En una entrevista radial el dirigente del Partido Comunista de Salta, Prof. Leonardo Juárez en relación al Bicentenario de la Batalla de Salta, dijo que “Si estuviésemos en 1813 Romero y Urtubey ya hubiesen sido fusilados por Belgrano”.
Juárez plantea una mirada retrospectiva intentando ubicar a un personaje del siglo XXI, de la actualidad, en el contexto histórico del siglo XIX, y en su declaración propone una ucronía al afirmar qué haría Belgrano en el contexto actual.
Para es está claro que hay un “uso” político de la historia en estas campañas que hace Romero y Urtubey para ver cuál de los dos es mas “patriota”.
“En una situación de guerra de liberación, anticolonial y antiimperial como la de nuestra independencia, en donde la Batalla de Salta es muy significativa, en un contexto marcado por la vuelta de Fernando VII al trono de España, producto de la derrota de Napoleón, que da aliento a un proceso de restauración monárquica en América del Sur fundamentalmente, donde los ejércitos del general Murillo derrotan a todos los procesos liberadores que se habían desarrollado en el continente quedando solo en pié el proceso abierto en mayo de 1810, en el entonces territorio del Virreinato del Río de la Plata”.
“Hay que señalar que tanto el Éxodo Jujeño, como la Batalla de Tucumán y Salta implicaban un gran sacrificio no sólo de los combatientes sino también de los pobladores, porque las ciudades eran verdaderos territorios de operaciones”.
“Enfrentar al principal ejército del mundo, que había participado en la derrota de Napoleón, implicaba una gran decisión política, una gran entrega, gran valor cívico y también personal, dejar la tranquilidad de los hogares, del dinero, del disfrute de sus bienes económicos, fue decisión de personalidades históricas, como Moreno, Castelli. Belgrano, Monteagudo , Güemes, esto se encuentra en las antípodas de las acciones de Romero y Urtubey que usufructuaron la función pública para su propio beneficio y para los sectores económicos dominantes, por supuesto que nunca tuvieron una posición antiimperialista, ni anticolonial, por el contrario es reconocida su vocación proimperialista”.
“Por último agregaría que en una situación de guerra en donde las posiciones políticas se expresan de manera clara, sin velos que le sirvan de cobertura, es decir se está con los patriotas o en su contra y a favor del imperialismo y sus propios negocios, yo me arriesgaría a decir que Urtubey y Romero hubieran corrido la suerte de Liniers y de Álzaga en Cabeza de Tigre, no a manos de Castelli, en este caso sería a manos del General Belgrano”, concluyó Juarez.