Aun no hay que pedir la cabeza del Streaming por unos cuantos jóvenes influencers inadaptados, incultos e impunes, que mal usan una nueva herramienta de comunicación donde dicen cualquier cosa para sus miles o millones de seguidores. Asistimos de momento a una cúspide de la idiotez humana, aun sin regulaciones ni límites a la hora de generar contenidos.