La desocupación es disciplinadora. La derecha argentina lo sabe, pero ha iniciado luego de su mediática campaña que los ha llevado al gobierno, nuevos mecanismos de control y manipulación. El fantasma de la desocupación vuelve a aparecer cuando un ministro de finanzas dice: “el salario ó el desempleo”; como si estuviéramos tranquilamente en la década de los 90.
Pero antes de llegar a situaciones límites, a las que llevaran con un final anunciado de represión, es necesario analizar lo que se va conociendo: en poco tiempo más la cifra podría llega a los 20 mil empleados del Estado que se están quedando sin trabajo. Parece todo silencioso, pero es siniestro y planificado.
Se instala la idea de que el empleado estatal es un ñoqui, es un corrupto y hasta se agrega: es un militante, puesto por el poder político de turno. Por eso los jóvenes trabajadores del Centro Cultural Kirchner, sufren la humillacion desde ser acusados que se han llevado cosas, hasta el control de sus facebook para saber su ideología. A los empleados de la AFSCA, se los ha hecho formar fila y se los interrogaba para ver si podían ingresar luego que su director fuese destituido por un decreto.
Comienza la cacería
“Sigánme no los voy a defraudar”. Esta era la famosa frase que hizo pasar a la historia un señor de Anillaco, pero que tranquilamente podría haber usado Duran Barba para la campaña de Macri; porque no hay nada de lo que haya dicho que no está cumpliendo. Desde los primeros decretazos, de cómo ha retribuido a los agro exportadores sojeros, los banqueros, las principales empresas (como Techint, Arcor) y la entrega inmediata de la “Ley de Medios” al mayor grupo concentrado con sus 300 repetidoras de cable que transmiten en cadena nacional.
Actualmente se pasó por TN, tipo spot publicitario la imagen (en una entrevista corta) de sus principales empleados- periodistas. Una forma de reivindicación por estos años donde se sentían intimidados. El kirchenrismo había dado en la tecla, al simplemente denunciar que no era solo libertad de prensa, sino libertad de empresa y que cada uno de esos periodistas detrás tenían determinados intereses. Como nunca se supo cuánto ganaban, cómo armaban “operaciones de prensa”, y de cómo jugaban para sus patrones para obtener prebendas. Los ejemplos de Majul, Leuco, Longobardi, Nelson Castro y el mejor “empleado del año” con su estadia en Miami, Jorge Lanata (y su nota a uno de los Lanatta en la cárcel, donde se culpaba a “la morsa”, una semana antes de las elecciones).
Todos ellos, desde el holding al que pertenecen (Diarios, radio, TV, revistas, cable) fueron los artífices de la gran manipulación como máquina mediática de confundir compulsiva y repetitivamente. Lo indignante ya no solo es un discurso y una imagen (como se hace en cualquier agencia de propaganda) sino que siguen creyendo ellos ser la ‘norma moral’ de lo que debe ser este país.
Las tenazas del partido judicial y de los medios. Desde la muerte del fiscal Nissman el partido judicial quedó al descubierto. O por lo menos hizo visible su carta de presentación. Como no han podido empañar lo que buscaban como objetivo: lograr que el gobierno de Cristina Kirchner, terminara con una salida abrupta, de inestabilidad económica y de odio, en beneficio de las empresas corporativas que son las que han puesto las reglas de juego desde la llegada de la democracia; ahora han necesitado recurrir al aparato judicial.
El mejor ejemplo último fue la designación por decreto de dos jueces. Uno de ellos tenía entre sus clientes (así lo anunciaba en su web- curríulo, y que luego burdamente borraron) al grupo Clarín. Ninguna inocencia o error. Todo planificado hasta marzo, esperando que luego el Congreso no haga nada, una vez dividido o en alianza entre los partidarios de los globos amarillos y el massismo.
Su finalidad es que la presidenta no vuelva y largarle toda una catarata de juicios. Pero la pregunta que se hace la gente en las calles (con la marcha de abrazo al Congreso) ¿dónde están los políticos?, ¿por qué no estan sesionando? (ante esta inmensa crisis que está provocando el gobierno elegido por una diferencia de de 700 mil votos)
Uno de los mejores entretenimientos es la historia de los fugados. Se inició cuando terminaba el año y continúa. Por momentos parece una novela de Osvaldo Soriano. Con una trama policial y otra cómica- grotesca. Todas las transmisiones de que ‘los tienen cercados’ (en Ranchos, Quilmes, Santa fe), derivó en una gran forma de distraer lo que está sucedido en el país: el vaciamiento del Estado. El modelo liberal- conservador no necesita del Estado. Ahora son ellos de los dos lados del mostrador con los CEO.
La mayoría de los nuevos funcionarios vienen de ser gerentes de empresas privadas. En menos de quince días han borrado lo construido en materia de Derechos durante ésta última década. La batalla es cultural y en los medios. Las nuevas generaciones (los que han ingresado en estos años al mercado laborar; los que han recibido programas sociales y de salud, donde sí se vio que “donde hay una necesidad hay un Derecho”, esta vez no tendrán “piquete y cacerola” ya que los ‘medias’ no les han tocado sus ahorros en los bancos y han liberado el dólar.
La devaluación, la inflación y la desocupación la pagarán los que menos tienen. Este modelo macrista (donde él es la nueva marioneta que lograron armar como lo fue Bush en EEUU) en su economía para un país de pocos y con su modelo liberal- conservador no llega por elecciones desde la décad del 30. Ellos siempre estuvieron apoyados en golpes de Estado y en la represión. Y ya no dudan en qué hacer ante el ‘empoderamiento’ con que han crecido los jóvenes.
Es interesante refrescar las 10 estrategias de manipulación mediática de Noam Chomsky , como para cerrar este artículo: 1) La estrategia de la distracción. 2) Crear problemas y luego ofrecer soluciones. 3) La estrategia de la gradualidad. (Se van aceptando las cosas por cuentagotas: el tema de los cortes de luz, la gente que sale a quejarse hasta que se invisibiliza el problema). 4) La estrategia del diferir. Se presenta como algo doloroso y necesario: ´hay demasiados empleados’ en el Senado, (Dijo hace poco la vicepresidenta) 5) Dirigirse al público como criaturas de poca edad. 6) Utilizar el aspecto emocional más que la reflexión. 7) Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad (por eso en estos tiempos nunca falta la información del espectáculo y los deportes y desparecen lo programas de debate político). 8) Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Uno de los mejores cultores de este modelo es la programación del canal América, en sus debates ‘insufribles’, se potencia un hecho (de alguien del espectáculo, de la política), pero nunca se define porque eso puede estar mal, se lo amplia y dura todo el día. 9) Reforzar la autoculpabilidad. 10) conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
- Lic. Carlos Liendro
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