Desde el año 2005 sigue sin aclararse la situación llevada al plano judicial entre la Facultad de Humanidades con el Dr. en Historia, Prof. Edgardo Adrián López, actual jefe de cátedra interino de Sociología, Carrera de Cs. de la Educación de la Univeridad Nacional de Salta (UNSa.). El caso que fue publicado el año pasado Salta Libre, tuvo repercusión en distintos medios locales, y produjeron “pronunciamientos” de estudiantes y de diferentes organismos pertenecientes al llamado “campo popular”. Muchos de los expedientes asi como se abrieron, se cerraron. Pero algunos quedaron abiertos (teniendo en cuenta los de 2005, son más de 14 contra un único docente). Esto es lo que pasó con una que se armó debido a que las profesoras Lucrecia Coscio e Iris Olarte, entonces auxiliares en la cátedra, acusaron al Dr. López de haberlas discriminado por ser mujeres. Desde el 2005 hasta la fecha ya son tres expedientes referidos a un profesor de la UNSa. que duermen en el Juzgado Federal de Primera Instancia en lo Civil y Comercial N° 2, a cargo del Juez Dr. Miguel Medina.
El expte. 4455/05, que se tramitó en el Consejo Directivo de la Facultad, se cerró por voto mayoritario en su sesión del 21 de noviembre de 2006. Pero luego, un grupo de consejeros entiende que el Dr. López continúa en su blog personal:(http://blogadrianlopez.blogspot.com), publicando pruebas para que las actuaciones sigan y lo reabren el 05 de diciembre, impulsando uno de los sumarios.
Este expediente, junto al 2544/05 de la Comisión de Derechos Humanos del Consejo Superior, que trata igual tema, son dos de los tres que se hallan en la Justicia Federal con un Amparo por Mora, por falta de respuesta de la institución, a pesar de los numerosos reclamos del Prof. López. Incluso, antes de las vacaciones de julio, el Sr. Secretario del Superior, Prof. Juan Barboza, y Mesa de Entradas del Consejo Superior se negaron a recibir la orden judicial (un Oficio), donde se conminaba a la universidad a que argumente por qué había incurrido en silencio.
El otro expediente, que es el 4664/05, se refiere a un concurso que todavía no se sustancia; también se halla con Amparo por Mora y acá se extravió un recurso.
Hace poco se le abrió al Dr. López otro expediente más donde se quiere investigar la veracidad de lo que expresara acerca de presuntas irregularidades contables o “faltantes” de dinero. En su defensa, el mencionado docente alega que él no particularizó ni individualizó a nadie, por lo que sus expresiones pueden o no ser “correctas”, pero que no hay motivo alguno para que se continúe con exptes., sumarios, sugerencias de suspensión, etc., que están minando su carrera profesional, y su futuro y presente laboral.
Entiende que lo que correspondería sería que los supuestos afectados por agravios, injurias, calumnias, etc. accionen legalmente contra él, pero no que aprovechen la estructura administrativa de la universidad para ejercer un acoso que, según sus expresiones, ya lo está enfermando con alergias, asma, angina y gripes nerviosas y síndrome vertiginoso agudo (stress, pena, angustia, mareos, náuseas, etc. –por lo que se encuentra recetado con alprazolán de 1 mg.).
Por añadidura, cree que esta situación de hostigamiento es “típico” en las universidades y en otras dependencias del Estado; sólo que no se “denuncian” por el “costo” emocional y por temor a la “represalia” del empleador, “respuesta” que suele ser muy difícil de sobrellevar por el afectado, el cual se encuentra aislado por sus propios pares que en su mayoría, lo sopesan responsable de lo que le sucede, en lugar de solidarizarse con su dolor.
En la universidad existieron y todavía existe ejemplos de acoso contra administrativos, alumnos y docentes, por lo que este caso no es el único. Tal como lo sostuvo en una entrevista publicada en “Salta Libre”, comprende que se trata de “un disfuncionamiento institucional tan grave, que es necesaria una Segunda Reforma Universitaria que termine con esta clase de inequidades, de hostigamiento, de “tráfico” de “influencias” entre “endogrupos” o “camarillas”, de escasa o nula transparencia en los concursos, de desigualdad en la distribución nacional y por facultades, del presupuesto, etc”.
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