En Orán, Salta, más de veinte referentes internacionales de nivel mundial discuten y evalúan diagnósticos y tratamientos para diversas parasitosis. Según dieron a conocer, los resultados preliminares de este proyecto indican que en Orán, un 25% de la población local estudiada está infectada con alguna parasitosis. Dentro de este grupo, la prevalencia de strongiloidiasis es elevada ya que afecta al menos a un 12% del total de infectados.
Investigadores de la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, el Center for Disease Control and Prevention (CDC) y la Universidad de Bélgica participan del encuentro, que fue declarado de interés provincial por la Cámara de Diputados y de interés académico por la Universidad Nacional de Salta.
Más de veinte referentes nacionales e internacionales de la investigación en parasitosis se reunieron en Orán, Provincia de Salta, con el objetivo de discutir y consensuar nuevas estrategias para el manejo de las enfermedades parasitarias transmitidas por el suelo (geohelmintiasis).
Marco Albonico de la Organización Mundial de la Salud, Jozef Vercruysse y Bruno Levecke de la Universidad de Ghent -Bélgica-, Albis Gabrielli de la Organización Panamericana de la Salud y Patrick Lammie del Center for Disease Control and Prevention (CDC) fueron algunos de los científicos convocados por el Instituto de Investigaciones en Enfermedades Tropicales de la Universidad Nacional de Salta -Sede regional Orán-, el Hospital San Vicente de Paul, el Laboratorio de Enfermedades Tropicales, la Municipalidad de Hipólito Irigoyen y la Fundación Mundo Sano para participar de este encuentro.
La apertura de las jornadas estuvo a cargo del gerente del hospital San Vicente de Paul –Dr. Julio Cortés– y del doctor Alejandro Krolewiecki -coordinador de este encuentro y líder del programa para el diagnóstico y tratamiento de strongiloidiasis que Mundo Sano, el Instituto de Enfermedades Tropicales de la Universidad de Salta y la Global Network for Neglected Tropical Diseases desarrollan en la ciudad de Orán.
«Uno de los objetivos de este encuentro es tomar las actividades que realizamos en la región como punto de referencia para actividades futuras, determinar cuáles son las mejores herramientas para las intervenciones sanitarias y evaluar las pautas actuales de manejo emitidas por la Organización Mundial de la Salud», aseguró Krolewiecki.
Tras dar cuenta de la situación sobre las distintas geohelmintiasis en Argentina, el especialista señaló que para evitar las infecciones con estos parásitos son clave los tratamientos de desparasitación comunitaria, la educación para la salud y la presencia de cloacas y tendidos de agua potable.
Tomando los avances de la medicina veterinaria, Jozef Vercruysse -de la Universidad de Ghent, Bélgica- dio cuenta de los ensayos y análisis que se están realizando en el tratamiento de estas parasitosis en animales. Además, señaló los distintos grados de efectividad de las distintas drogas utilizadas (como albendazol y mebendazol, entre otras) para el tratamiento de las diversas parasitosis, como A.lumbricoides, geohelmintiasis y T. trichiura, entre otras.
Además del monitoreo de la eficacia de las drogas utilizadas para el control de las parasitosis, se discutieron métodos de diagnóstico de referencia y se realizó un taller de actualización sobre técnicas de laboratorio para especialistas locales.
Mundo Sano contra la strongiloidiasis
Durante este encuentro, la doctora Eugenia Socías de la fundación Mundo Sano presentó los primeros avances de su programa piloto para el diagnóstico y tratamiento de strongiloidiasis en Orán. Los resultados preliminares de este proyecto indican que en Orán, un 25% de la población local estudiada está infectada con alguna parasitosis. Dentro de este grupo, la prevalencia de strongiloidiasis es elevada ya que afecta al menos a un 12% del total de infectados.
La strongiloidiasis es una parasitosis intestinal que afecta a hombres, mujeres y especialmente niños. Una de sus particularidades es que puede causar reinfecciones en los humanos y persistir en el organismo por periodos mayores a 60 años. Las larvas de strongiloides viven en el suelo contaminado y pueden ingresar al cuerpo a través de la piel o por vía oral. Esta parasitosis provoca desnutrición, trastornos digestivos, alteración de las defensas, y retraso en el desarrollo y crecimiento de los niños.
Este programa -desarrollado por la fundación Mundo Sano, el Instituto de Enfermedades Tropicales de la Universidad de Salta y la Global Network for Neglected Tropical Diseases- aborda la parasitosis a nivel comunitario. Propone un tratamiento con suministro de dos drogas -ivermectina y albendazol- ya probadas para diversas parasitosis, combinadas de manera innovadora y en una sola toma, con alcance a todos los habitantes de las poblaciones seleccionadas para el estudio, en Orán. Para diagnosticar strongiloidiasis, los especialistas utilizan un nuevo método de implementación más sencilla que el análisis parasitológico de materia fecal. Con un análisis de sangre, detectan los anticuerpos que genera el organismo ante la presencia del parásito.
Al tratarse de una de las llamadas enfermedades olvidadas, el programa no solo analiza los aspectos epidemiológicos, diagnósticos, terapéuticos y biológicos de la parasitosis sino que también aborda los aspectos culturales y socioeconómicos de las zonas urbanas y rurales afectadas.