprimir las marchas.
El objetivo sigue siendo ocultar la protesta, arrinconar la pobreza y encuentra siempre la excusa para llevar a cabo su meta cada vez que puede, como lamentable vieja práctica de una política represora.
Como en el Gobierno de Romero, parece que el objetivo de la actual Policía de Urtubey, es ocultar las manifestaciones o que las marchas de protesta lleguen al epicentro turístico, el embellecido casco histórico de los alrededores de la Plaza 9 de Julio.
En este objetivo unos 300 efectivos, entre policías e Infantería como siempre, sin las identificaciones que marca la ley, intentaron impedir que los manifestantes del gremio de la salud, en su mayoría mujeres, se dirigieran la mañana del jueves 20 de mayo hacia la Plaza 9 de Julio.
La estrategia del operativo fue con una disimulada “encerrona” o emboscada con vallas policiales en las bocacalles de la calle Las Heras que termina en la Avda. Hipólito Irigoyen y también en el pasaje Apolinario Saravia al 200.
Emboscada policial
En cierto momento de la mañana, la columna de alrededor de un centenar de manifestantes con integrantes de los gremios de APSADES y ASPRHOBER al frente que marchaban en forma pacífica, se vieron encerrados sin poder avanzar, ni retroceder, para disuadirlos de su objetivo de marchar a la Plaza 9 de Julio.
La única alternativa para seguir adelante era liberarse de esa emboscada, haciendo valer el derecho constitucional a marchar o circular libremente por las calles. El intento de atravesar el cerco uniformado fue la excusa esperada por la Policía para generar forcejeos y en la confusión reprimir, golpear a mujeres y detener a cuatro manifestantes
En el marco de éste velado operativo se produjo luego un hecho insólito. El jefe de Policía Humberto Argañaráz que llegó al lugar después de las golpizas y las detenciones, pedía garantías de que los manifestantes no iban a tirar bombas de estruendo. Según él, la Policía solo quiso impedir que lanzaran esos sonoros artefactos que ninguno de los manifestantes de los gremios de la salud tenía en su poder.
Operativo ocultar protestas
Sin embargo, luego de los golpes y detenciones, la protesta adquirió mayor fuerza por lo que el operativo policial produjo un efecto contrario. No solo no consiguió su objetivo de impedir que la marcha siguiera su rumbo y terminara con un acto en la Plaza 9 de Julio, sino que generó una nueva manifestación prevista para el viernes 21 con una concentración a las 11 en la Plaza 9 de Julio, por su salarios y en repudio al desmedido accionar policial.
Entre las conjeturas sobre la represión de la Policía, se dijo que el operativo intentó cuidar la ornamentación de la plaza con motivos del Bicentenario. Y otra aun mucho más creíble es que el Gobierno no quería mostrar este caso de injusticia salarial con el gremio de la salud, a la producción del Canal 11 TELEFE que se encontraba en el casco histórico de nuestra capital.
Al parecer no era bien visto para el Gobierno salteño que esa misma mañana del jueves 20 de mayo, una gran cantidad de turistas que pasen por el centro y miles de jóvenes artistas alrededor de la Casa de la Cultura para el casting del programa televisivo “Talento Argentino”, asistieran a un acto protesta que devela la vigencia renovada de la represión por la injusticia salarial del Gobierno de Salta con los trabajadores de la salud y los docentes. Viene de la era de Romero y se mantiene con Urtubey.
Con persecución judicial
A la luz de los hechos de represión policial está a la orden del día o de los gobiernos locales. El martes 18 de mayo fueron golpeados los desocupados e integrantes de la UTD de General Mosconi del Norte de Salta, con persecuciones casa por casa en busca de los dirigentes Pepino Fernández y Chiqui Peralta. Hace poco a las comunidades originarias de Lules por supuesta usurpación de tierras que les pertenecen, los constantes maltratos y persecución judicial a la prensa de medios no complacientes o afines al gobierno de turno.
Hace poco el débil Jefe de Policía Humberto Argañaráz en un intento de sacarse de encima la responsabilidad del accionar policial, de alguna manera avaló el descontrol en la fuerza, cuando comunicó a la prensa que unos 500 los miembros son investigados por este accionar dentro de la institución por causas relacionadas a sus conductas.
“Salvaje represión a la salud”
Al final de la tarde del jueves 20 de mayo, un comunicado de la FESPROSA y APSADES, hablaba de “Salvaje represión” con el texto “Hoy en Salta “La Linda”, pero “La Injusta” se puso de manifiesto el autoritarismo del gobierno al haber impedido con el accionar de la policía (golpes, atropellos, improperios) el desplazamiento pacífico de los trabajadores de la salud enarbolando la bandera Argentina”.
“Nuestra libertad de transitar y protestar fue cercenada por pedir salarios dignos y quieren acallar nuestras voces, manchar los delantales blancos con las sucias manos de la represión policial”.
“Hoy más que nunca estamos los trabajadores unidos y peleando por la dignificación de nuestro salario, merecemos ser recompensados por la tarea que realizamos a diario salvando vidas”, dijeron.
“Repudiamos la detención de los compañeros y exigimos la libertad y la no judicialización de la protesta” demandaron.
Finalmente como resultado de este nuevo atropello policial, ratificaron el para de 24 horas para el viernes 21 de mayo y convocaron a una nueva concentración para marchar hacia la Plaza 9 de Julio desde las 11 horas.