El periodista de temas policiales Sebastián Rodríguez, propietario y editor del quincenario La Voz de Salta, denunció en la Fiscalía de Causas Policiales de Salta, persecusión por una sucesión de actos intimidatorios, desde que comenzó a develar hechos de corrupción en la Policía de Salta.
Rodríguez relató que el 20 de agosto pasado viajó a la ciudad de Tartagal con el objeto de realizar un acuerdo para que el quincenario, que difunde noticias referidas a la seguridad y a procesos judiciales, se distribuya en esa localidad.
Con ese fin se entrevistó con el sargento retirado Eduardo González. Y que mientras conversaba con esta persona se presentó un grupo de policías, quienes dieron cuenta al periodista de hechos de corrupción en los que estaban involucrados “altos jefes” de la Unidad Regional de Tartagal.
Cinco días después, ya en la ciudad de Salta, miembros de la Brigada de Investigaciones de la Policía de Salta le informaron que su teléfono estaba intervenido y que lo estaban siguiendo. Rodríguez informó de esta situación a “comisarios de la plana mayor policial”, entre ellos Vicente Cordeiro (jefe de la Brigada de Investigaciones), Rodríguez Sánchez y Néstor Cardozo.
El 26 de agosto, a las 6, sonó el teléfono fijo de su casa. Solo se escuchaban voces inentendibles y luego se cortó. El lunes o martes siguiente (30 de agoto y 1 de septiembre) lo llamó el comisario retirado Oscar Tolaba para interrogarlo sobre la reunión con González.
Luego lo llamó González para decirle que el presidente de la mutual Centro Policial Sargento Suárez, el comisario retirado José Ormachea, le había dicho que estaba al tanto de que la reunión en Tartagal había sido “para hablar en contra de la Jefatura de Policía”.
González le dijo también a Rodríguez que no iba a ayudarlo en la distribución del quincenario porque Ormachea le había advertido que el subjefe de Policía, Mario Paz, “lo había apretado” asegurándole que si González distribuía el quincenario, iban a sacarle la delegación del Centro Policial en Tartagal.
Ese mismo día Rodríguez recibió dos llamados de Mario Paz, en los que el periodista le recriminó que se lo estuviera investigando y Paz le dijo que había comisarios que no lo querían (a Rodríguez). En los días siguientes Rodríguez recibió otros tres llamados de Paz, para informarle de operativos realizados.
El 1 o 2 de septiembre el abogado Carlos Humberto Saravia, a quien había visto casualmente en Tartagal, le contó que había recibido un llamado de “una alta fuente de la Policía” que se negó a identificar, para preguntarle si efectivamente había visto a Rodríguez en Tartagal.
Rodríguez manifestó en su denuncia que cada vez que entra al edificio de la Jefatura de Policía y se va a entrevistar con algún policía, lo llama a su celular el comisario Mario Paz, que siempre sabe en qué oficina está.
El 16 de septiembre, luego de que en La Voz de Salta se difundieran los supuestos hechos de corrupción en la Unidad Regional de Tartagal, a eso de las 20.30, un hombre intentó ingresar a la casa de Rodríguez por la parte de atrás.
Su intención fue frustrada por una vecina, que lo vio saltar una fila de bloques y dirigirse a la casa del periodista, con un paquete blanco en la mano.
La mujer lo interrogó y el joven respondió que iba a ver a la señora (la esposa de Rodríguez). La vecina le señaló que debía ir por el frente y tocar el timbre, pero el muchacho regresó por donde había venido, tomó su bicicleta y se fue.
El domingo 20 de setiembre la esposa de Rodríguez recibió un mensaje de texto en el que le advertían que estaban siguiendo a su esposo.
Rodríguez sostiene que se siente inseguro y considera que no cuenta con garantías para llevar adelante su trabajo periodístico y, dado que todo esto se agravó luego de la publicación de hechos irregulares que involucran a jefes policiales, siente temor de que le armen una causa o dejarle algo en la casa par involucrarlo en una acción delictiva.
El 22 de septiembre Rodríguez presentó un recurso de «hábeas data» en el Juzgado Federal Nº 1 de la ciudad de Salta, a cargo del juez subrogante Julio Leonardo Bavio, al que pidió que “arbitre los medios que correspondan a los fines de establecer si mi libertad ambulatoria o mi integridad como la de mi familia se encuentran amenazadas”, sostuvo.
- Fuente: Nuevo Diario de Salta